El gobierno anti uruguayo que manda desde la ciudad de Buenos Aires y sobre toda la Argentina, tomará una nueva medida en las próximas horas que implica que los convoys con granos procedentes de Paraguay que recorren la Hidrovía solo podrán navegar con 8 barcazas aguas abajo del puerto de Campana, lo que afecta directamente a la terminal de Nueva Palmira. De esta forma, deberán dejar en puertos argentinos las otras 8 barcazas que habitualmente forman parte del convoy, que tendrán además que pasar por aduanas, lo que encarecerá los costos de los exportadores que quieran operar en el puerto ubicado en el departamento de Colonia.
Este decreto se suma a la disposición que entra a regir oficialmente hoy, y que prohíbe que las cargas argentinas sean transbordadas en puertos de países del Mercosur que no hayan suscrito el Acuerdo Regional sobre Transporte Marítimo, que fue ratificado por todo el bloque menos por Uruguay.
15 buques de tráfico regional que se encuentran al servicio de las principales líneas oceánicas, y que hasta ahora tomaban carga en el sur argentino para traerla a Montevideo, comunicaron que a partir de hoy pasarán a hacerlo con destino al puerto de Rio Grande, en el estado brasileño de Rio Grande do Sul.
Según informaron a periodistas del programa En Perspectiva de radio El Espectador, desde el Centro de Navegación del Uruguay, la mayoría de los barcos son de bandera liberiana o panameña, por lo cual no están contemplados en las excepciones previstas por la medida argentina.
Entre estos buques está el “Cruz del Sur”, que la semana pasada fue obligado a dejar en el puerto de Rosario carga con destino a Montevideo. Todos pasarán a utilizar la terminal atlántica riograndense, que será una de las beneficiadas por esta disposición.
En esta jornada, el subsecretario de Transporte Marítimo de Argentina, Horacio Tettamanti, se reunirá con la Cámara de Exportadores de ese país, que le pedirán la suspensión de la medida por los perjuicios que les genera al agregar costos adicionales al comercio exterior, lo que perjudicará su competitividad. Al respecto, operadores portuarios señalaron que el hecho de que no sean recibidos por el propio ministro Florencio Randazzo, como habían pedido, es una señal clara de que la Casa Rosada no dará marcha atrás con la decisión.
El Gobierno insistirá con el diálogo bilateral con Argentina para la solución de este tema y por el momento no hará ningún planteo en ámbitos regionales. El presidente José Mujica reiteró que conversará con su colega Cristina Fernández cuando la mandataria vuelva a la actividad.
“Esperemos que la señora presidenta de los argentinos se cure”, expresó ayer el mandatario en rueda de prensa ante la consulta de si la medida que afecta a los puertos se discutirá en la reunión que mantendrá mañana con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. Al respecto, Mujica dijo que hablará del tema “en su momento”, y agregó que “vamos a hacer todo lo que podamos a favor de Uruguay”.
Las negociaciones por este punto giran en la órbita exclusiva de la Cancillería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario