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lunes, 25 de julio de 2016

AMOK: SINDROME DE LOS ASESINOS MASIVOS

El autor del tiroteo en el que murieron nueve personas en Múnich, un joven alemán de origen iraní de 18 años sin antecedentes policiales, padecía de un síndrome conocido como Amok.

De hecho, la Policía encontró escondido en el dormitorio del joven el libro: “Amok, por qué matan los estudiantes”. La obra recoge las investigaciones sobre el conocido como 'síndrome Amok', que se ha identificado en varios casos de asesinatos cometidos por jóvenes y que estaría relacionado con una explosión súbita de ira que provoca ataques indiscriminados contra todo aquel que se cruce a su paso.
Para los especialistas Amok es un síndrome cultural y consiste en una súbita y espontánea explosión de rabia salvaje, que hace que la persona afectada corra y ataque, hiera o mate indiscriminadamente a todo ser vivo que aparezca en su camino, hasta que el sujeto es inmovilizado o se suicida. 

El término tiene varios antecedentes. El más notable proviene de la literatura, es una de las novelas clásicas del gran Stefan Zweig.
Precisamente narraba el caso de un chico a bordo de un buque en 1912 que padece una explosión de furia y que Zweig, muy dado al psicologismo tomó de la cultura indonesia como un caso notable que le había llamado la atención. El término proviene, precisamente, de la cultura indonesia y presumiblemente data de varios siglos.

Según Wikipedia, la definición fue dada a conocer por el psiquiatra usamericano Joseph Westermeyer en 1972. El especialista lo definió como un "ataque homicida salvaje precedido por lo general de un período de preocupación, pesadumbre y depresión moderada. Tras el ataque, la persona queda exhausta, a veces con una amnesia completa y eventualmente, acaba suicidándose".

La Organización Mundial de la Salud define al Amok como "un episodio aleatorio, aparentemente no provocado, de un comportamiento asesino o destructor de los demás, seguido de amnesia y/o agotamiento. A menudo va acompañado de un viraje hacia un comportamiento auto-destructivo, es decir, de causarse lesiones o amputaciones llegándose hasta el suicidio".

En 2012, según se cita en el diario La Información, la escritora alemana Ines Geipel documentó el síndrome en un libro en el que analiza cinco casos de asesinos de este tipo. "La locura asesina se ha convertido en un fenómeno global”, explica Geipel, que identifica un perfil similar.

La especialista asegura que se trata de jóvenes de ciudades pequeñas, que en la mayoría de los casos sufrieron acoso escolar y tienen problemas de convivencia familiar. Es frecuente que sean lectores compulsivos y aficionados a los juegos electrónicos y a la realidad virtual.

El nombre procede de la palabra malaya meng-âmok, que significa “atacar y matar con ira ciega”, pues fue allí donde fue observado este fenómeno por primera vez. De hecho, la Real Academia define «amok» del modo siguiente: "Entre los malayos, ataque de locura homicida". En algunos contextos su aparición se sigue limitando a ciertos espacios geográficos: incluso la Asociación Americana de Psiquiatría la clasificaba hasta hace pocos años como una de las "enfermedades ligadas a fenómenos culturales"3 y la vinculaba, como en tantos otros casos con el dhat (propio de la India) y el latah (que aparece en el Sureste de Asia y el Pacífico Sur). Sin embargo, se ha descrito en otros ámbitos culturales bajo denominaciones diferentes, como berserk en Escandinavia, cafard en Polinesia, iich’ aa entre los indios navajos, etc. Además, la Criminología caracteriza muchos asesinatos masivos como productos de este síndrome.

En su momento, el amok interesó especialmente a la psiquiatría transcultural y sus comparaciones de cuadros clínicos de diferentes culturas y al debate sobre la universalidad de las nosologías.4

El amok guarda cierta semejanza con la secuencia de explosión-bloqueo, propia de personalidades explosivo-bloqueadas.5

¿Otros Amok?

Según varias publicaciones, el último ataque relacionado con este síndrome fue el de la Escuela de Sandy Hook, en Connecticut (USA), en 2012. Allí un joven de 20 años asesinó a 27 personas, entre ellos 20 niños. Adam Lanza se suicidó poco después de cometer la masacre.

El mayor asesinato masivo, desencadenado por este trastorno, tuvo lugar en 2007, y también en USA, cuando un joven estudiante de literatura inglesa, de origen surcoreano, Seung-Hui Cho, asesinó a 33 personas en la Universidad de Virginia Tech. El agresor también se quitó la vida tras los hechos.


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