El ex presidente de Nacional, Ricardo Alarcón, recordó el almuerzo en 2011 en el que José Mujica jugó para Francisco Casal. Fue una de las tantas veces en las que el ex presidente de la República apoyó al dueño de Tenfield.
“Hasta el gobierno presionó a Nacional y a Peñarol en su momento para que no estuviéramos en contra de la firma de los derechos", dijo Alarcón en El Observador TV. Eso sucedió en una reunión organizada por Casal y de la que participaron Alarcón, Mujica, el presidente de Peñarol, Juan Pedro Damiani, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, y autoridades de la empresa Tenfield. "Fue una reunión en la que no se nos dijo: 'firmen'. Hay otro refrán que dice 'a buen entendedor pocas palabras bastan'", dijo Alarcón en la nota.El ex presidente de Nacional se refiere a un almuerzo llevado a cabo en mayo de 2011 en la zona de Carrasco. En ese entonces 180 contó lo sucedido, que también se detalla en el libro “Figueredo. A la sombra del poder”.
Pocos días antes del encuentro, Casal llamó a los presidentes de los "grandes" para invitarlos a un almuerzo con la intención de hablar de la prolongación del contrato entre la empresa Tenfield y los clubes del fútbol uruguayo. Antes de cortar, el empresario les comunicó que también estaría presente Mujica.
Efectivamente en el almuerzo, el ex presidente de la República estuvo sentado al lado de las autoridades de Tenfield. 180 informó en ese momento que no hubo propuesta económica sobre la mesa ni otros temas puntuales respecto de la extensión del vínculo. El encuentro solo fue para mostrar que Mujica respaldaba a Casal.
Años más tarde Mujica también colaboró cuando Casal se propuso sacar al entonces presidente de la AUF, Sebastián Bauzá, porque no respondía a Tenfield.
El ex ministro de Turismo y Deporte, Héctor Lescano, habló en el libro "Figueredo. A la sombra del poder" sobre la participación del gobierno en ese hecho. Lescano, quien fue desplazado de la cartera por problemas con Tenfield, confirmó “con dolor” que "la salida de Bauzá fue un gran error en el que lamentablemente no puedo ocultar que hubo responsabilidad de carácter político, lo digo esto con dolor y con sentido crítico y autocrítico”.
La llamada a Full Play
En esa misma época se produjo otra intervención de Mujica a favor de Casal.
"Una de las personas que me llamó antes de arreglar el contrato en 2011 fue el presidente de Uruguay, el señor Mujica. Ese día había salido una declaración del ministro de Economía, Fernando Lorenzo, en El País, diciendo que el Estado iba a intervenir de alguna manera en el tema de los derechos de la selección. Ese mismo día me llamó Gutiérrez, se vinieron con Casal a Punta del Este, era setiembre o agosto. Me llamaron para llegar a un acuerdo comercial pero la AUF ya estaba decidida a vender los derechos por separado, a nosotros por un lado y a ellos por el otro. Casal y Gutiérrez me dijeron que eso no iba a pasar. El encuentro terminó a las tres de la tarde. A las seis o siete de la tarde recibo un llamado telefónico y era el presidente de la República. Me aclaró que “de ninguna manera el Estado iba a intervenir en este proceso” sino que era “un acuerdo entre privados”.
Yo lo escuché respetuosamente y le dije: “Con su llamado el Estado ya está interviniendo de alguna manera”. Y él me contestó en un tono amable y campechano: “Acá me pegaste una puñalada por la espalda”. Fue una charla amena y cuando él me dijo “no me va a dejar a mi pueblo sin ver los partidos de Uruguay” yo le garanticé que íbamos a llegar a un acuerdo con la AUF".
Este es un fragmento de la entrevista realizada para el libro "Figueredo. A la sombra del poder" con Hugo Jinkis, titular de Full Play, refiriéndose al momento en que la AUF debía decidir si vendía los derechos de televisión de las Eliminatorias a dos empresas, Full Play y Tenfield o solo negociaba con la empresa de Casal.
El vínculo Mujica-Casal
Los problemas de Lescano y Tenfield comenzaron cuando el exministro de Turismo y Deporte defendió la legitimidad e independencia de la AUF ante la injerencia de Tenfield. Esa osadía le valió un furibundo ataque por parte del socio de Casal, Nelson Gutiérrez, quien le contestó en una gacetilla publicada por El País el 16 de mayo de 2011 y firmada por el también empleado de Tenfield, el periodista deportivo José Mastandrea. En una solicitada con forma de nota, Mastandrea publicó una entrevista sin preguntas y allí Gutiérrez acusó a Lescano de haber “despilfarrado, sin ton ni son, cuantiosos fondos públicos”. El vicepresidente de Tenfield estaba tratando, cuando menos, de irresponsable en el manejo de dinero de todos los uruguayos a un ministro de su gabinete, pero Mujica no dijo ni una palabra.
El final fue con Lescano fuera del ministerio. "Fue para renovar", declaró Mujica.
En “Figueredo. A la sombra del poder”, el ex ministro admitió las diferencias que tenía con Mujica sobre Tenfield. “No voy a ocultar que con el presidente Mujica y con colegas que estaban muy cerca de él, teníamos diferencias muy importantes a la hora de valorar los efectos de ciertas políticas sobre el fútbol, tanto en negociación de jugadores, derechos televisivos, etc., como de ciertos personajes que después estuvieron físicamente muy cerca del presidente”, dijo.
El personaje al que se refiere Lescano es Gustavo El Pato Celeste Torena, quien estuvo codo a codo con Mujica y fue un operador de Tenfield durante todo su gobierno. Hace pocos días Torena amenazó públicamente al ex capitán de la selección, Diego Lugano.
Durante la campaña presidencial, Torena acompañó a Mujica a Brasil y le obsequió una camiseta al expresidente Lula Da Silva. En los años posteriores fue un asiduo concurrente a los almuerzos en el Quincho de Varela, estuvo cuando Mujica se reunió con Hugo Chávez y le obsequió una camiseta de la selección a Nicolás Maduro.
En los 90 Torena había sido procesado por estafa y encubrimiento, hurto especialmente agravado, receptación y falsificación de documento público. Mujica lo calificó como “un pobre loco” y “un vivo de los que vienen de abajo”.
“Es un pobre loco que se gana la vida vendiendo camisas, que es entrador, que se cuela por todos lados, que es un muchacho de barrio. ¿Que tiene sus defectos? Claro que los ha tenido, estuvo en cana por no pagar cuentas. Ah, qué horrible. Se podrían preocupar de otra cosa, pero lo mejor es hablar con él. Vale la pena, porque tienen cosas para aprender en pila, porque es un vivo de abajo, de los que vienen de abajo”, declaró el presidente en La Diaria.
El “vivo de abajo” operó para Tenfield durante todo el período de Mujica y de esa forma se volvió a ganar la confianza de Casal, con quien había estado distanciado durante años. El lugar que le dio el expresidente generó diferencias con Lescano. “Ahí sí tuvimos una diferencia de apreciación muy marcada y el mundo del fútbol es de los pocos temas donde el presidente Mujica no tenía el conocimiento necesario, y creo que estuvo en eso mal asesorado”, dijo el exministro.
Durante la gestión Mujica, Casal también logró que se archivara la denuncia por defraudación tributaria que le hizo la DGI. El ministro de Economía del momento, Mario Bergara, el exministro de Economía, Fernando Lorenzo, el vicepresidente de la República, Danilo Astori, y los exdirectores de la dgi Nelson Hernández y Pablo Ferreri no creían oportuno archivar la denuncia pero el Poder Ejecutivo cerró el expediente el 21 de noviembre de 2013. Fue la primera vez que un gobierno intervino en la historia nacional de la tributación.
Fuente: 180.com.uy
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