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sábado, 24 de octubre de 2015

TACHER MUÑOZ: LA ANTERIOR VICTIMA FUE LISCANO

Ahora que la Ministra de Educación y Cultura ha cosechado (con razón o sin razón) a su segunda víctima en pocos meses, es interesante recordar que sucedió mese atrás con el Director de la Biblioteca Nacional, Carlos Liscano. El ex director de la Biblioteca Nacional, Carlos Liscano, escribió una carta para dar a conocer su opinión sobre la gestión de la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, en la que sostiene que es "una amenaza para la cultura". Sus declaraciones se dan tras haber sido retirado de su cargo, a pesar de que el 1° de marzo Vázquez lo había confirmado para que se extendiera al frente de la biblioteca por este período de gobierno. El miércoles, Liscano dejó de ser el director de la Biblioteca Nacional, y su lugar lo ocupa ahora la bibliotecóloga Esther Pailos. La decisión del cambio surgió a partir de declaraciones que el exdirector hizo sobre las carencias del Consejo de Derechos de Autor (CDA), el cual presidía. En entrevista con el diario El País hace dos semanas, Liscano había hecho referencia a la falta de recursos del CDA para fiscalizar a las entidades de gestión, en particular por el caso de Egeda, la cual El Observador anunció que empezará a cobrar licencias a los comercios que cuenten con TV disponible al público. Según su versión, luego de publicada la nota recibió la llamada del secretario general del MEC, Jorge Papadópulos, para que renunciara a pedido de la ministra, porque ella opinaba que "esos asuntos solo debían ventilarse internamente". "Muñoz entiende que nadie debe hablar de los problemas de su ministerio. Es una forma novedosa de solucionar las cosas y una curiosa norma de transparencia: si nadie se entera de nada, todo va bien. O por lo menos no va tan mal. (...) Sea como sea, por contravenir una norma suya, Muñoz me pidió la renuncia y forzó mi salida de la Biblioteca", comienza contando la carta de Liscano publicada en el semanario Brecha. Allí aprovechó para narrar un episodio de 2009 en el cual estuvo involucrada Muñoz, en aquel entonces ministra de Salud. En ese momento, Liscano era subsecretario del MEC y estaba a cargo de la Comisión de Bienestar Animal. "Un día empezaron a llegar a mi oficina noticias de que jaurías de perros atacaban a los pacientes en la Colonia Etchepare. Llamé a Muñoz, entonces ministra de Salud Pública, para trasmitirle la preocupación. Me dijo más o menos así: 'Vos de la Colonia Etchepare no sabés nada. Estás preocupado por los perritos. Yo, en cambio, me ocupo de la gente'. Y colgó. Llamé al subsecretario del Interior, inspector (r) Ricardo Bernal, quien me recibió un viernes a las nueve de la noche. Le trasmití la inquietud. Bernal comprendió la situación y dijo que se haría cargo. Hace pocas semanas una jauría mató a un paciente en la Colonia Etchepare", describió el ahora exdirector de la Biblioteca. Describe que en los primeros días de enero los directores de Cultura fueron convocados por Muñoz y que allí les informó que no se reuniría con ellos en el futuro, y que no pretendía ocuparse de la cultura. "Entendí que no le interesaba el CDA ni la Biblioteca. (...) No se ocupará, pero no tendrá ningún escrúpulo en desmantelar lo existente si eso le genera alguna dificultad, del orden que sea. Abandonará a su suerte a instituciones emblemáticas, que acabarán desmanteladas, como ya ha ocurrido. En pocas semanas deshizo el CDA. La próxima institución será la Biblioteca, que tiene un problema crónico de espacio, que en cinco años perdió 59 funcionarios y las vacantes no han sido llenadas. Se lo informé. No le interesó. No es su asunto", criticó Liscano. El exdirector remata su carta diciendo que, lo que realmente preocupa, es que Muñoz es ministra de Cultura, algo "de lo que no se ocupará". "Eso es un agravio a su investidura y a la sociedad. Su prescindencia, la indiferencia hacia los asuntos de la cultura, el desconocimiento y la falta de interés en informarse, la transforman en una grave amenaza para la sociedad", agrega Liscano, y concluye: "No es nada personal: hay que evitar que Muñoz lleve adelante su proyecto de 'no ocuparse de la Cultura'. Antes de que sea tarde". Muñoz, al ser consultada por el programa La Mañana de El Espectador, dijo que los comentarios de Liscano son producto de su enojo por haber sido removido del cargo. “No es la primera vez que se siente molesto frente a actitudes de jerarcas", agregó la ministra. Postura crítica Liscano se ha caracterizado por tener una posición muy crítica con su propio partido, el Frente Amplio, en cuanto a la gestión de políticas culturales. “Lo voy a decir con todas las palabras. Los gobernantes y los líderes políticos del Frente Amplio desconocen la importancia de la cultura. Sé que se van a molestar, pero para eso estoy. Confunden cultura con educación, todo el tiempo”, dijo Liscano en entrevista con El Observador TV meses atrás. Liscano, escritor y artista plástico, comenzó a trabajar en la administración central en el año 2009, primero en el Ministerio de Educación y Cultura y luego como director de la Biblioteca Nacional.

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