En el mes de la Diversidad Biológica, el Centro Latinoamericano De Desarrollo (CELADE) llevo a cabo recientemente el VII Simposio Internacional “Biodiversidad y políticas estratégicas para un Desarrollo Sustentable, Declarado de Interés Nacional por el Gobierno. El cambio climático y su impacto sobre la biodiversidad fue uno de los temas centrales de este encuentro que reunió a técnicos y expertos del ámbito público y privado de la región, así como a la academia, organizaciones sociales y representantes de diversos ámbitos del gobierno.
El acto se inició con las palabras del Dr. Mario Marenco Sosa, Presidente del CELADE, quien expreso entre otros conceptos que: “En esta actitud, el Centro Latinoamericano De Desarrollo desde hace más de diez años, viene abriendo puertas propiciando en medio de diferentes proyectos en los cuales se viene trabajando a nivel nacional, el intercambio de conocimientos y experiencias, la integración de grupos de trabajo y la creación de vínculos entre instituciones de investigación, académicas y gubernamentales y no gubernamentales, para promover soluciones, iniciativas y acciones sobre bases científicas y técnicas que contribuyan a un desarrollo sostenible con la participación de todos los actores sociales del país, entendiendo que el supremo arte del educador, es despertar en las conciencias, la expresión creativa, la curiosidad y la innovación en el conocimiento con el fin de avanzar hacia las próximas etapas en la conservación y protección de los ecosistemas”
Agrego que, la crisis que vive el mundo, en todos sus aspectos ante que nada es una crisis social provocada por el modelo de desarrollo productivo- tecnológico-hegemónico que en el fondo, demuestra ser insustentable, por la depredación que se ha hecho a la naturaleza y la negación a las culturas alternas.
La ONU por estos tiempos, ha registrado algo más de 302 catástrofes naturales que afectaron a más de 350 millones de personas e infligieron un costo superior a los US$ 366.000 millones de dólares en pérdidas económicas y todos, ante esta situación, nos preguntamos cuantos años más se podrá vivir en estas condiciones.
Creemos que la defensa ecologista del medio, de la tierra, del agua y también de la salud, hacen prever y profundizar medidas de control medioambiental, acordes a la realidad que queda abierta a los nuevos aportes tecnológicos y científicos que coadyuven a continuar construyendo en compromiso responsable y solidario no solo el país que deseamos y merecemos, sino la seguridad de garantizar un acceso justo y equitativo de los bienes y servicios que deriven de su utilización en bien de la comunidad de estos pueblos. Hay que reconocer que para abordar el problema de los roles y conflictos ambientales, no basta la típica división entre Estado y sector privado.
Expresó que, muchos son los actores que contribuyen de distintas formas en una trama difícil de entender a veces, debido a las diferentes racionalidades en juego, pero el futuro es posible, si la verdadera perspectiva optimista recorre el sendero de la acción y las actitudes en tiempos de inquietudes y dolores presentes en este siglo tan complejo en todo sus aspectos, lo que nos imponen un entendimiento nuevo del conocimiento humano y las relaciones del hombre con la naturaleza y el Universo para lo cual, debemos estar preparados y conscientes todos, de esta misión que debemos enfrentar para una mejor calidad de vida.
A su vez el Viceministro de Medio ambiente Jorge Rucks haciendo uso de la palabra durante la apertura del evento que, la definición y el trabajo en base a políticas estratégicas en biodiversidad son de alta trascendencia ya que gestionar la biodiversidad es gestionar la vida, incluida la de nuestros descendientes. Pues hoy nos enfrentamos en nuestro país a situaciones vinculadas a estos temas que ya forman parte de nuestros desafíos, ejemplo de ello es la situación del déficit hídrico y sus consecuencias en la producción y calidad de agua entre otros aspectos.
En el plano internacional Uruguay integra la Convención sobre Diversidad Biológica de las Naciones Unidas, cuyo plan estratégico define la toma de medidas efectivas y urgentes para detener la perdida de diversidad biológica a fin de asegurar que para el 2020, los ecosistemas tengan capacidad de recuperación y sigan suministrando servicios esenciales para la variedad de la vida del planeta y contribuyan al bienestar humano y a la erradicación de la pobreza.
En la estrategia nacional, los servicios y bienes de nuestros ecosistemas, las especies exóticas invasoras, son algunos de los aspectos que tienen que ver a la gestión sostenible de los ecosistemas costeros, protección de los bosques nativos, los humedales y pastizales. Ante un numeroso público asistente, se destacó la necesidad de conformar conciencia ambiental ciudadana, sustancial para el control de lo que suceda en cada territorio.
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