Los autos eléctricos parecían ser un recuerdo del 1900, pero la evolución de la tecnología en el sector automotor y la revalorización de la eficiencia energética los transformaron en síntoma de que el futuro ha llegado. Este tipo de modelos, junto a los híbridos, ganan fuerza a nivel mundial, asoman en las vidrieras de concesionarios uruguayos y algunos ya están en la calle.
Aunque las ventas son incipientes y los costos todavía resultan elevados, los agentes coinciden en que hacia allí va el negocio. De hecho, el resultado de los avances en energías alternativas se notó a fin de junio en el Salón del Automóvil 2015 en Buenos Aires. El 500e de Fiat, el Mirai de Toyota y el Mondeo Hybrid de Ford fueron algunos de los promocionados.
En Uruguay, algunas marcas ya apuestan a seducir al consumidor. «Los autos eléctricos no son algo nuevo, como tecnología son anteriores inclusive a los motores de explosión interna, a los convencionales», explicó Federico Guarino, gerente comercial del Bör, que desde hace un mes trae el Mitsubishi i-MiEV. Derribar las barreras culturales llevará tiempo. «Somos conscientes de que hoy no vamos a vender un gran volumen, pero es importante hacer conocer al público uruguayo la tecnología», admitió.
El auto eléctrico que más se ha vendido es el e-min, importado por Ruffino Group, también representante de Gac Gonow. Se desmarca del resto por su bajo precio (US$ 14.990), informó el asociado Matías Fernández. La partida de 20 vehículos que llegó en febrero ya fue agotada.
Costos y autonomía.
Más allá de los beneficios comparativos de estos vehículos para el medioambiente, un claro incentivo para el usuario es que son más eficientes en su consumo, lo que alivia a bolsillos acostumbrados al combustible cada vez más caro.
El modelo i-MiEV se abastece en el tomacorriente de cualquier hogar. Con la carga completa (tras seis horas conectado), se puede circular hasta 150 kilómetros. Esto es lo que se entiende por «autonomía». «El 90% de los usuarios de Uruguay circulan menos de esa distancia al día. Y el costo por kilómetro dependiendo de la tarifa eléctrica que se tenga en la casa es de $ 0,30 a $ 0,50, mientras que un auto de similares características a nafta consumiría $ 3 por kilómetro», ilustró Guarino. Aun así, para comprarlo hace falta desembolsar US$ 33.900.
Por ahora, el vehículo eléctrico más visible en las calles es el furgón Renault Kangoo ZE, ya que el año pasado UTE compró 30 unidades. «En octubre llegan 30 más», informó Joaquín Soler, director comercial de Santa Rosa.
La importadora trae también los Fluence y Zoe eléctricos, que en Europa y Corea son muy demandados, aunque aún no se han vendido a nivel local. «Hemos recibido consultas muy puntuales, pero es difícil que un particular compre un eléctrico, porque sigue siendo más caro que un auto a combustión», explicó Soler. La Kangoo ZE cuesta US$ 65.000.
«Es más cara la inversión inicial», pero cargar la batería es «entre ocho y 10 veces más barato» si se conecta en domicilios con tarifa inteligente entre las 23:00 y las 17:00, dijo Soler. La autonomía del Kangoo ZE es de unos 170 kilómetros. «El mundo va para ahí, la autonomía va a ir subiendo y el precio irá bajando. Es como pasó con los celulares», afirmó Soler.
Un paso intermedio.
Los autos híbridos incluyen un motor a nafta o gas oil y además funcionan a electricidad. El BYD Qin fue lanzado el año pasado, cuenta con una autonomía de 50 kilómetros en función eléctrica y su precio es de US$ 24.990. Por el momento «no ha recibido mucha demanda», indicó Santiago Guelfi, director de Sadar.
De todos modos, BYD «apostará fuertemente a los híbridos y queremos dar modelos más accesibles y utilitarios que den ventajas al usuario, para atacar el mercado», dijo Guelfi. A nivel mundial, BYD tiene un utilitario deportivo (SUV) y un furgón híbridos. En China, esta marca coloca 2.500 vehículos de este tipo por mes y es líder en su segmento.
Hyundai Fidocar trajo hace dos años el Sonata Hybrid. «Era el más equipado que podíamos tener. Trajimos un modelo para exhibirlo y la repercusión fue tan buena que terminamos importando tres más, porque la relación calidad/precio era increíble», indicó el director ejecutivo Stephen Jakter. Se comercializaba a US$ 49.900.
Pero poco tiempo después Hyundai cambió el modelo a nivel global, entonces la línea debió ser interrumpida. «Estamos en stand by, pero para fin de mes sabremos si está habilitado para ser vendido en la región», adelantó Jakter.
En este caso, el motor eléctrico se carga solo con el andar (con la inercia del frenado, por ejemplo), no es necesario enchufarlo. El vehículo cuenta con sistemas paralelos y va eligiendo cuándo se utiliza uno u otro (en función de la potencia requerida, por ejemplo).
Recientemente, Hyundai presentó en el Motor Show de Ginebra una camioneta Tucson híbrida. Mitsubishi también cuenta con un SUV híbrido, el Outlander. «Probablemente en el mediano plazo lo traigamos», adelantó Guarino.
General Motors introdujo al país el Chevrolet Volt en 2011, aunque por ahora solo lo usa la compañía. «Es un híbrido que viene con motor 1.4 a combustión y baterías recargables que permite esa doble funcionalidad. En caso de agotar la carga, puede andar y no quedarse sin tracción», explicó José María Blanco, responsable de marketing y producto.
Demandan incentivos.
Las ventas de Toyota a nivel global son fuertes en el segmento híbrido y Ayax fue uno de los pioneros en introducir su modelo Prius en Uruguay. Pero en la actualidad no se está comercializando porque los costos son muy elevados para el mercado y las exoneraciones tributarias fueron insuficientes para hacer al auto competitivo.
Los autos eléctricos no pagan la tasa global extra-zona (que es de 23 %). Y, al igual que los híbridos, tienen reducida la tasa de Impuesto Específico Interno (Imesi). Aun así, la tecnología es muy cara de origen y los precios al público terminan siendo muy superiores a los de autos a combustión.
Los consultados dijeron que en Europa se subvenciona la patente de este tipo de vehículos, que tampoco pagan estacionamiento en ciertas áreas de las ciudades. Será cuestión de tiempo ver si esas medidas de incentivo se replican en Uruguay.
El desafío automotor es fidelizar y planificar.
Las empresas importadoras de automóviles perciben que lograr clientes fieles es el principal desafío en marketing y ventas y, a su juicio, la planificación estratégica y de marketing son las dos áreas más sensibles a futuro para el desarrollo del sector.
Estas conclusiones se deprenden de un monitor de sectores productivos realizado por Opción Consultores, al que accedió El Empresario. El estudio se basa en encuestas a una muestra intencional de ejecutivos del sector automotor, realizadas a inicios de julio.
Al ser consultados sobre los tres principales desafíos u oportunidades para la empresa en el marketing, ventas y relacionamiento con los clientes, «fidelizar» fue referido en un 33% de los casos y otro 20% mencionó mejorar los productos.
De hecho, las áreas que son consideradas más sensibles para el desarrollo futuro de la empresa son planificación estratégica (27 %) y planificación de marketing (20%).
En tanto, el 80 % de los consultados considera «extremadamente desarrolladas» a la planificación financiera y la gestión comercial. También fueron muy bien ponderadas la gestión de calidad, la relación con los clientes, la gestión de marcas, la planificación estratégica y la investigación de mercado.
Un buen nivel de calidad es el atributo que las empresas perciben como el más valorado por los consumidores, ya que concentró el 33 % de las respuestas. Esto responde a que los clientes son ahora más exigentes y reclaman mejores alternativas, demandando al mismo tiempo garantías. La seguridad de los productos y un precio accesible también fueron cualidades mencionadas.
Los costos pesan.
Para elevar la rentabilidad del sector, las empresas ven como desafío el control de costos (que concentró 27 % de las respuestas), para lo que deben poner el foco en reducir gastos y mejorar los costos fijos. Otro reto importante es la disminución de precios (20 %), tanto de los productos como de los insumos necesarios como es el caso del combustible. En igual proporción, se mencionó la necesidad de mantener el volumen de venta.
En cuanto a las políticas del sector, los encuestados estimaron que la principal mejora a realizar es la disminución de impuestos y la reducción de exigencias (como las trabas burocráticas aduaneras y el costo de la patente de rodados).
Fuente:El País
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