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jueves, 30 de marzo de 2017

M. FERREIRA:UN URUGUAYO DESTACADO EN USA

Un uruguayo pasó a copar las portadas de los principales medios de Estados Unidos al convertirse en el primer oficial de la Policía de Nueva York (y uno de los pocos en Estados Unidos de América) que tiene las dos piernas amputadas. Matías Ferreira, de 28 años, nació en Uruguay y a los 6 años su familia decidió trasladarse a Estados Unidos en busca del "sueño americano". En ese país realizó el servicio militar y en 2011 sirvió durante la guerra de Afganistán donde perdió sus dos extremidades inferiores por la explosión de una bomba enterrada.


El viernes pasado, durante la ceremonia de graduación de la Academia de Policía del Condado de Suffolk en Long Island, Nueva York, Ferreira recibió un reconocimiento especial.

"Es alguien que sirvió a nuestra nación, pagó un sacrificio significativo, y ahora es capaz de superar la adversidad de una manera tremenda", dijo el comisionado de Policía Timothy Sini. "Ha hecho un trabajo estupendo como recluta. Va a ser un buen oficial", agregó.

En señal de reconocimiento, sus compañeros lo nombraron presidente de la clase, por lo que fue el encargado de dirigir la ceremonia y relatar su experiencia durante su pasaje por la academia. Lejos de victimizarse por su condición, utilizó el humor para romper el hielo durante su discurso, bajo la atenta mirada de su esposa y su hija que se encontraban en la tribuna de espectadores.

"Muchas personas me preguntaban: ¿Qué pasa si te rompes una pierna?, y yo les contestaba: Siento decirlo, pero si me rompo la pierna, voy al baúl y me pongo una nueva. Pero si tú te rompes la pierna, estarás fuera de juego durante un par de meses, amigo mío", contó entre risas.

En cuanto a su nueva carrera, se mostró "ansioso y emocionado" por demostrar a sus colegas de que es capaz de hacer el trabajo "tan bien como alguien con ambas piernas".

Proceso.

No hubo atajos ni consideraciones especiales para el recluta uruguayo durante las 29 semanas que duró el exigente entrenamiento. Con sus dos prótesis de titanio, pasó todas las pruebas físicas para alguien en su categoría, corriendo 2,4 kilómetros en los 12 minutos y 29 segundos requeridos (su mejor marca personal fueron 11 minutos), y haciendo 38 abdominales y 29 flexiones.

El teniente Steven Rohde, encargado de dirigir los entrenamientos de los reclutas de la academia, contó durante la ceremonia que a diario le preguntaba a Ferreira si necesitaba alguna cosa en especial, pero su respuesta era siempre la misma: "No necesito nada, señor".

Cuando transcurrían 6 semanas de entrenamiento, Rohde contó que los reclutas estaban entrenando con bastones retráctiles, practicando golpear a un hombre con un traje protector que se hacía pasar por un sospechoso agresivo. En un momento, el sospechoso se abalanzó contra Ferreira haciéndolo caer, pero el recluta se recuperó rápidamente.

"No sabíamos si sería capaz de recuperarse; para nosotros fue un momento importante", explicó Rohde.

A partir de esta semana comenzará a desempeñarse como policía y estará encargado de conducir un patrullero "como cualquier otro oficial" que vigila las calles.
La explosión.

En enero de 2011, mientras Ferreira se encontraba sirviendo en el Cuerpo de Marines en Afganistán, saltó desde el tejado de una casa sospechosa de ser una guarida de los talibanes y cayó sobre una bomba casera de 13 kilos, oculta en la tierra.

La explosión provocó que perdiera sus piernas de la rodilla hacia abajo, y que su pelvis y su fémur se quebraran.

"Tan pronto como aterricé supe que algo estaba mal porque era como una película: oí un ruido y todo se volvió negro", dijo. "Lo único que veía era sangre en mis pantalones", relató el policía.

Debió pasar cerca de un año en el hospital y luego recibió rehabilitación en un centro de salud militar en las afueras de Washington D.C. A los tres meses de estar internado comenzó a caminar con sus prótesis y a los cinco meses ya participaba de carreras.

"Caer en la depresión no era una opción", dijo.

"Me dieron una segunda oportunidad. No mucha gente sobrevive a una explosión de esa magnitud. No quería ser uno de esos tipos que simplemente se rinde", explicó y resaltó que sus mayores apoyos fueron su familia —entre ellos su esposa y su hija de dos años— y sus amigos.

"Tengo que agradecer a mis amigos y sus familiares, porque cuando estaba en el extranjero perdí a muchos de mis buenos amigos que hoy no están con nosotros, pero sus familias son las que me motivaron a seguir adelante y en parte he hecho todo esto por ellos", dijo Ferreira durante la ceremonia de graduación, que fue retransmitida por varias cadenas de TV en Estados Unidos.




Con su prótesis de titanio, Ferreira logró practicar deportes. Foto: Facebook Matías Ferreria
Un sueño.

A pesar del trauma, Matías Ferreira no estaba dispuesto a abandonar el sueño que tenía desde que era chico.

Él recuerda que su admiración por el uniforme policial surgió cuando asistió en 1996 a los Juegos Olímpicos de Atlanta, donde residía entonces con su familia. Le dijo a su padre que quería seguir su carrera en la Policía o en el Ejército.

Las heridas de guerra no lo amilanaron. "Antes de lo que cualquiera pudiera prever, yo estaba preparado para unirme al Departamento de Policía", dijo Ferreira. "Tenía muchos amigos que estaban más gravemente heridos que yo y me decían: Puedes hacer esto, hombre, puedes hacerlo, adelante".

El objetivo de Ferreira es lograr inspirar a otras personas que se encuentran en su misma situación a que sigan sus sueños. "La única discapacidad que tenemos son las que nos hacemos nosotros mismos", dijo.

El uruguayo opinó que "cualquier persona, con o sin discapacidad, puede hacer cualquier cosa a la que se dedique", dijo.
Apoyo familiar.

Durante la ceremonia de graduación, en la que el uruguayo Matías Ferreira se convirtió en el primer policía de Nueva York tras haber sufrido la amputación de sus piernas, el ex marine contó con el apoyo de su esposa Tiffany, de su hija Tianna de dos años y de su madre. "Lo amamos y estamos muy emocionados por él y por este increíble logro", dijo su esposa. De 80 personas que se graduaron el pasado viernes, más de 40 eran veteranos de guerra como Ferreira. "La vida sin extremidades no tiene límites", es su lema.

OTRAS FACETAS DE MATÍAS.

Salvó a una bebé en un accidente de tránsito.

Aparecer en portadas de los diarios no es un hecho excepcional para Matías Ferreira. En octubre de 2015, cuando salía del ensayo de su boda (al otro día se casaba con su novia Tiffany), el uruguayo participó de un rescate en el distrito de Queens que fue ampliamente comentado en la prensa. Mientras iba manejando su camioneta, junto a su suegro y su hermano por el bulevar Cross Bay, presenció un choque y oyó los gritos desesperados de una madre que exclamaba: "¡Mi bebé, mi bebé!". Ferreira no dudó y se bajó a ayudar. Mientras el padre de su prometida y su hermano sacaban a la madre del coche que comenzaba a largar humo, Ferreira arrancó un reposacabezas, se metió en el asiento trasero y liberó al bebé de su asiento. "En ese momento no sabíamos si el coche estaba en llamas o no, lo único que sabíamos era que teníamos que salvarlos", contó Ferreira que esperó en el lugar hasta que llegaron la ambulancia y los bomberos.
Pasión por las motos, maratones y deportes.

La desgracia de sufrir la amputación de sus piernas no le imposibilitó a Matías Ferreira practicar deportes. Una vez que se recuperó del accidente y que comenzó a caminar con sus prótesis de titanio, Ferreira comenzó a jugar al softball —una variante del béisbol— en un equipo donde todos habían sufrido la amputación de sus extremidades inferiores. Con ellos viajó a varios estados y jugó contra otros equipos de veteranos militares y policías, también amputados. Fue mientras viajaba como parte de ese equipo que conoció en 2012 a su actual esposa, Tiffany, con quien tiene una hija de 2 años. Su pasión por los deportes también incluye haber participado de carreras de larga distancia en distintos estados, como la media maratón de Disney, en Florida; los 10 km del Cuerpo de la Marina, los 5 km de la Armada, y también las maratones de Detroit y de Nueva York. Otra de sus pasiones es conducir en motocicleta.


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