En México, 89 % de los micro, pequeños y medianos empresarios cree que se deben separar las finanzas personales de las de su empresa y que ello es muy importante, revelan datos de la Encuesta Perspectivas de las Pymes en México y América Latina 2013, elaborada por Visa.
Sin embargo, en los hechos los emprendedores llevan a cabo prácticas contrarias, como usar la tarjeta de crédito personal para financiar su negocio o compartir con su empresa la misma cuenta bancaria, afirmaron expertos.
Ocho de cada 10 micro, pequeñas y medianas empresas mexicanas fracasan antes de los cinco años y la desorganización puede ser un factor que incremente esta probabilidad.
'Uno de los grandes retos es la profesionalización de las pymes porque muchos de estos empresarios ven los ingresos del negocio como un ingreso familiar', dijo Haydee Moreyra, Coordinadora del Programa MBA y Profesora de Economía del Tecnológico de Monterrey.
Para evitar que el negocio se convierta en la caja chica que financie las necesidades de la familia, el primer paso es abrir una cuenta bancaria exclusiva para el negocio. Esto, además de permitir visualizar con mayor fidelidad los ingresos y gastos de la empresa, a nivel fiscal también es lo más conveniente.
'A nivel fiscal es mucho mejor tener cuentas bancarias separadas, porque si la autoridad requiriere hacer alguna revisión, la comprobación de los recursos será mucho más sencilla', expuso Adriana Navarrete, asesora financiera de la consultora de negocios Feher & Feher.
Con los recursos financieros separados tendrá más claridad sobre las entradas y salidas, así como la capacidad de reinversión de la empresa, agregó Moreyra
Otro aspecto importante cosiste en definir un sueldo para el dueño del negocio que resuelva las necesidades de la familia, pero sin lastimar las finanzas del negocio.
'Hay que ser realistas, muchas personas que acaban de dejar un empleo quieren ganar en el negocio lo que ganaban antes, pero a veces es necesario ajustar sus gastos al inicio', advirtió la directora de la consultora empresarial Creadores de Éxitos, Ana Cortés.
A decir de Cortés, cuando un emprendedor es desorganizado en sus finanzas personales es muy probable que lo sea en su empresa. Por ello debe trabajar en la reorganización de las prioridades personales y extender la disciplina hacia el negocio.
Además, es necesario evitar financiar a la empresa con las tarjetas de crédito personales, coincidieron las especialistas.
En materia de crédito empresarial, existen dos tipos de productos: los créditos simples, que funcionan como un préstamo personal para hacer crecer el negocio y los créditos revolventes, que son tarjetas de crédito que puede utilizarse como un respaldo para resolver emergencias, explicaron talleristas de BBVA Bancomer durante la Semana Nacional de Educación Financiera.
Si una persona utiliza instrumentos de financiamiento personal se corre el riesgo de no poder pagarlos porque no están diseñados para ellos ni en términos de montos necesarios, plazos de pago ni tasa de interés, dijeron.
Por ejemplo, una tarjeta de crédito personal puede dar liquidez al empresario por un monto que puede ser bajo para las necesidades de un negocio, tiene plazos de pago que podrían no coincidir con los procesos de la empresa.
Además los costos son distintos: la tasa de interés anual de los créditos empresariales revolventes es de hasta 15 %, mientras la tasa de una tarjeta de crédito personal se encuentra entre 35 y 40 %, explicaron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario