Las fuentes recordaron que a fines de 2015 el General Manini Ríos había hecho circular en filas del Ejército un escrito en el que calificaba de "inaceptable" dicha reforma.
En otra exhibición de la inquietud que genera en filas castrenses la decisión del gobierno, la institución que nuclea a los uniformados en retiro sugirió que se le aplique un impuesto a las jubilaciones de ex presidentes, ex parlamentarios y otros ex jerarcas del Estado como forma de equilibrar las cuentas fiscales.
"¿Por qué razón, si se entiende que el Servicio de Retiros Militares es deficitario, no se considera de la misma forma al BPS? Recordemos que de aquí se pagan altas jubilaciones a expresidentes, senadores, diputados, ministros, directores de entes autónomos, cargos de particular confianza, etc.
Si es deficitario este servicio, ¿por qué no gravarlo con el mismo impuesto que se pretende aplicar al Servicio de Retiros Militares? ¿Acaso la situación no es la misma?", se pregunta el Centro Militar en un comunicado difundido ayer.
En la presentación que el ministro de Economía, Cr. Danilo Astori, y su equipo hicieron el martes 28 en la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda de la Cámara de Diputados, fueron expuestas las condiciones de retiro "particulares" que tienen los militares. Si bien los montos y edades de retiro promedio varían significativamente en función del grado y de la causal jubilatoria, en el documento que acompañó la presentación se informó que tanto los oficiales y jefes, así como los oficiales superiores, se retiran con una jubilación que supera ampliamente tanto el promedio de pasividades del Banco de Previsión Social (BPS).
Pero la cosa cambia cuando se trata de los oficiales superiores, quienes consiguen jubilaciones superiores a los $ 100 mil.
Astori dijo que la Caja Militar le está costando a Rentas Generales unos US$ 400 millones por año.
El régimen jubilatorio que los rige desde 1974 les permite a los militares, según el rango, irse de los cuarteles con 20 años de servicio y con menos de 50 años de vida.
Además, cada año de trabajo en el exterior se les computa doble, cobran como jubilación el 100% de su sueldo, reciben aguinaldo y, cuando mueren, buena parte del cobro de sus haberes son heredados por su familia
Dentro del personal subalterno, los suboficiales mayores se jubilan a los 55 años, los sargentos primero a los 52 años, los sargentos a los 50 años, los cabos de primera a los 48 años, los cabos de segunda a los 46 años; los soldados a los 45 años y los soldados de segunda a los 40 años.
Los retirado militares afirman que muchos de los números difundidos por el gobierno son ciertos pero otros son inexactos y no reflejan toda la verdad acerca de los retirados de las Fuerzas Armadas.
En el comunicado del Centro Militar se señala que el Servicio de Retiros Militares –ese es el verdadero nombre de la "caja" militar– recibe el aporte anual de aproximadamente US$ 300 millones de Rentas Generales mientras que el BPS es asistido anualmente con US$ 4.100 millones.
Dicen que esto sucede "sin que a las autoridades económicas se les genere alguna preocupación".
Además, consideran un exceso que el gobierno planee aplicar un gravamen a las jubilaciones militares más altas puesto que estas ya pagan IASS (Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social).
Dicen que los sueldos más altos de los militares en actividad no llega a los $ 100 mil y que un soldado cobra $ 14 mil. Aseguran que el 70 % de los retirados y pensionistas de las Fuerzas Armadas se lleva menos de $ 30 mil por mes.
Las Fuerzas Armadas tienen 27 mil efectivos en actividad, 35 mil retirados y 15 mil pensionistas. l
Según dijo el economista Ernesto Talvi, Uruguay no entró en crisis pero está en dificultades.
Y, además, el director del Centro de Estudios de
la Realidad Económica y Social (Ceres) tiene dudas de que el ajuste
fiscal resuelto por el gobierno sea suficiente para equilibrar las
cuentas del país.
Eso que advierte este economista centrista y liberal, también lo sienten los principales jerarcas del gobierno del Frente Amplio quienes analizan una batería de medidas para evitar que el año que viene tengan que aumentar otra vez los impuestos o, a más corto plazo, elevar el costo de las tarifas públicas.
Ya anunciados las nuevas tasas del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF), el equipo económico se apresta apretar tuercas sueltas como las que, por ejemplo, les permiten a los militares preservar un sistema previsional de privilegio que le cuesta al Estado unos US$ 450 millones por año.
Fuentes del oficialismo dijeron a El Observador que la reforma que se planea aplicar en esa caja apunta directamente a desestimular el retiro de los militares –mayormente del personal superior- que alentados por un régimen jubilatorio que los rige desde 1974, les permite, según el rango, irse de los cuarteles con 20 años de servicio y con menos de 50 años de vida.
Además, cada año de trabajo en el exterior de los uniformados se les computa doble, cobran como jubilación el 100% de su sueldo, reciben aguinaldo y, cuando se mueren, buena parte del cobro de sus haberes son heredados por su familia
.
Dentro del personal subalterno, los suboficiales mayores se jubilan a los 55 años, los sargentos primero a los 52 años, los sargentos a los 50 años, los cabos de primera a los 48 años, los cabos de segunda a los 46 años; los soldados a los 45 años y los soldados de segunda a los 40 años.
En el gobierno advierten -como ya lo habían advertido las anteriores administraciones- que ese régimen es un incentivo para abandonar tempranamente la actividad militar. Sobre todo si se tiene en cuenta que, una vez retirados, los efectivos pueden seguir trabajando en el ámbito privado.
Una de las soluciones que se maneja es la de llevar a 60 años, aunque los detalles de la propuesta vienen siendo manejados en conjunto por parte del Ministerio de Economía y el Ministerio de Defensa
Se sabe sí que los derechos adquiridos por quienes ya están jubilados no serán tocados.
También serán contemplados aquellos casos en los que los involucrados tengan los años necesarios para jubilarse (si así no fuera, evalúan en el gobierno, se generaría una catarata de retiros voluntarios).
Eso que advierte este economista centrista y liberal, también lo sienten los principales jerarcas del gobierno del Frente Amplio quienes analizan una batería de medidas para evitar que el año que viene tengan que aumentar otra vez los impuestos o, a más corto plazo, elevar el costo de las tarifas públicas.
Ya anunciados las nuevas tasas del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF), el equipo económico se apresta apretar tuercas sueltas como las que, por ejemplo, les permiten a los militares preservar un sistema previsional de privilegio que le cuesta al Estado unos US$ 450 millones por año.
Fuentes del oficialismo dijeron a El Observador que la reforma que se planea aplicar en esa caja apunta directamente a desestimular el retiro de los militares –mayormente del personal superior- que alentados por un régimen jubilatorio que los rige desde 1974, les permite, según el rango, irse de los cuarteles con 20 años de servicio y con menos de 50 años de vida.
Además, cada año de trabajo en el exterior de los uniformados se les computa doble, cobran como jubilación el 100% de su sueldo, reciben aguinaldo y, cuando se mueren, buena parte del cobro de sus haberes son heredados por su familia
.
Dentro del personal subalterno, los suboficiales mayores se jubilan a los 55 años, los sargentos primero a los 52 años, los sargentos a los 50 años, los cabos de primera a los 48 años, los cabos de segunda a los 46 años; los soldados a los 45 años y los soldados de segunda a los 40 años.
En el gobierno advierten -como ya lo habían advertido las anteriores administraciones- que ese régimen es un incentivo para abandonar tempranamente la actividad militar. Sobre todo si se tiene en cuenta que, una vez retirados, los efectivos pueden seguir trabajando en el ámbito privado.
Una de las soluciones que se maneja es la de llevar a 60 años, aunque los detalles de la propuesta vienen siendo manejados en conjunto por parte del Ministerio de Economía y el Ministerio de Defensa
Se sabe sí que los derechos adquiridos por quienes ya están jubilados no serán tocados.
También serán contemplados aquellos casos en los que los involucrados tengan los años necesarios para jubilarse (si así no fuera, evalúan en el gobierno, se generaría una catarata de retiros voluntarios).
La
reforma impactará en quienes ya están aportando para una futura
jubilación y todavía no tienen los requerimientos para hacerlo.
Se estima que al desestimular la jubilación crecerá la cantidad de personal activo y, de esa manera, empezará a desinflarse el déficit.
Otro de los privilegios que está en la mira del gobierno es la denominada "ley zanahoria" que establece que un oficial que se retira con determinados años de servicio en su grado, no puede cobrar menos que otro colega de su misma jerarquía que ya esté jubilado.
Los sueldos de los militares van desde algo más de $ 10 mil pesos (soldado de segunda) a casi $ 100 mil en el caso de un teniente general.
Se estima que al desestimular la jubilación crecerá la cantidad de personal activo y, de esa manera, empezará a desinflarse el déficit.
Otro de los privilegios que está en la mira del gobierno es la denominada "ley zanahoria" que establece que un oficial que se retira con determinados años de servicio en su grado, no puede cobrar menos que otro colega de su misma jerarquía que ya esté jubilado.
Los sueldos de los militares van desde algo más de $ 10 mil pesos (soldado de segunda) a casi $ 100 mil en el caso de un teniente general.
El
presidente de la República Dr. Tabaré Vázquez ha dicho que esos cambios se concretarán en
una ley diferente a la del proyecto de Rendición de Cuentas que está a
punto de entrar en el Parlamento.
Se estima que las nuevas normas estarán impactando en las arcas estatales en un plazo de dos o tres años.
El ministro de Economía, Cr. Danilo Astori, ha dicho que la reforma se torna impostergable.
El ministro de Economía, Cr. Danilo Astori, ha dicho que la reforma se torna impostergable.
"La recaudación del
servicio de pensiones y pasividades de las Fuerzas Armadas equivale al
19 % de las pasividades que paga, y eso tiene una repercusión fiscal
enorme", advirtió.
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