El Ministro de Industria, Energía y Minería, Ingeniero Roberto Kreimerman, informó que el Estado uruguayo puede llegar a recaudar hasta el 50 % de las ganancias de la producción minera de gran porte, al sumar lo que se percibirá por el Impuesto a las Rentas de las Actividades Económicas (IRAE), el nuevo adicional de este y el canon respectivo. El 70 % de ese dinero será destinado a un fondo intergeneracional y el restante 30 % a inversiones productivas y ambientales.
En diálogo con la Secretaría de Comunicación, el ministro de Industria, Energía y Minería, Roberto Kreimerman, se refirió específicamente al retorno económico que le supondría al país el desarrollo de la actividad minera de gran porte. Explicó que en la ley vigente para este tipo de explotación se detallan las formas de recaudación que el Estado tiene sobre las ganancias de los futuros inversionistas privados en el sector.
El jerarca entiende que “la filosofía de un recurso extractivo y, en general de los recursos naturales, debe ser que la sociedad quede con un porcentaje importante de las ganancias, así como también las empresas” para que les resulte redituable realizar la inversión.
Con este fin es que, en la nueva norma se introduce un nuevo tributo, adicional del IRAE que es específico para la actividad minera, el cual se suma al canon minero y al Impuesto a la Renta, tres vías que posibilitarán al Estado recaudar hasta el 50 % de las ganancias de este proceso productivo.
El 70 % de este dinero obtenido por el Estado irá al llamado Fondo Soberano de Solidaridad Intergeneracional, creado para que les llegue a las generaciones futuras, y el resto se aplicará a proyectos de desarrollo productivo o de carácter ambiental, que hagan que cada dólar que se extraiga repercuta en un dólar favorable para el país.
Asimismo, Kreimerman indicó que se aspira a constituir una cadena de valor íntegramente dentro del territorio nacional, para lo cual la modificación del Código de Minería de 2011 prevé, y en este caso se instrumentará, que el 15% de la producción deba ser ofrecido al mercado local con vista a desarrollar una industria siderúrgica.
Canon por facturación
En cuanto a la forma de cobrar el canon y el control de su cumplimiento, el ministro explicó que se hicieron modificaciones en la forma de cobrarlo, “porque hasta ahora no había minería de gran porte en el país” y, por ende, había condiciones no contempladas.
“Hasta ahora hay mucha minería pequeña y mediana, que tiene más de 200 años, y en algún caso ha sido dificultoso el sistema que tenía el Código de Minería anterior basado en la producción. Ahora el canon pasa a estar basado en la facturación”, relató.
Así, el 5% de lo que la empresa factura cuando exporta, es el canon. Un porcentaje de esta recaudación va para el Estado y otro para los superficiarios incluidos dentro del área minera. “Esto nos da mucho más seguridad de que la forma de calcularlo es directa”, aseguró.
“Pero para darle una seguridad adicional, algo muy importante y que se usa en casi todos los países, en la ley se establece que habrá un precio de referencia, tomando en cuenta los mercados internacionales, a fin de que esa facturación que haga —cualquiera sea la empresa minera— sea contrastable con los precios reales y no difiera en forma significativa de los precios reales internacionales”, puntualizó.
Kreimerman entiende que de esta forma se simplifica en forma notable el tema del canon, ya que pasa a ser directamente dependiente de la facturación de la empresa y controlado a través de los precios de referencia del mercado mundial.
Añadió que de esa manera se evita las posibles presunciones de evasión, de sobre o subfacturación en los casos que pueda haber, “sin desconfiar de ninguna empresa”, aclaró. “Esto es un elemento que internacionalmente se usa, no solo para la minería, sino que va creciendo en muchos otros rubros, a fin de evitar triangulaciones que impliquen menores ingresos para el país”, reafirmó.
El primer emprendimiento (Aratirí) podría significar recaudación de US$ 450 millones
En el caso del proyecto de la minera Aratirí, en la zona de Valentines, se hizo una estimación de largo plazo, ya que los precios oscilan.
“Hay una posibilidad de explotación minera para diversificar lo que es la producción del país, porque los precios del mineral de hierro fueron subiendo fuertemente en la última década, motivado por un mayor consumo de hierro o de acero, por diferentes elementos como la construcción, industria, automóviles, electrodomésticos y tantos otros elementos que utilizan el mineral”, sostuvo.
Basándose en un año promedio, la empresa prevé extraer unas 18 millones de toneladas, a un valor de US$ 100 cada una, y sobre ellos se estiman los costos. Se calcula que la suma del canon e impuestos de un año promedio rondaría los US$ 450 millones. “Ese es el valor que queda para el país, y otro tanto es si uno lo hace con las distintas variables de otros precios”, indicó.
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