También tengo muy presente el proceso de implementación del Partido de la Concertación, donde se ejecutó una caza de brujas con voto firmado para certificar quienes le eran leal votando a favor de ese Frankenstein ideológico. Incluso en los últimos días estuvo en algunos medios de prensa afirmando que Amado era la persona más mala que conocía. Le recomiendo al Senador que incorpore a su dieta el ginkgo biloba que es bueno para la memoria, pues de seguro en su infancia entraban y salían de su casa personas de verdad malas.
Lo claro es que el Senador no entiende de política, cuando se disiente con él lo toma como un acto de traición, y falta de respeto a tal punto de bloquear en redes (he sido bloqueada en Twitter por el Senador) o retirar el saludo simplemente por pensar distinto.
Muchos se han empeñado en unir la trayectoria política de Pedro a la figura de su padre. Siempre opté por juzgarlo por sus acciones y no las de su progenitor, que son tema aparte. Lo cierto es que el propio Senador Bordaberry hace fuerza y pone empeño para que ambas trayectorias queden ligadas o al menos asociadas, haciendo honor a su apellido.
Este ha sido el caso de sus últimas declaraciones a la prensa, apoyando la iniciativa del Senador Jorge Larrañaga de aplicar censura al Ministro Bonomi y se llame a elecciones, y ha enfatizado en la retórica sobradora de que el Frente Amplio tiene miedo de escuchar al Pueblo y presentarse a elecciones anticipadas.
Como Convencional del Partido Colorado no puedo quedarme callada ante tales expresiones, porque el silencio implica complicidad. Las declaraciones del Senador Bordaberry son irresponsables y demuestran un descreimiento de la Democracia y del carácter pluralista de nuestro sistema político.
Lo único que ha hecho con sus dichos es desviar el foco de atención del tema en cuestión, para centrarnos en la obsesión de disolución de Cámaras que presenta a lo largo de la historia su porte de apellido. Hablemos claro, aunque sea este un mecanismo previsto en la Constitución, esto implica en los hechos un mecanismo revocatorio para hacer caer al gobierno de turno.
La oposición toda se ha centrado en diagnosticar como loro repetidor que para combatir la inseguridad hay que agravar las penas. Me consta que el Senador Bordaberry es un hombre de trabajo tenaz y estudio, por tanto lo insto a dedicarse a elaborar propuestas que sean constructivas y que no vayan en detrimento de la institucionalidad del país y nuestro orden republicano y democrático. Sus declaraciones son alarmantes y lo único que pueden causar son desestabilización política. El consuelo es que hoy las encuestas no le dan ningún tipo de respaldo, porque ya que hablamos de inseguridad, inseguridad es tener representantes de esta talla en nuestro Parlamento Nacional.
Como integrante del Partido Colorado hoy por hoy no me da la cara para pedir la renuncia del Ministro Bonomi. Hoy la renuncia habría que pedírsela al Senador Pedro Bordaberry, quien ha insultado al electorado colorado con su propuesta absolutamente anti Batllista y anti republicana.
Lo claro es que el Senador no entiende de política, cuando se disiente con él lo toma como un acto de traición, y falta de respeto a tal punto de bloquear en redes (he sido bloqueada en Twitter por el Senador) o retirar el saludo simplemente por pensar distinto.
Muchos se han empeñado en unir la trayectoria política de Pedro a la figura de su padre. Siempre opté por juzgarlo por sus acciones y no las de su progenitor, que son tema aparte. Lo cierto es que el propio Senador Bordaberry hace fuerza y pone empeño para que ambas trayectorias queden ligadas o al menos asociadas, haciendo honor a su apellido.
Este ha sido el caso de sus últimas declaraciones a la prensa, apoyando la iniciativa del Senador Jorge Larrañaga de aplicar censura al Ministro Bonomi y se llame a elecciones, y ha enfatizado en la retórica sobradora de que el Frente Amplio tiene miedo de escuchar al Pueblo y presentarse a elecciones anticipadas.
Como Convencional del Partido Colorado no puedo quedarme callada ante tales expresiones, porque el silencio implica complicidad. Las declaraciones del Senador Bordaberry son irresponsables y demuestran un descreimiento de la Democracia y del carácter pluralista de nuestro sistema político.
Lo único que ha hecho con sus dichos es desviar el foco de atención del tema en cuestión, para centrarnos en la obsesión de disolución de Cámaras que presenta a lo largo de la historia su porte de apellido. Hablemos claro, aunque sea este un mecanismo previsto en la Constitución, esto implica en los hechos un mecanismo revocatorio para hacer caer al gobierno de turno.
La oposición toda se ha centrado en diagnosticar como loro repetidor que para combatir la inseguridad hay que agravar las penas. Me consta que el Senador Bordaberry es un hombre de trabajo tenaz y estudio, por tanto lo insto a dedicarse a elaborar propuestas que sean constructivas y que no vayan en detrimento de la institucionalidad del país y nuestro orden republicano y democrático. Sus declaraciones son alarmantes y lo único que pueden causar son desestabilización política. El consuelo es que hoy las encuestas no le dan ningún tipo de respaldo, porque ya que hablamos de inseguridad, inseguridad es tener representantes de esta talla en nuestro Parlamento Nacional.
Como integrante del Partido Colorado hoy por hoy no me da la cara para pedir la renuncia del Ministro Bonomi. Hoy la renuncia habría que pedírsela al Senador Pedro Bordaberry, quien ha insultado al electorado colorado con su propuesta absolutamente anti Batllista y anti republicana.
Más el insulto ha sido a todo el Pueblo subestimándonos en un acto de demagogia recalcitrante.
Patricia Soria
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