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lunes, 16 de junio de 2014

IRAK: RUMBO A SU FRACTURA DEFINITIVA ?

Irak afronta la peor crisis en muchos años, con el avance de la ofensiva de los insurgentes extremistas del grupo conocido como Estado Islámico de Irak y el Levante. En un rápido despliegue, que no ha durado más de 4 días, los militantes del ISIS ya ocuparon 2 importantes ciudades, Mosul -la 2da. más grande del país árabe- y Tikrit, la cuna del fallecido líder iraquí Sadam Hussein. Y la situación se agravó el pasado viernes cuando el más alto clérigo chiita en Irak, instó a los ciudadanos a tomar armas contra los extremistas sunitas que amenazan con atacar Bagdad, la capital del país y Naciones Unidas informó que tiene pruebas de que algunos miembros del ISIS han realizado ejecuciones sumarias de civiles en su avance hacia el sur.


Por su parte, presidente de Estados Unidos de América, Barack Obama, afirmó el jueves que se están estudiando "todas las posibilidades" para evitar que el grupo insurgente logre tomar Bagdad.

En 2003, el entonces mandatario yanqui, George W. Bush, decidió invadir a Irak como parte de la ofensiva contra el terrorismo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Esta ocupación finalizó en 2011, con la salida del último contingente yanqui del territorio iraquí. En aquel momento, Obama afirmó que Irak era un Estado "soberano, estable e independiente". Sin embargo, la situación parece ser otra.

¿Qué es lo nuevo de este avance insurgente, en un país plagado de violencia?

Las matanzas sectarias aumentaron hasta que alcanzar su nivel máximo en 2006. Pero los hechos actuales empezaron en diciembre de 2013, cuando militantes islamistas tomaron la ciudad de Faluya, en el centro del país, además de algunas poblaciones cercanas a Ramadi.

Apoyados por algunas tribus sunitas, los inisurgentes propagaron la ira generalizada entre los sunitas árabes, que acusan al primer ministro iraquí, Nouri Maliki –de origen chiita-, de discriminarlos y monopolizar el poder.

6 meses después, los militantes lanzaron un asalto a la segunda ciudad del país: Mosul, ubicada en el norte del país. Unos 30.000 soldados iraquíes abandonaron sus armas y huyeron cuando fueron atacados por unos 800 combatientes.

Alentados por la victoria, continuaron su campaña hacia el sur. Hacia la capital, Bagdad.

La pasada semana, ISIS fue el grupo responsable de asediar a Bagdad y de tomar control de territorios que se extienden por miles de kilómetros del este al oeste del país e inclusive Siria, donde aspiran a crear un Estado islámico.

Sin embargo, las brutales tácticas utilizadas por los combatientes de ISIS y la extrema interpretación de la ley islámica que pretenden imponer en las zonas que tienen bajo su control, le ha valido el rechazo de los grupos rebeldes en Siria, que decidieron unir fuerzas para expulsarlos del país.

Además, ISIS ha probado que es una organización con la suficiente fortaleza y autonomía para no depender de otras agrupaciones, como por ejemplo al Qaeda, que los desautorizó para actuar en Irak en febrero.

Sin embargo, a pesar de este veto, ISIS se hizo mucho más fuerte.

Otro asunto importantes es que, a pesar de que los combatientes de ISIS solo llegan a unos miles, ellos están apoyados por ex oficiales y ex soldados del antiguo ejército iraquí que se disolvió cuando Estados Unidos de América invadió el país en 2003.

El gobierno de Irak tiene bajo su comando cerca de 930.000 efectivos entrenados por Estados Unidos y un personal de seguridad complementario que alcanza los 270.000 efectivos, así que en teoría podrían estar en capacidad de vencer a los rebeldes de ISIS, que -se estiman- serían unos 15.000.

A primera vista, esa parecía ser la situación en Faluya. Sin embargo, la ciudad cayó bajo el asedio de los insurgentes de ISIS. Según los analistas, las tropas iraquíes podrían estar desmoralizadas por la dureza del conflicto y por la ferocidad en los ataques de ISIS, que incluyen atentados suicidas, decapitaciones y crucifixiones.

Además, hay versiones de que las fuerzas de seguridad estarían debilitadas por luchas internas, abusos y corrupción.

El conflicto en Siria sin duda ha desestabilizado a Irak. Aunque al principio se mantuvieron al margen, muchos iraquíes están en ambos bandos del conflicto que ya lleva tres años.

El gobierno de Nouri Maliki ha negado en reiteradas ocasiones que apoye al presidente de Siria, Bashar al Asad.

Sin embargo, analistas afirman que Maliki ha hecho "la vista gorda" con la difícil situación que vive el país árabe, dejando pasar por su territorio armas y soldados hacia Siria desde Irán, un aliado del gobierno de al Asad.

Mientras que los sunitas árabes que residen en Irak ha declarado abiertamente su apoyo a los rebeldes sirios. Les han suministrado armas, municiones, refugios y mano de obra para sus operaciones logísticas.

También se conoció que ISIS financió algunas de sus operaciones y envió a militantes experimentados antes de que se unieran a la rebelión de forma oficial en 2013.

Esta unión fortaleció la relación entre ambos ejércitos, que ha sabido aprovechar la poca vigilancia en la frontera entre Siria e Irak para intercambiar recursos necesarios para sus esfuerzos, lo que añadió otra dimensión a la crisis en Siria.

¿Se trata de una lucha religiosa?

Por más de 1.000 años, Irak ha sido el campo de batalla para el histórico enfrentamiento entre chiitas y sunitas.

En recientes décadas, el dominio de la minoría de los sunitas en el poder y su persecución de la mayoría chiita solo ha empeorado las cosas. Cuando Sadam Hussein -sunita- fue derrocado, los chiitas tuvieron una oportunidad de acceder al poder.

Y a pesar de que la religión ha sido el mayor catalizador de la violencia, muchos argumentan que es el sectarismo lo que ha impedido una solución del problema.

El conflicto étnico ha contribuido a esa inestabilidad. Kurdos y árabes reclaman el control de la rica región de Kirkuk, donde se concentran los mayores pozos petroleros del país.

Estados Unidos dijo que ISIS era "una gran amenaza para toda la región" y el presidente Obama anunció que está estudiando "todas las opciones", incluida la militar, para ayudar al gobierno de Irak.

Sin embargo, varios funcionarios del gobierno han dicho que no se ha contemplado el envío de tropas al país árabe.

El presidente de Irán, Hassan Rohani, calificó a ISIS de ser un ejército de "bárbaros" y advirtió que su país no tolerará "esta violencia y terror".

El gobierno de Turquía también amenazó con intervenir si alguno de sus 80 ciudadanos recientemente retenidos por el ISIS en el norte de Irak resultan heridos.

Fuente:BBC


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