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miércoles, 30 de julio de 2014

THE NEW YORK TIMES: SE LE HA HECHO UN GRAN DAÑO A LA SOCIEDAD, PROHIBIENDO UNA SUSTANCIA QUE ES MENOS PELIGROSA QUE EL ALCOHOL

El diario usamericano The New York Times abogó el pasado sábado por la legalización de la marihuana en uno de sus textos editoriales, comparando las leyes federales contra el cannabis con la prohibición del alcohol que en los años 20 del siglo pasado, enriqueció a la mafia. Es algo para leer atentamente, cuando el principal partido de derecha de Uruguay, con una demostración de una enorme miopía o vaya uno a saber que, ha puesto en su programa de gobierno a aplicar, si ganaran las próximas elecciones nacionales, derogar la ley sobre marihuana que busca quitar el mercado de las manos de los traficantes de drogas.



En su editorial, la prestigiosa publicación señaló que, por un lado, las leyes antimarihuana perjudican de manera desproporcionada a los jóvenes negros y, por el otro, la adicción y la dependencia son "problemas relativamente menores" si se los compara con los que ocasionan el alcohol y el tabaco.

"Estados Unidos se tomó 13 años para volver a la cordura y poner fin a la Prohibición. Trece años en los cuales la gente siguió tomando, en los que los ciudadanos repetuosos de la ley se volvieron delincuentes y en los que florecieron las organizaciones criminales", indica el texto.

"Han pasado más de 40 años desde que el Congreso aprobó la actual prohibición de la marihuana, que ha infligido un daño enorme a la sociedad al prohibir una sustancia mucho menos peligrosa que el alcohol. El gobierno federal debería revocar la prohibición de la marihuana", continúa.

Luego de detallar que el equipo editorial llegó a esta conclusión tras prolongadas discusiones, el Times describió los costes sociales de las leyes antimarihuana como "enormes".

El diario citó cifras del FBI, según las cuales 658.000 personas fueron arrestadas por posesión de marihuana en 2012, una cifra mucho mayor a los arrestos por cocaína, heroína o derivados.

Por otra parte, el resultado de estas detenciones "es racista, porque recae de manera desproporciona sobre jóvenes negros, lo que arruina sus vidas y crea nuevas generaciones de criminales de profesión".

Si bien apoya prohibir la venta de cannabis a menores de 21 años, el diario indicó que "el uso moderado de marihuana no parece representar un riesgo para los adultos saludables".

El editorial, titulado "Contra la Prohibición, otra vez", marca el inicio de una serie de historias sobre este tema e invita a los lectores a participar en el debate.

Dos estados del país ya han legalizado completamente el consumo de marihuana con fines recreativos: Colorado (oeste) y Washington (noroeste). En tanto, 23 de los 50 estados de Estados Unidos de América, más la capital federal, aprueban el uso de la marihuana con fines médicos.

Este editorial ocurre en momentos en que agrupaciones de derechos humanos acusan a la llamada "guerra contra las drogas" de tener parte de la responsabilidad en la oleada de niños centroamericanos que migran solos a Estados Unidos de América, huyendo de la pobreza y la delincuencia.

Uruguay se convirtió en diciembre pasado en el primer país del mundo en regular el mercado del cannabis y sus derivados, en una iniciativa que pretende hacer frente al narcotráfico.


Repeal Prohibition, Again

By THE EDITORIAL BOARD

It took 13 years for the United States to come to its senses and end Prohibition, 13 years in which people kept drinking, otherwise law-abiding citizens became criminals and crime syndicates arose and flourished. It has been more than 40 years since Congress passed the current ban on marijuana, inflicting great harm on society just to prohibit a substance far less dangerous than alcohol.

The federal government should repeal the ban on marijuana.

We reached that conclusion after a great deal of discussion among the members of The Times’s Editorial Board, inspired by a rapidly growing movement among the states to reform marijuana laws.

There are no perfect answers to people’s legitimate concerns about marijuana use. But neither are there such answers about tobacco or alcohol, and we believe that on every level — health effects, the impact on society and law-and-order issues — the balance falls squarely on the side of national legalization. That will put decisions on whether to allow recreational or medicinal production and use where it belongs — at the state level.

We considered whether it would be best for Washington to hold back while the states continued experimenting with legalizing medicinal uses of marijuana, reducing penalties, or even simply legalizing all use. Nearly three-quarters of the states have done one of these.

But that would leave their citizens vulnerable to the whims of whoever happens to be in the White House and chooses to enforce or not enforce the federal law.

The social costs of the marijuana laws are vast. There were 658,000 arrests for marijuana possession in 2012, according to F.B.I. figures, compared with 256,000 for cocaine, heroin and their derivatives. Even worse, the result is racist, falling disproportionately on young black men, ruining their lives and creating new generations of career criminals.

There is honest debate among scientists about the health effects of marijuana, but we believe that the evidence is overwhelming that addiction and dependence are relatively minor problems, especially compared with alcohol and tobacco. Moderate use of marijuana does not appear to pose a risk for otherwise healthy adults. Claims that marijuana is a gateway to more dangerous drugs are as fanciful as the “Reefer Madness” images of murder, rape and suicide.

There are legitimate concerns about marijuana on the development of adolescent brains. For that reason, we advocate the prohibition of sales to people under 21.

Creating systems for regulating manufacture, sale and marketing will be complex. But those problems are solvable, and would have long been dealt with had we as a nation not clung to the decision to make marijuana production and use a federal crime.

In coming days, we will publish articles by members of the Editorial Board and supplementary material that will examine these questions. We invite readers to offer their ideas, and we will report back on their responses, pro and con.

We recognize that this Congress is as unlikely to take action on marijuana as it has been on other big issues. But it is long past time to repeal this version of Prohibition.

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