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lunes, 18 de abril de 2016

URUGUAY: CRONICA DE UNA FOTOCOPIA ANUNCIADA

El conocido escritor Leonardo Haberkorn Manevich (Montevideo, 27-12-1963) buscó y publicó, un largo e interesante detalle del camino recorrido en la respectiva comisión del Senado del proyecto de reforma que permitiría realizar fotocopias de publicaciones sin tener que pagar derecho de autor. Se trata de un proyecto impulsado por el Centro de Estudiantes de Derecho que modifica la ley 9.739 del 17 de diciembre de 1937.


El proyecto de ley pasa ahora a la Cámara de Diputados para su consideración. Si se aprueba sin cambios pasará al Poder Ejecutivo para su promulgación y puesta en práctica.

La iniciativa legaliza la fotocopia de libros para uso personal y sin fines de lucro.
Esto permitirá a los estudiantes fotocopiar capítulos o hasta regularizar la descarga de información de la plataforma virtual Eva de la universidad, según se informa en las redes sociales de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU).

El texto del proyecto había sido aprobado por unanimidad en la comisión.

El proyecto para crear excepciones al derecho de autor entró a la Comisión de Educación y Cultura del Senado el 7 de julio de 2015 con las firmas de los senadores Patricia Ayala, Sandra Lazo, Ivonne Passada, Daniela Payssé, Lucía Topolansky, Mónica Xavier, Ernesto Agazzi, Andrés Berterreche, Marcos Carámbula, Leonardo de León, Antonio Gallicchio, Rubén Martínez Huelmo, Marcos Otheguy, Yerú Pardiñas y Enrique Pintado. La bancada completa del Frente Amplio, exceptuando al vicepresidente Raúl Sendic.

El proyecto ya incluía el polémico artículo 15, aunque en esa primera versión llevaba el número 14.
Según ese inciso “es lícita la reproducción por cualquier medio, de una obra o prestación protegida, ordenada y obtenida por una persona física, en un solo ejemplar para su uso personal y sin fines de lucro, no requiriendo autorización del autor o titular".
Es decir, cualquiera puede fotocopiar cualquier libro. No se necesita que sea con motivos educativos o de enseñanza.

El 9 de setiembre de 2015 la Comisión recibió a la Cámara Uruguaya del Libro. Presidió la sesión Constanza Moreira. Asistieron Ivonne Passada, Marcos Carámbula y José Mujica por el Frente Amplio; Verónica Alonso y Jorge Saravia (suplente de José Carlos Cardoso) por el Partido Nacional y José Amorín por el Partido Colorado.
No faltó nadie.

El abogado Luis Fernando Iglesias, integrante de la delegación de la Cámara del Libro, se refirió al polémico artículo. Explicó que en otros países esas fotocopias pagan un canon que sustituye al derecho de autor.
“También figura en la iniciativa la autorización de la copia privada en un solo ejemplar”, dijo. “Hay una serie de trabajos realizados por diferentes organizaciones como, por ejemplo, Cedro, en España, que trabaja en el tema de la recaudación de los que realizan fotocopias para que parte del dinero les llegue también a los autores y a los que tienen los derechos de autoría de las obras. En este proyecto de ley se establece que la copia privada se permite, pero no se fija ningún contrapeso para la otra parte”.
El tratamiento del proyecto siguió adelante. El 9 de marzo de 2016 la Comisión recibió a sus impulsores, la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU)
Presidió la comisión la senadora Moreira. Concurrieron Passada y Mujica por el oficialismo, Verónica Alonso y Saravia por el Partido Nacional y Amorín por el Partido Colorado.
Faltó Carámbula.
Marcio Mañana, secretario de Comunicación del FEUU, dijo que el proyecto cuenta con el apoyo de varias organizaciones. “Comenzamos una articulación bien amplia de organizaciones sociales, como Creative Commons, Derecho a la Cultura, APU, Asociación de Bibliotecólogos del Uruguay, la Universidad de la República y el PIT-CNT”.
APU es el sindicato de periodistas. Derecho a la Cultura se presenta en su web como “un movimiento de artistas, estudiantes, docentes, músicos, bibliotecarios, escritores, militantes del software libre y organizaciones sociales” que se reunió para militar contra de la extensión del plazo de vigencia de los derechos de autor. Creative Commons es una organización sin fines de lucro con sede en Estados Unidos que propugna compartir los contenidos culturales y que recibe apoyo de firmas como Microsoft y Google.
“Todos se plegaron y acompañaron la propuesta de los estudiantes”, agregó Mañana.
Santiago Pérez, secretario de cogobierno de la FEUU, dijo que “es importante dejar en claro que la Universidad toda está detrás de este proyecto de ley”.
El único que pareció referirse al polémico artículo 15 fue Nicolás Brener, exintegrante del Centro de Estudiantes de Derecho.
Brener pareció defender que cualquiera pueda fotocopiar cualquier libro en forma íntegra para uso personal. Se refirió a un artículo que “despenaliza una situación que se puede ver todos los días –inclusive, me atrevería a decir que se ve hasta en el Parlamento– y es que todos fotocopiamos aunque sea un pedacito de libro ya sea para estudiar un proyecto de ley o para otra cosa”.
No hubo preguntas sobre este punto.
Florencia Ualde, ex integrante del Centro de Estudiantes de Derecho, agregó que “en otras partes del mundo, esta propuesta que estamos haciendo es lo normal; es decir, no es la excepción como ocurre acá, sino la regla”.
El senador Mujica intervino:
“Es claro que estoy de acuerdo con el proyecto de ley, pero por mi experiencia me gustaría saber qué dicen, desde el punto de vista jurídico, los abogados que defienden a las editoriales, porque estamos acostumbrados que estas cuestiones se solucionen en la Corte. Siento desconfianza porque el derecho de autor es un derecho de propiedad intelectual y, por lo tanto, puede haber reclamos. Entonces, quisiera saber si nuestros invitados tienen algún panorama en ese sentido”.
Brener hizo una larga explicación sobre el apoyo técnico con que cuenta el proyecto, pero no dio nombres de ningún jurista.
Amorín preguntó: “Quisiera saber las fuentes y los nombres de los catedráticos que apoyan esto”.
“Las doctoras Beatriz Bugallo y Mariella Leles fueron las dos profesoras que están de acuerdo con esto”, respondió Brener.
Amorín se mostró satisfecho: “Y que, además, son grandes defensoras de la propiedad intelectual”, afirmó.
Los senadores no hicieron más preguntas. Ninguno le trasladó a los integrantes de la FEUU los argumentos que antes había vertido el abogado Iglesias, de la Cámara del Libro.
La delegación de la FEUU se retiró.

Antes de levantar la sesión, la presidenta la Comisión, la senadora Constanza Moreira dijo: “La semana próxima es la última sesión antes de Semana de Turismo –Santa, de la vuelta ciclista, o cómo se quiera llamar–, pero como es un proyecto de ley breve, quizás podamos hacer un rápido tratamiento”.
El 16 de marzo de 2016 la Comisión volvió a reunirse.
Presidió la sesión la senadora Moreira. Participaron Zulimar Ferreira (suplente de Passada), Andres Berterreche (suplente de Mujica), Eduardo Lorier (suplente de Carámbula), Jorge Saravia (suplente de Cardoso) y Amorín.
Faltó y no fue sustituida, la senadora Verónica Alonso.
Moreira volvió a urgir el trámite:
“Ante todo, quisiera consultar a los integrantes de la Comisión si, dado que tenemos la Semana de Turismo, podemos trabajar todo el mes –en lugar de hacerlo hasta el 18–, a los efectos de darle aprobación cuanto antes. Es decir que sesionaríamos el miércoles 30 de marzo”.
Nadie se opuso.
Moreira anunció que el Consejo de Derechos de Autor, órgano especializado del Ministerio de Educación y Cultura, “envió una carta con una serie de consideraciones sobre la iniciativa que estamos considerando; prácticamente podría decirse que han redactado uno nuevo”.
Se decidió analizar las diferencias entre el viejo proyecto (el de la FEUU) y el nuevo (del MEC).
Cuando se llegó al polémico artículo 15, la senadora Moreira hizo notar que “este numeral no tiene equivalente” en la alternativa enviada por el Consejo de Autor. Es decir, en el proyecto enviado desde el MEC nada se decía sobre este punto: no estaba, no era una excepción que se considerara incluir en la ley.
Había que elegir si consagrar el derecho a que cualquiera pueda fotocopiar cualquier libro para su uso personal (como propone la FEUU) o no hacerlo (como proponía el Consejo de Derecho de Autor del MEC).
Moreira abogó por afiliarse a la posición de la FEUU:
“A mí me parece que esto está bien. Se habla de una persona, para uso personal”, argumentó.
Saravia apoyó: “La fotocopia de un libro, para uso personal, está autorizada”.
Amorín mostró dudas: “La gente del Consejo de Derechos de Autor tendrá que explicarnos por qué esto no aparece en el texto de ellos, si es que efectivamente es así. Esta ley trata de excepciones a la norma general. O sea, en lo que no está acá, sigue vigente la norma general: no se puede hacer reproducción. Entonces, hay que saber por qué no hay una propuesta”.
Moreira dijo: “Vamos a hacer las consultas del caso”.

Las averiguaciones se hicieron en la siguiente sesión, el 30 de marzo.
Presidió Moreira. Asistieron Passada, Carámbula y Mujica por el Frente Amplio, y Amorín por el Partido Colorado.
Faltaron los dos senadores del Partido Nacional, Verónica Alonso y José Carlos Cardoso, que no enviaron suplentes. No estuvo el senador Saravia que venía asistiendo en reemplazo de Cardoso.
La sesión era clave porque el Consejo de Derechos de Autor del Ministerio de Educación y Cultura explicó por qué no consideraba incluir un artículo del tenor del 15, que permite que cualquiera fotocopie cualquier libro. Pero no hubo nadie del Partido Nacional presente.
Moreira les dijo a los visitantes del MEC que “los estudiantes nos han hecho hincapié en este tema de la copia privada” y eso “desaparece en el proyecto de ustedes”.
“Nos gustaría que hicieran algún comentario”, los invitó.
Silvia Pérez, abogada y presidenta del Consejo de Autor, sostuvo que el tema de la “copia privada” ha merecido diversas formas de legislación en el mundo: “No logramos un consenso sobre el tema de copia privada dentro del consejo y en el Poder Ejecutivo, porque el tema de la copia privada es mucho más extenso”.
“En realidad, es un tema de técnica legislativa la opción de cómo legislar sobre copia privada. Se ha legislado desde el año 1982 hasta el 2010, en el último proyecto de ley de Chile, que no lo recoge a texto expreso”, agregó.
Manifestó que se legisló al respecto “en distintos países de Europa” pero “ha sido un poco compleja su forma de aplicación y todavía no se tiene claro cómo se ha hecho. Es por eso que no hemos logrado ese consenso”.
Amorín preguntó: “¿Nos podrían poner un ejemplo de cómo funcionaría esto, es decir, cuál es la excepción que estamos dejando de lado?”
Otro integrante del Consejo de Autor del MEC, el abogado José Antonio Villamil, afirmó: “Cuando apareció la fotocopiadora primero se limitó y después se generó lo que se llamaba el canon por copia privada. Pero con relación al canon por copia privada, que es un tema fundamentalmente europeo, el problema es a qué se aplica, cuál es el hecho generador, qué tarifa se cobra, cómo se recauda y cómo se distribuye, lo que en las legislaciones genera todo un problema. Alcanza con ver, por ejemplo, en la legislación de Ecuador –que tiene la copia privada remunerada–, la cantidad de artículos que fue necesario redactar a los efectos de regular ese tema. El problema es definir claramente qué es lo que se quiere hacer con la copia privada: si es la de respaldo, para poder usar en otro soporte o quizás se esté pensando en otro tipo de situaciones. Esa es, justamente, la complejidad del tema y es allí que el legislador debe establecer límites, teniendo extremo cuidado para que la excepción guarde el debido equilibrio en el caso de que se llegara a consagrar con el derecho del autor”.
Villamil continuó: “El fin es evitar una serie de reproducciones que, en definitiva, terminarían afectando no solamente el derecho del autor sino también el de los editores y el de la industria editorial en su totalidad. Ese es el tema en consideración que, a nuestro juicio, es extremadamente dificultoso. Por eso entendemos que el Poder Ejecutivo no se va a pronunciar ni va a plantear ninguna alternativa”.
Amorín dijo: “Coincido con el Poder Ejecutivo”.
Los demás senadores guardaron silencio. Nadie del oficialismo preguntó ni afirmó nada respecto a los argumentos brindados por los representantes del Poder Ejecutivo, especialistas en derecho de autor.
Los blancos no estaban.
Moreira habló: “Agradecemos a los representantes del Consejo de Derechos de Autor del Ministerio de Educación y Cultura la información brindada”.
Luego dijo:
“Nosotros tendríamos todo el proyecto de ley acordado para que se votara en la próxima sesión, salvo la copia privada –que es para uso personal y en la que no hay consenso”.
Se levantó la sesión.
La siguiente sesión fue el 6 de abril.
Presidió Moreira. Asistieron Passada, Berterreche (suplenete de Mujica), Lorier (suplente de Carámbula), Saravia (suplente de Cardoso) y Amorín.
No asistió Verónica Alonso y no hubo suplente.
Se recibió a los integrantes del Sindicato de Trabajadores de la Fundación de Cultura Universitaria, también opuestos al polémico artículo 15.
Moreira le preguntó a los trabajadores: “Lo que nosotros le llamamos copia privada. ¿Ustedes proponen eliminarlo?”
Respondió Jorge Ingold en forma tajante: “Exactamente. Consideramos que este numeral habilita, de hecho, a un número ilimitado de reproducciones y a copiar libros completos en cualquier ámbito y por cualquier persona, cosa que se contradice totalmente con el carácter de excepción que plantean los numerales anteriores del proyecto”.
Y agregó: “Una copia no afecta a nadie, pero la sumatoria de copias hace que estas lleguen a ser muchísimas y el perjuicio sea muy grande. La excepción se transforma en regla. Por lo tanto, a nuestro criterio no debe incluirse en el proyecto de ley”.
La delegación de la Fundación de Cultura Universitaria se retiró.
Los senadores pasaron a darle forma definitiva al proyecto de ley. Los argumentos en contra del artículo 15 oídos de boca de los representantes de la Cámara del Libro, la Fundación de Cultura Universitaria y el propio Ministerio de Educación y Cultura no merecieron ninguna consideración.
Ni una palabra.
“Me parece que la copia privada debería figurar en el proyecto; es decir que estoy de acuerdo con incluir este numeral”, dijo la senadora Moreira.
“Comparto lo dicho por la señora presidenta, sabiendo que no hubo acuerdo por parte del Consejo, que fue uno de los que nos marcó que no tenía un consenso general sobre este numeral. Creo que estamos en condiciones de darle la interpretación original que traía el proyecto”, apoyó Passada.
“Estoy de acuerdo”, se sumó Lorier.
“Comparto la idea de que el numeral debe estar en el proyecto, porque además define muy claramente un tema en el que ellos no pudieron ponerse de acuerdo. Hay una posición a favor y otra diferente, pero yo comparto la que está a favor”, apoyó Saravia.
“Estoy de acuerdo”, concluyó Berterreche.
Votaron. Al parecer el senador Amorín se había retirado, porque no votó.
“5 en 5. Afirmativa. Unanimidad”.
Así el polémico artículo 15 avanzó a pesar de todas las opiniones en sentido contrario.


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