El Centro Palestino para los Derechos Humanos (CPDH) está siguiendo con preocupación las denuncias de ejecuciones extrajudiciales llevadas a cabo en la Franja de Gaza durante la ofensiva israelí, que ha estado en marcha durante 47 días. Estas ejecuciones se han dirigido a personas sospechosas de colaborar con las fuerzas militares israelíes, pero sin tener ni la más mínima seguridad de que sea así y mucho menos el amparo legal para estas personas. Por otro lado con estos asesinatos dejan bien en claro a los habitantes de Gaza lo que les espera si discrepan con Hamas y piden por la paz: la muerte
Un funcionario de seguridad de Gaza dijo que 11 de los presuntos informantes fueron ejecutados en la mañana en la comisaría de Gaza. Dos eran mujeres.
Horas después 7 hombres fueron fusilados afuera de la mezquita de al-Omari en el centro de la ciudad, después de que terminaras las oraciones.
La última de estas ejecuciones tuvieron lugar aproximadamente a las 09:00 (hora local) el Viernes, 22 de agosto 2014, cuando al menos 9 personas, 2 de ellas mujeres, fueron ejecutados por un pelotón de fusilamiento en al-Katiba yardas en el oeste de la ciudad de Gaza. Las identidades de las personas que aún se desconocen al CPDH, como las ejecuciones se llevaron a cabo bajo estrictas medidas de seguridad.
El CPDH hace un llamamiento a los grupos de la Autoridad Nacional y de la resistencia palestina a intervenir para detener este tipo de ejecuciones extrajudiciales sean cuales sean sus razones o motivos son.
Esta mañana, abogado Raji Sourani, Director CPDH, ha enviado cartas urgentes a un número de líderes palestinos exigiendo a intervenir inmediatamente y con decisión para detener este tipo de ejecuciones extrajudiciales, teniendo en cuenta que de que causen daño a todos nosotros. Aunque somos conscientes de las circunstancias de la actual ofensiva, y el impacto directo de emplear y el uso de colaboradores para llevar a cabo asesinatos extrajudiciales y otros crímenes cometidos por las fuerzas israelíes, tenemos que comprobar el estado de derecho y el respeto de los derechos humanos.
Hamás mató el viernes a 18 palestinos acusados de colaborar con Israel en Gaza. Siete de ellos fueron tiroteados en una plaza abierta, un escarmiento para quien ose informar el enemigo.
Sería una respuesta visceral después de que el Ejército israelí asesinase, el jueves, a los tres comandantes que tenía en el sur su brazo armado, las Brigadas Ezzedin Al Qassam. Entre los muertos, informan medios afines a la milicia palestina, había dos mujeres. Once aparecieron muertos en una comisaría de Gaza capital y previamente habían sido “condenados por los tribunales”. Algunos de los cuerpos fueron tirados por la ciudad.
Once de los muertos aparecieron tirados en una comisaría
Ya el jueves, Hamás mató a tres supuestos colaboracionistas más. Otro hombre fue tiroteado en Rafah, en julio, por igual razón. El Centro Palestino por los Derechos Humanos (PCHR) denuncia que hay mujeres arrestadas, de las que se desconoce su estado, sospechosas de señalar a Israel los resultados de sus ataques.
El intento de asesinato de Mohamed Deif, comandante máximo de las Brigadas, reveló el martes que la inteligencia israelí tenía buena información. En el ataque contra su casa, mató a su pareja —una de ellas, pues tenía tres esposas— y a dos de sus hijos. El que fuera primer ministro gazatí, Ismael Haniya, insistió el viernes en que Deif está vivo y en que el zarpazo de su adversario contra el corazón militar de Hamás les “fortalece”. “Seguimos nuestro camino sin vacilar ni dar un paso atrás”, señaló.
El viernes dejó siete muertos en Gaza, lo que eleva a 2.091 el total de víctimas de la ofensiva. Israel atacó, sobre todo, motos y coches muy concretos. El Ejército sostiene que desde que el lunes acabó la tregua ha acabado con 23 milicianos; los demás muertos, hasta 65, son civiles. El viernes golpeó 35 objetivos, mientras que las milicias lanzaron 90 cohetes y morteros contra Israel. Uno de estos últimos mató a un niño de 4 años que viajaba en un coche alcanzado en Shaar HaNegev, cerca de la frontera. Es el primer menor israelí que muere desde el inicio de las actuales hostilidades.
El Gobierno israelí prometió responder ante esta última muerte y manifestó que el proyectil que acabó con la vida del menor fue lanzado desde una escuela de la UNRWA, agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos. La ONU no se pronunció al respecto. Son ya cuatro civiles y 64 soldados los fallecidos en el país. Hubo tres heridos más en una sinagoga dañada en Ashdod. Nada más conocerse la muerte del chico, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró que “Hamás pagaría un alto precio por el crimen”, según Reuters.
En el plano diplomático, el presidente Abbas viajó anoche a Egiptpo, tras verse en Qatar con Jaled Mesal, jefe político de Hamás, en un encuentro que fuentes palestinas califican de “optimista”.
Abbas se verá este sábado con el presidente egipcio Abdelfatá al Sisi para impulsar un nuevo alto el fuego. Alemania, Francia y Reino Unido promueven una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU que incluye además un llamamiento al fin del bloqueo en Gaza, informa France Presse.
The Palestinian Center for Human Rights (PCHR) is following up with concern reports of extra-judicial executions carried out in the Gaza Strip during the Israeli offensive, which has been ongoing for 47 days. These executions have targeted persons suspected of collaboration with Israeli occupation forces.
The latest of such executions took place at approximately 09:00 (local time) on Friday, 22 August 2014, when at least 9 persons, including 2 women, were executed by firing squad in al-Katiba yard in the west of Gaza City. Identities of those persons are still unknown to PCHR, as the executions were carried out under strict security measures.
PCHR calls upon the Palestinian National Authority and resistance groups to intervene to stop such extra-judicial executions whatever their reasons or motives are.
This morning, Lawyer Raji Sourani, Director PCHR, has sent urgent letters to a number of Palestinian leaders demanding them to immediately and decisively intervene to stop such extra-judicial executions, considering that they cause damage to all of us. Although we are aware of the circumstances of the ongoing offensive, and the direct impact of employing and using collaborators in carrying out extra-judicial assassinations and other crimes by Israeli forces, we need to confirm the rule of law and respect for human rights.
http://www.pchrgaza.org/
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