La propuesta que elevó GNLS ante Gas Sayago con nuevos contratistas para retomar la obra regasificadora a cambio de modificar el contrato vigente quedó descartada de plano. El presidente de la República, Dr. Tabaré Vázquez, se reunió el martes 5 con directivos de GNLS, el consorcio extranjero encargado de construir y operar la planta regasificadora y, ante el planteo de que querían cambiar el contrato inicial de la obra y pedir más dinero y plazo, les transmitió una posición de un modo tan firme que “sorprendió” incluso a los empresarios, dijeron las fuentes.
Uruguay no pondrá un peso más de lo acordado inicialmente. Si se incumple ese contrato, se procederá a ejecutar la garantía de US$ 100 millones establecida en el acuerdo con Gas Sayago, la sociedad anónima contratante que integran UTE y ANCAP.
Fuentes políticas y empresariales dijeron que Vázquez les transmitió a los empresarios su conocida postura de actuar dentro de lo que establecen las leyes y los compromisos asumidos. Vázquez dijo que así actuará el Estado uruguayo y exigió a los privados que actúen de la misma forma. Acto seguido, les comunicó que las obras deberán hacerse como se acordó previamente o de lo contrario Uruguay ejecutará la garantía establecida en el acuerdo con GNLS.
La postura del gobierno ya había sido manejada por otros integrantes del Poder Ejecutivo que El Observador consultó en los últimos días. La respuesta de Vázquez a los ejecutivos de GNLS cierra definitivamente el tema y pone en aprietos al consorcio que integran GDF Suez y la japonesa Marubeni. El gobierno está convencido que cuenta con un “respaldo legal” sólido para proceder a ejecutar la garantía de US$ 100 millones que tiene a su favor en caso que la GNLS incumpla con el acuerdo suscrito con Gas Sayago.
Asimismo, una posible demora del proyecto que debería estar operativo en noviembre del próximo año, tampoco inquieta el Poder Ejecutivo. Uno de los principales destinatarios del proyecto –en una primera etapa– será la nueva central a ciclo combinado que UTE está construyendo en Punta del Tigre y que funcionará a gas natural o gasoil, aunque esta última opción es más costosa. Sin embargo, el proyecto a cargo de la coreana Hyundai también tiene rezago importante.
Por el lado de la generación de energía eléctrica el país ha reducido significativamente su vulnerabilidad en los últimos años. Por tanto, las que podrían verse más perjudicadas por el retraso en la planta de gas serían aquellas industrias que cuentan con la opción de usar ese combustible en sus instalaciones y que a menudo sufren las restricciones que impone Argentina en el suministro a Uruguay. Fuentes del sector privado consultadas por El Observador especularon que incluso el gobierno podría tomar la determinación de detener la ejecución del proyecto por un período de dos a tres años, en caso que GNLS no siga adelante con el mismo.
El contrato establece que GNLS debe entregar la obra (una escollera y muelles de atraque para los barcos metaneros) y un buque regasificador en noviembre de 2016, lo que significa una inversión de US$ 1.125 millones.
Luego de ese plazo, debe asegurar la operación de la planta por un plazo de 15 años, a cambio de un canon mensual de unos US$ 14 millones que pagará Gas Sayago por el regasificado de hasta 10 millones de metros cúbicos del energético.
Los empresarios solicitaban 20 millones de dólares y 20 años de plazo.
Salida compleja
La propuesta que elevó GNLS a Gas Sayago el pasado 24 de abril para sustituir a la brasileña OAS en la obra incluye a los contratistas Dredging International (belga) y la uruguaya Saccem, las constructoras que realizaron el muelle C para la Administración Nacional de Puertos. Si bien hay consenso en que ante un reinicio del proyecto se empleará a algo menos de 400 trabajadores (bastante por debajo de los 700 que tenía OAS), el Sunca y las autoridades pretenden que los nuevos contratistas del proyecto retomen a los obreros que tenía en su plantilla la firma brasileña, algo que se evidencia complejo de resolver, dada la coyuntura actual de la construcción.
“La industria ha perdido más de 15.000 puestos de trabajo directos en los últimos 27 meses. Nuestras empresas aún mantienen en actividad a más de 57.000 trabajadores, pero tienen a varios miles en el seguro de desempleo. No es razonable ni posible obligarlas a optar entre sus propios trabajadores y los que revestían en la planilla de OAS”, alertó el presidente de la Cámara de la Construcción, esta semana en la comisión de Legislación del Trabajo.
En tanto, para atender la situación de unos 200 obreros de OAS que no contaban con los jornales para amparase en el régimen del subsidio por desempleo, Gas Sayago y el Sunca firmaron esta semana un acuerdo en el Ministerio de Trabajo, que le asegura a esos trabajadores el cobro del equivalente de esa prestación desde marzo hasta diciembre. Por medio de un comunicado, Gas Sayago acusó a la constructora brasileña OAS y a GNLS de “incumplir” con los créditos laborales de los trabajadores que fueron despedidos del proyecto y aseguró que recuperará el dinero de las firmas mencionadas porque así lo establece el marco legal.
Paro en construcción
El Sindicato Único de la Construcción (Sunca) resolverá el próximo lunes si realiza un nuevo paro parcial del sector con movilización, en señal de protesta por la falta de avances para resolver la continuidad de la obra de la planta regasificadora que hace casi tres meses está detenida, informó a El Observador el dirigente del gremio Richard Ferreira.
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