El día de su cumpleaños la jubilada Sara Vilches tiene una audiencia en el marco de la Ley de Amparo para que el BPS la registre como viva. El organismo la dio por fallecida y durante dos meses no ha podido hacer compras con tarjeta o atenderse en Salud Pública.
"Soy Sara Vilches, de la ciudad de Minas, Lavalleja. Soy la muerta, festejando cumpleaños hoy". Así se presenta Sara, quien hace dos meses intenta corregir un error del BPS. El organismo la dio por muerta y desde ese entonces no ha podido atenderse en Salud Pública, usar sus documentos de identidad o las tarjetas para hacer las compras en supermercados. Sin embargo, las cuentas le siguen llegando y cada día se atrasa un poco más.
"El 10 de octubre concurrí a hacer un movimiento de la tarjeta y descubrí que las tarjetas estaban bloqueadas. Concurrí a todos los lugares a ver cuál era la razón y en Anda me dijeron 'Señora, el tema es que la dieron por fallecida'” relató Vilches.
De ahí en adelante ella intentó navegar el complicado mar burocrático para demostrar algo que parece elemental: que estaba con vida.
“Concurrí al BPS de Minas… supuestamente uno de los empleados me había solucionado el problema. El día 23 de octubre concurro de nuevo a un supermercado a comprar pan y esas cosas necesarias, tenía dinero en esa tarjeta, y me dicen 'Señora, usted no puede usar la tarjeta y este documento tampoco. A usted la están dando por fallecida. Tiene que ir al BPS y al lugar donde está la tarjeta por si hay algún error’".
Entre los trámites que realizó para intentar demostrar que no estaba muerta, Vilches fue a una comisaría para tener un certificado de que era efectivamente la persona en sus documentos de identidad y no otra.
"Me presento ante la comisaría para certificar, bueno, eh… que me encontraba viva, en la situación que estaba. El día 3 de noviembre voy a cobrar la jubilación y no me vino la jubilación tampoco" relató.
En sus redes sociales, Vilches tomó una foto de una oficina de paredes blancas, escritorios con computadoras y algunos empleados trabajando. “Buen día. Desde la hora 9 estoy en el BPS esperando el resultado de que no estoy fallecida” publicó pasado el mediodía del 8 de noviembre.
"El fallecimiento no se sabe ni qué día entró al BPS, solo que supuestamente estaba en el sistema” explicó Vilches. Aunque ella presentó una “prueba de existencia” eso no fue suficiente: el organismo envió un documento interno para “levantar el fallecido” y esperó una respuesta de Montevideo. "Supuestamente el sistema no erraría, sería un error humano" dijo la falsamente fenecida, según la información que le transmitieron los empleados del BPS.
No es fácil estar muerto
Desde que fue dada por fallecida, Sara Vilches ha enfrentado varias complicaciones en el mundo de los vivos. El BPS compartió la información de su fallecimiento, por lo que, por ejemplo, para Salud Pública ella ya no necesitaba tratamiento.
"Yo tuve un accidente de tránsito en el 2014 y estoy haciendo fisioterapia” contó Vilches. “(En Salud Pública) solamente (me atendían de) emergencia, claro, porque en el sistema, al estar dada de baja en todo el país, no tengo cobertura de salud”.
Hacer las compras también era un problema estando muerta. “No tenía las tarjetas, no podía ir a un supermercado” explicó. Incluso cosas más cotidianas como “sacar una entrada para ir al estadio, nada, figuraba como fallecida".
Vilches explicó que la experiencia fue traumática. El accidente de tránsito que tuvo en 2014 por el que se jubiló y por el que recibía tratamiento, también le dejó otras secuelas: le cuesta desplazarse, ha tenido episodios de pánico, y la angustia de tener que recorrer el laberinto burocrático, a contrarreloj de las cuentas que se amontonaban, y para demostrar algo tan elemental como que estaba viva, empeoró las cosas.
"Estuve muy atacada de la presión, los nervios, las cuentas que se me venían y no las podía pagar porque en ningún momento podía contar con ningún dinero" contó. Para ella, toda esta situación la hizo sentir una enorme impotencia ante las instituciones.
Hoy a las 14 hs., Vilches tiene una audiencia en el marco de la Ley de Amparo para intentar regularizar su situación. "No sé si estoy viva. No sé si han solucionado el tema en el BPS". En el día de su cumpleaños, Sara intenta volver al mundo de los vivos.
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