-- --

Buscar información

Facebook y Twitter

lunes, 9 de noviembre de 2015

LA OPINION DE E. VALENTI: PARA QUÉ FUE CREADO EL APARATO MILITAR DEL PARTIDO COMUNISTA ?

La historia no debe ser una sucesión de anécdotas, de personajes, algunos de ellos entrañables e inolvidables para nosotros. De esas historias parciales, que no deben desaparecer ni ser borradas, se puede construir el relato en su conjunto, pero hay que agregar una visión general y el análisis. No se contribuye a escribir la historia, tocando solo los aspectos humanos, las sensibilidades, las nostalgias por otros tiempos de épicas, aventuras y riesgos diferentes, se aporta preguntando y buscando respuestas incómodas. La historia debe incluir esas preguntas incomodas, las que para encontrar las respuestas, necesitamos afrontar momentos cruciales del pasado, incluso de nuestras vidas. Y no puede construirse desde el presente a gusto y gana del consumidor y de los intereses circunstanciales, grandes o menudos. Debe tratar de reflejar la realidad, asumiendo que puede haber realidades diferentes, visiones de la realidad desde ópticas diferentes. Incluso de la historia. Lo que no debe haber es ocultamiento. El aparato militar del PCU existió y es absurdo negarlo o hacerse los desentendidos. Es más yo lo integré y no me arrepiento de nada. Una cosa es la autocrítica profunda y analítica, que no asegura por ello el acierto, y otra muy distinta es la huida. Por eso preguntarnos ¿para qué debía servir el aparato militar del Partido Comunista? Y agregarle ¿para qué se utilizó ese aparato?, ¿por qué no se emplearon todas sus capacidades combativas y militares? Y por último ¿qué diferencia tuvo con otros aparatos militares de otros sectores políticos? considero que es una obligación. Afrontada muy tarde. Es posible que la edad, la nostalgia o lo que sea, me hagan usuario últimamente del espejo retrovisor, pero no quiero mentirme a mí mismo o mentirle y ocultarle a mi gente, los uruguayos, los izquierdistas, los ex y los comunistas. Son temas que de una u otra manera nos atañen a todos. Estas historias no están escritas por contraposición, cada uno tiene derecho a contar su propia historia y si otros fueron más audaces, más productivos, más imaginativos, a la cara de ellos. El problema son los relatos que cada uno puede construir y difundir. El aparato militar o armado del Partido Comunista, fue la organización armada con mayor capacidad de movilizar efectivos, poder de fuego y empleo de medios técnicos y de apoyo, que existió en el Uruguay entre las diversas fuerzas políticas. Sin embargo nunca entró en acción en forma ofensiva y sus principales tareas fueron de apoyo a la organización política clandestina del PCU entre 1973 y 1978. El Partido Comunista formó ese aparato con diversos objetivos. Primero porque había definido en sus principales documentos y sus principales dirigentes que la revolución en América latina tenía las más altas posibilidades de ser violenta y por lo tanto armada. Eso no dependía de la voluntad democrática de las diversas sociedades sino de la combinación de varios factores: de la política de dominación que el imperialismo norteamericano aplicaba en esta región, la débil vocación democrática de las clases dominantes y los aparatos armados de la mayoría de nuestros países y por algo mucho más general que muchas veces se olvida, por la visión teórica del marxismo leninismo, en particular sobre la dictadura del proletariado. No en todas las situaciones y países era igual, ni se presentaría de la misma manera, ni todos los Partidos Comunistas tuvieron sus aparatos militares, pero no es justo referir su existencia solo a la guerra fría. Ese era parte del escenario y no de las causas profundas. Nada tenía que ver esa concepción con una visión putchista o de uso en cualquier circunstancia de la violencia y el aparato armado. La vida lo demostró con creces. También sería falso decir que fue creado solo para enfrentar un eventual golpe de estado. Ese podía ser un desencadenante, pero la visión era mucho más estratégica, era seguir de largo. Y en ese seguir de largo jugó un papel fundamental nuestra visión peruanista, es decir, que una parte de los militares no solo se enfrentaran contra los golpistas, sino que estuvieran de acuerdo con un proceso nacionalista, avanzado y cuando más radical mejor. Y de allí proviene nuestro error en la valoración de los comunicados 4 y 7. No me lavo las manos, asumo toda mi responsabilidad como dirigente comunista de esa época. El error más grave no fue de "inteligencia", sobre quiénes eran los sectores militares que estaban detrás de esa operación, sino de fondo, no valorar el fracaso estratégico de esas posiciones, como sucedió en toda América Latina. Incluso el caso de Venezuela, es el ejemplo más abrumador de ese fracaso. Chávez fracasó estrepitosamente con su golpe de estado y triunfó por las urnas y por la política. El aparato militar no estaba concebido para actuar solo, era imprescindible una fractura militar. Eso no quiere decir que no tenía un papel importante en una eventual defensa armada de la democracia, reuniendo diversas fuerzas contra el golpe, pero reducirlo únicamente a ese papel, sería parcial y por ello falso. Es más, existió un plan específico para actuar en forma conjunta en caso de un golpe de estado. En las definiciones teóricas y políticas del PCU convivieron dos tendencias, dos fuerzas en tensión: una innegable y creciente defensa de la democracia, con su propia base teórica, su referencia a la elaboración marxista sobre el tema y por otro lado una visión revolucionaria en el sentido épico y militar del concepto, con nuestra propia elaboración, en particular de Rodney Arismendi. Todo eso apoyado en el total respaldo a la dictadura del proletariado como piedra angular de la propia identidad del partido. No me refiero a dos grupos, o fracciones, sino a tendencias internas a nuestro pensamiento. La vida nos fue cambiando. Es obvio que el PCU que salió de la dictadura, era una fuerza donde el apego democrático era total y absoluto, aunque no siempre hicimos una síntesis política explícita de los cambios. El que se jugó más claramente en ese sentido fue Jaime Pérez cuando en un recordado reportaje televisivo en Canal 10, dijo con todas las letras y para responder a una pregunta sobre la dictadura del proletariado, que él estaba en contra de cualquier tipo de dictadura. Y bien caro que lo pagó, en primer lugar dentro del propio partido comunista. Otro factor que nos cambió a todos, fue el Frente Amplio. Nunca fue un "Frente Popular", un escalón más amplio del proceso de la toma del poder hacia el socialismo. No tengo dudas que había compañeros que así lo concibieron, pero también nos cambió a todos, nos hizo más democráticos, más amplios y sobre todo capaces de convivir con otras opiniones de izquierda y progresistas muy diversas y con todo el espectro político nacional. La unidad y los Frentes son una cosa contados, y otra muy diferente vividos. Y la vida del FA fue fundamental para los cambios y la renovación profunda de la izquierda, sobre todo en un sentido democrático y republicano. ¿Por qué el PCU no utilizó con todo su potencial su aparato militar durante o luego del golpe de estado? Por una razón bastante básica y simple, porque hubiera sido derrotado inexorablemente, no existía ninguna posibilidad de enfrentar y derrotar a todas las fuerzas armadas y de policía. Ninguna. Y la derrota hubiera representado un baño de sangre y el asesinato de miles de combatientes. Eso desde el punto de vista práctico, pero hay también una razón más honda, que nunca hemos discutido: los comunistas uruguayos no estaban preparados sicológica y humanamente para salir a matar a otros uruguayos. Y esa contradicción estaba en la base del carácter popular del PCU. Eso cambió por la dura experiencia de la represión durante la dictadura. Que no hubiera reacciones individuales o de pequeños grupos de cualquier bandera de izquierda contra los asesinos, torturadores y desaparecedores, es una muestra de la madurez de todos. El odio existía, vaya si existía. En las muchas conversaciones en que he participado - todas extraoficiales y de boliche - sobre la no utilización del aparato militar, nunca encontré a nadie que defendiera a fondo esa posibilidad, pero también es cierto que la pregunta flotó en el aire durante mucho tiempo y nunca la afrontamos como correspondía. De frente y orgánicamente. Hay una pregunta que podría ser ociosa, ¿Qué diferencia había entre el aparato militar del PCU y otros aparatos armados en el Uruguay? Me refiero en particular al MLN. Podría ser ociosa, porque las respuestas están en la realidad, el PCU nunca utilizó su aparato para operaciones de propaganda armada. Porque en definitiva, ese fue el rol central de las acciones militares del MLN. Podría agregarse que fuera de ese esquema, aunque también contribuyeron a la propaganda, se desarrollaron operaciones de fugas masivas de presos y de recaudación de recursos de forma armada para la acción guerrillera. La otra faceta fueron los atentados contra determinados militares, policías y civiles y los secuestros. Nunca pasó de esa fase, nunca puso en peligro realmente el poder real de los sectores dominantes y cuando emprendió la última fase de sus acciones punitivas, en abril de 1972, la respuesta conjunta de los cuerpos militares, en particular de las Fuerzas Armadas, destruyó el aparato militar y político del MLN en algunos meses. Ese mismo aparato fue la base, a la salida de la dictadura de la reconstrucción del MLN y posteriormente del MPP a nivel político electoral, llegando hasta la lista 609. A pesar de las diferencias notorias de época, los éxitos electorales innegables del MPP son la demostración más acabada y completa del error táctico y estratégico de emprender la lucha armada en el Uruguay y su fracaso. Todo esto previsto y advertido nada menos que por Ernesto Guevara, "el Che" Las diferencias políticas, ideológicas, metodológicas entre el PCU y el MLN tenía en su base una visión totalmente distinta de la realidad política y social del Uruguay y por encima de todo la concepción de que era la política y no las armas la que debía definir el curso de la acción. El PCU junto a otras fuerzas políticas de izquierda y progresistas muy amplias optaron por el Frente Amplio, el MLN insistió hasta el final en la lucha armada. Y no hubo ninguna coordinación, en menos en el desvarío del plan del 14 de abril de 1972. Si hubo solidaridad de principios de parte del PCU y a pesar de las serias diferencias. Los principios valen cuando se arriesga por ellos... Todos tenemos elementos para hacer el balance de esas diferencias, muchos años después y con el diario del lunes. Pero hay que tener siempre en cuenta que el diario del lunes no es despreciable e inútil, sale inexorablemente después del domingo... Y entonces ¿para qué se utilizó el aparato militar del PCU? Cuando la represión diezmó los equipos organizativos de apoyo a la dirección del PCU clandestino, e incluso los primeros grupos de la dirección fueron detenidos, se apeló al último recurso: al aparato militar para acciones de enlace y logísticas. Fue por extrema necesidad y fue un error. Todos sabemos cómo terminó. No había sido preparado, ni organizado para ser enlaces de la dirección y si bien sus estructuras de transporte y logística realizaron importantes aportes, también demostraron que su contacto con la actividad clandestina de la dirección las hizo mucho más vulnerables y a su vez golpeó con sus infiltrados o traidores a la propia dirección clandestina del PCU. No fue por eso que cayeron en las grandes redadas de finales de 1975 en el marco del Plan Morgan, fue por un gran traidor o infiltrado (es un tema en debate, referido a Alvaro "el pato" Coirolo) y otros traidores y delatores de menor importancia. Ese, el de los delatores, o infiltrados, hubiera sido un tema muy doloroso y necesario de discutir, porque hubiera desnudado los criterios de selección de los cuadros en determinadas circunstancias, y detrás de eso, concepciones organizativas y de concentración de poder en la dirección, propias de los aparatos militares, pero que se pagaron en su uso político. Los traidores, los delatores e incluso los infiltrados son la mejor demostración que la inmensa mayoría de los miles de presos, de torturados resistieron más allá de todo lo que se podía esperar y salvaron la organización. El PCU siempre pudo contar con un equipo de dirección dentro del país, primero dirigido por Rodney Arismendi, luego por Jaime Pérez, José Luis Massera, Gerardo Cuesta, León Lev, José "la bruja" Pacella, Ramón Cabrera y muchos otros integrantes de los grupos de dirección nacional y local y de la UJC porque siempre hubo gente dispuesta a asumir esas responsabilidades y jugarse el pellejo y otros que no los delataron. Y si bien existió siempre organización del PCU en las cárceles, en el exilio, incluso con un grupo de dirección, la clave de la resistencia fue el mantenimiento de un grupo de dirección interior, dentro del país, tanto del PCU como de la UJC. A partir de finales de 1972 el grueso del aparato de inteligencia y de represión de las fuerzas conjuntas (fuerzas armadas y cuerpos de la policía) se concentraron contra el Partido Comunista. La represión fue mucho más amplia, actuando en coordinación con otras fuerzas represivas de la región combatieron a todos los opositores con ferocidad, la lista de presos, desaparecidos, asesinados es un testimonio de esa tenacidad y amplitud represiva. Esto no quiere desconocer a varias organizaciones de muy diferente origen y posiciones que sufrieron la represión, incluso las organizaciones sociales, los sindicatos, la CNT, la FEUU, la CESU, iglesias, asociaciones de profesionales y de la sociedad civil. Encarar el análisis del papel del aparato armado del PCU, es también una forma de sacar del armario los tabú y los olvidos. Los uruguayos se merecen conocer toda la verdad, al menos nuestro aporte. Como bien dice Juan Manuel Serrat: "Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio" PD. Dos platos. La cantidad muy grande de lecturas de las notas 4 notas sobre el Aparato Armado del Partido Comunista demuestra que hay un vacío importante en el relato de esos años trágicos de la historia nacional. También la cantidad de mensajes, de testimonios de diferentes personas que he recibido. Muchas más de las que esperaba. Algunas realmente conmovedores. A partir de ahora voy a comenzar a trabajar en el aparato clandestino del PCU; que no es lo mismo que el tema anterior, apenas si se tocan. Hay mucha más gente involucrada. Lo voy hacer a través de testimonios, directos y en el caso de compañeros o compañeras desaparecidas a través de opiniones de quienes militaron con ellos. El olvido, es una vergüenza. Y asumo que este esfuerzo es tardío. Se que hay compañeros realizando es mismo esfuerzo, contarán con todo mi apoyo.

No hay comentarios: