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martes, 24 de junio de 2014

SUDAN: LIBERAN A MEDICA CONDENADA A MUERTE POR SER CRISTIANA

Un tribunal sudanés ha ordenado ayer lunes la puesta en libertad de Meriam Yehya Ibrahim, la médica condenada a muerte por haberse convertido al cristianismo, según ha informado la agencia oficial sudanesa Suna. El Tribunal de Apelación de Jartum dijo que el fallo contra la doctora sudanesa Mariam Ishaq en primera instancia se basó en "pruebas débiles y contradictorias". También consideró que hubo un error de procedimiento al anular el matrimonio entre Ishaq y su marido cristiano.


El Tribunal de Apelación de Jartum ha sido el encargado de notificar la cancelación de la condena contra Ibrahim, de 27 años, que fue sentenciada a morir en la horca el pasado 15 de mayo por renunciar supuestamente a la fe musulmana. El abogado del caso, Mohamed Ibrahim, ha explicado que la Corte ha aceptado su recurso contra la pena de muerte y ha ordenado su liberación inmediata, ha informado a la agencia Efe.

Ibrahim fue encarcelada en agosto de 2013 con su hijo de año y medio. Durante su estancia en prisión ha dado a luz a su segundo bebé. La Justicia sudanesa le ofreció dos años antes de ejecutar la pena para que pudiera amamantar al bebé.

De padre musulmán y madre cristiana, Ibrahim fue condenada por su supuesta conversión al cristianismo, algo que rechazó ante el tribunal al asegurar que nunca ha profesado el islam porque fue educada por su madre. La tradición islámica designa automáticamente a los hijos de varones musulmanes como seguidores también de esta religión.

El juez la sentenció también por adulterio, al declarar nulo su matrimonio en 2011 con Daniel Wani, ya que las leyes de la sharía (ley islámica) no permiten que una mujer musulmana se case con un cristiano. Amnistía Internacional alertó de la situación de Ibrahim, que fue detenida tras ser denunciada por un familiar que la acusó por haberse casado con un hombre cristiano.

A raíz de la condena a muerte de Ibrahim, las embajadas de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Holanda pidieron al Gobierno de Sudán que respetara “la libertad religiosa, incluido el derecho a que una persona cambie sus creencias”. La mujer, ante el tribunal, afirmó que no era apóstata, sino "cristiana".

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