CARLOS NUÑEZ: UNA DISCOTECA QUE QUIERE SONAR CON BUENA MUSICA

Carlos Rodrigo Nuñez Techera (Montevideo, Uruguay, 22-06-1992) pintó muy bien allá por el año 2012, se decía que era una gran promesa del fútbol uruguayo y se le auguraban grandes éxitos. Jugó en las divisiones inferiores de Liverpool de Canelones y de allí fue traspasado a los dieciséis años a las divisiones juveniles de Liverpool de Montevideo, siendo ascendido al plantel principal al año siguiente.​ Debutó en Primera División el 14 de febrero de 2010 ante Nacional por el torneo Clausura de la temporada 2009-2010 y convirtió su primer gol oficial el 27 de febrero de 2011 ante Tacuarembó por la cuarta fecha del Clausura del campeonato 2010 - 2011. Disputó 11 de los 12 partidos de Liverpool que quedaban en ese torneo, pero no fue hasta el año siguiente que se afianzó en el equipo, siendo habitualmente titular durante el 2012. En ese año debutó en competiciones internacionales, frente a Universitario de Sucre por la Copa Sudamericana del año 2012, convirtiendo dos goles para la victoria de su equipo por 3-0. ​ Jugó los seis partidos de Liverpool en el torneo como titular y convirtió 5 goles, que le valieron para ser uno de los goleadores del campeonato.​ En febrero de 2013 se acordó su cesión hasta 2015 a Peñarol que compró por 1 millón de dólares el 25 % de su transferencia. Pero como le sucediera a otro jugador de Liverpool  (E. Figueroa) que también parecía rumbear para crack, se quedó a medio camino. Ahora retorna a Liverpool.


¿Qué significa volver a Liverpool?

Es algo que lo tomo como una revancha en el fútbol uruguayo. Es una decisión tanto mía como de mi familia. Mi señora quería venirse por el tema de mi hijo que es muy chico y tuvo algunos problemitas cuando nació y al no tener continuidad afuera decidimos volver.

Por qué es una revancha?

Si bien en Liverpool en 2012 me fue muy bien, cuando pasé a Peñarol no me pude acoplar bien.
Si bien jugué el primer semestre, salimos campeones y me sentía muy bien tuve problemas de lesiones y por ahí no supe sobrellevar lo que era jugar en un club tan grande como Peñarol.

Es complejo el mundo Peñarol?

Yo como jugador y como hincha que soy fue lo más lindo que me pasó. Pero en Peñarol no fui profesional, no supe ser el profesional que tenía que ser. Yo cuando estaba en Liverpool salía a la calle, la gente me conocía un poco, pero pasé a Peñarol muy joven y donde vayas todo el mundo te conoce y te pide fotos.

Es como que le estalla la cabeza de golpe.

Me llegó todo muy rápido, de un día para el otro. Nací en un barrio muy humilde, muy bajo, nunca tuve nada. Trabajé de chico con 11 años con mi padre en tareas en el campo y siempre fui feliz con eso y de un día para el otro me choqué con cosas que no tenía y ni me imaginaba tener y no supe llevarlas. No me arrepiento tanto de lo que hice pero sí de no ser profesional. Eso me duele y por la hinchada, yo como hincha hoy veo a los jugadores que están y me encanta. Me pongo en el lugar del hincha y entiendo el enojo.

Qué fue lo que le llegó de golpe que no tenía?

Me faltaban muchas, pero muchas cosas de chico. Somos muchos en mi familia, tengo ocho hermanos, y por ahí yo no comía para que comieran mis hermanos más chicos y eso lo valoro por la lucha de mis viejos. Luego me encontré con otro mundo, tengo mi casa, mis cosas. Cuando no tenía nada no tenía amigos, eran muy pocos los que estaban y de un día para el otro me encontré con un entorno diferente, todos me saludaban, me querían, esas cosas me confundieron y hoy sé separar las cosas. Gracias a Dios me pasó de joven y pude aprender.

Y qué fue lo que se compró, el auto, ropa? ¿Se dio los gustos?

Todo y eso me lo gané yo también porque si hay algo que tengo es que nunca le pedí nada a nadie. Me di los gustos, todos los que me tenía que dar, me los di.

Y no estaba preparado para recibir todo de golpe.

Sí, todo me llegó rápido. Antes de ir a Peñarol tuve chance de ir a otros equipos, me querían cuadros de otros países y no se concretaba. Pero cuando salió lo de Peñarol no lo dudé. En mi casa somos todos de Peñarol, no hay un hincha de Nacional. Era un sueño y lo cumplí. No es fácil y no cualquiera lo hace. En el momento me sentía preparado, pero claro, estaba en una nube, no me imaginaba la altura de un club tan grande, me pasó que no supe sobrellevarlo.

Durante un tiempo se comentó que usted salía de noche.

Sí, obviamente que salía porque era muy joven. Si bien me lesioné muchas veces, no fueron porque salía como andaban diciendo. El que me conoce sabe que tengo masa muscular grande y me tengo que cuidar más que cualquiera porque soy propenso a las lesiones. Muchas cosas que se dicen no son verdad, pero así es el mundo del fútbol.

Le molestaba que se hablara de usted frecuentemente?

Sí. Me pasó que siendo joven todo lo malo que pasaba en Peñarol parecía que era culpa mía.

Es como dicen que el jugador está tomando un refresco en un bar y dicen que andaba tomando vino.

Siempre está eso. Tenía varios compañeros que me hablaban y me daban su apoyo. Compañeros grandes, de trayectoria y siempre me decían que me quedara tranquilo que el fútbol es muy mediocre, la gente juzga y eso me pasó un poco a mí. Siendo muy chico no sabía cómo afrontar esas cosas. Hoy no me preocupa lo que digan de afuera. Que me critiquen por lo que hago dentro de la cancha.

Cuándo lo veían en boliches, ¿la gente le recriminaba?

No, de frente nunca me dijeron nada, me pedían fotos en una buena, te decían 'vamos Peñarol'.

Usted dijo 'adentro del baile somos todos iguales'.

Es verdad, era muy chico, me gustaba salir con mis amigos, soy un tipo sano, me gustó la diversión, ¿a quién no a esa edad? Tenía 20 años y me encontré con un entorno diferente. La gente piensa que somos diferentes a ellos. Yo soy como todos por más que sea jugador de fútbol.

Le molestó el apodo Discoteca?

No, a lo primero no, porque obviamente puede sonar simpático, suena lindo pero cuando está todo bien. Ahora, cuando no jugás o te lesionás, todo el mundo piensa que andás de joda.

Cuándo se produce el cambio de cabeza?

En el momento que mejor me sentía rompí los ligamentos cruzados. Fue en 2015. Me acuerdo cuando el médico de Racing me dio la noticia. Estuve dos horas parado en una avenida adentro del auto llorando porque no podía creerlo. Mi novia me llamaba, preocupada porque no llegaba, estaba mi mamá en Buenos Aires. Fue un momento complicado, la pasé mal y ahí te das cuenta quiénes están y quiénes no. De ahí hasta ahora mis amigos los cuentos con los dedos de una mano. Eso me ayudó a madurar mucho. Hacía cuatro horarios al día para la recuperación. Saja (golero de Racing) me hablaba constantemente, me mandaba mensajes y eso fue importante. Ahí me empezó a hacer un clic la cabeza.

Hoy trasmite lo que le pasó?

Cuando Pezzolano me llamó me dijo que le gustaría que yo fuera el referente del vestuario y tengo esa personalidad. No me creo más que nadie pero sí puedo aportar lo que sé, lo que aprendí y está bueno que los chicos escuchen. A veces por rebelde yo no escuchaba lo que me decían y eso me jugaba en contra. Se lo digo a mi hermano chico que tiene 12 años y está en las formativas de Nacional para que no repita mis errores.

Usted maduró a golpes?

Sí, la gente que habla conmigo dice que soy un tipo maduro para la edad que tengo, por las cosas que he vivido y he tenido que pasar. Cuando nací lo primero que me calzaron fue la camiseta y el short de Peñarol y mi familia la pasó genial cuando fui al club. Sufrieron cuando me veían sufrir pero soy un tipo que acumula las cosas, me encierro. Las batallas las peleo yo solo adentro. Nunca le pedí nada a nadie y no lo voy a hacer. Sé lo que es una vida sacrificada. A todo el mundo le digo que el fútbol no es sacrificio. Sacrificio hacen mis padres que se levantan a las 6 de la mañana y llegan a las 8 de la noche para darle de comer a mis hermanos. El fútbol es un privilegio. Ahora aprendí a disfrutar un vestuario y antes no lo hacía, era el último en llegar y el primero en irme. Pero me cambió, los entrenadores me hicieron saber que sumo y yo me considero un buen tipo y un buen compañero.

Volver es un paso atrás para tomar impulso?

Exactamente, yo tenía varias posibilidades de salir de nuevo pero fue familiar la decisión y hablando con mi representante Gustavo Rodríguez, que está más en las malas que en las buenas, decidimos que lo mejor era volver. Quiero mucho a Liverpool, soy agradecido de por vida a ello. Hay que dar un paso atrás para alcanzar dos para adelante. Vengo a tomar impulso.

La ficha

Carlos Rodrigo Nuñez Techera

Fecha de nacimiento: 22 de junio de 1992 (25 años)

Altura: 1,74 metros

Puesto: Delantero

Trayectoria

Debutó en Liverpool el 14 de febrero de 2010 contra Nacional por el Clausura, con 17 años.
Hizo 15 goles en 50 partidos, incluidos cinco por la Copa Sudamericana 2012 donde explotó con Julio Antúnez como DT. A principios de 2013, Peñarol le compró el 25 % de la ficha en US$ 1 millón.
Hizo siete goles en 37 partidos y a mediados de 2015 se fue a Racing (tres goles en 10 partidos).
A mitad de 2016 fue a Chiapas de México (tres partidos) y en 2017 jugó en Guaraní: un gol en ocho partidos.

Fuente: El Observador y Wikipedia

Luego de su paso por varios países de América, Carlos Núñez regresa a Uruguay y a su primera amor: Liverpool. El negriazul recibirá al delantero para la temporada 2018 donde el conjunto de Belvedere deberá sumar una buena cantidad de puntos si no quiere comprometerse con el descenso, según afirmó el presidente José Luis Palma a Ovación.

El titular de la entidad negriazul también afirmó que se tiene muy encaminada la llegada de tres jugadores de renombre y que arreglarían en las próximas horas para sumarse a la pretemporada del club.

Cabe destacar que Liverpool ya sumó su primera alta y se trató del zaguero Martín Rivas, proveniente de Wanderers y que estará a la orden del entrenador Paulo Pezzolano.

CARLOS NÚÑEZ

Los números del "9".

En su primer pasaje por Liverpool, donde estuvo cuatro temporadas, Carlos Núñez disputó 50 partidos y anotó 15 goles. Su carrera continuó en Peñarol donde estuvo tres temporadas y convirtió 9 goles en 37 partidos. En el marco internacional pasó por Racing (10 partidos y 3 goles), Chiapas de México (3 partidos sin goles) y Guaraní de Paraguay (8 partidos y un gol).