La División Tránsito y Transporte de la Intendencia de Montevideo pidió investigar el incidente, ocurrido el viernes 28 de marzo pasado, cuando una discusión entre un usuario y el chofer de un ómnibus, hizo que el conductor cerrara las puertas y trasladara a todos los pasajeros hasta la Seccional 11ª.
Desde la empresa se confirmó que el caso "está a estudio del tribunal disciplinario".
La historia del incidente se publicó en la edición del suplemento Qué Pasa el pasado sábado 5 de abril.
La investigación de la Intendencia se inició a raíz del artículo, según señaló Justo Onandi, coordinador del Plan de Movilidad Urbana de la IMM.
Onandi aseguróa El País que "más allá de este incidente, hay muchos otros a nivel de transporte colectivo".
"Lo que no puede suceder es que por cada incidente de este tipo, un conductor cierre las puertas del ómnibus y se lleve a la gente a la seccional", dijo Onandi.
"Lo que sí tenemos que hacer es exigir un protocolo a la empresa, para que se comunique al público cómo actuar en diferentes situaciones. Si el conductor quiere hacer una denuncia, puede cancelar el servicio pero no puede retener a nadie", agregó.
Fuentes de la empresa Cutcsa -en una de cuyas unidades se verificó el incidente- indicaron que existe un "protocolo" que se aplica ante situaciones que pongan en riesgo la seguridad de los trabajadores o los pasajeros. Ese protocolo indica que, "como último recurso", el chofer debe cerrar las puertas del coche y llevar a todos los pasajeros -estén involucrados o no en el incidente- a la comisaría.
El País no pudo obtener de la empresa una declaración oficial sobre este aspecto, pese a las consultas que se efectuaron.
Fuentes que no quisieron hablar en nombre de la empresa, pero que conocen el funcionamiento interno, explicaron que el "tribunal" que recibe y analiza los antecedentes de las denuncias de usuarios, está integrado por los gerentes de Recursos Humanos y de Transporte. Además participan los trabajadores, que tienen voz pero no tienen voto.
Una fuente de la empresa con la que habló El País señaló que "el porcentaje de denuncias que llegan al Tribunal Disciplinario es bajo".
Por su parte, Justo Onandi, de la IMM, informó que en el episodio del pasado viernes 3 de marzo "revisamos los datos del GPS y el vehículo estuvo detenido siete u ocho minutos en la comisaría. Es muy difícil que esto lo podamos detectar si no es por una denuncia, porque no podemos estar mirando todos los GPS".
Por este tema la comuna se contactó con las autoridades de Cutcsa para tener datos de primera mano de lo acontecido.
"Nosotros le vamos a dar a la Intendencia todos los datos que nos pidan, pero eso no lo hacemos con los particulares ni por las redes sociales, porque es exponer a los trabajadores, como si estuvieran en una plaza pública", señalaron fuentes de Cutcsa.
En facebook.
Tres días después de que apareciera publicada en el suplemento Qué Pasa la historia del incidente ("Los rehenes de un 140 a Malvín"), se transformó en viral el video de otro usuario que narró su peripecia con un ómnibus del transporte colectivo. En el video, que fue subido a YouTube, el usuario cuenta que hizo señas a un ómnibus en una parada, pero el chofer no se detuvo. Enojado, paró a un taxi y persiguió al bus hasta alcanzarlo en otra parada. Ahí logró subirse, e increpó al conductor:
-¿Por qué no me paraste?
-Porque no se me antojó -respondió el chofer.
El video que refleja ese incidente motivó a un grupo de jóvenes a crear un grupo en Facebook, denominado "Contra el abuso en el transporte montevideano" (facebook.com/STMabusa).
En menos de 24 horas, la página registró 119 seguidores.
"Esto fue un poco improvisado, después de haber visto el video", señaló a El País uno de los creadores, que prefirió mantenerse en el anonimato.
"A todos en algún momento nos pasó que tuvimos algún problema con un guarda o con un conductor; a todos en algún momento no nos pararon", explicó, justificando la creación de esa cuenta.
"Acá no hay una producción, no hay una intención de ningún tipo, ni siquiera de viralizarlo. Solo es un espacio para que quienes quieran denunciar maltratos en el transporte público lo hagan", dijo el joven.
El creador sostiene que "este tipo de situaciones no son patrimonio exclusivo de una empresa. Somos rehenes de todas las empresas de transporte".
En el sitio, los colaboradores colgaron más de un centenar de mensajes con denuncias de peripecias personales, además de fotos -algunas de choferes hablando por celulares mientras conducen- y videos que filmaron en los ómnibus.
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