Casi 40 años después del asesinato del cantante chileno Victor Jara, la justicia inició un proceso contra un grupo de oficiales en retiro del ejército de Chile, a los que señala de ser presuntos autores y cómplices del crimen.
El juez especial que lleva la causa, Miguel Vásquez, acusó a los tenientes (r) Pedro Barrientos y Hugo Sánchez Marmonti de ser los autores del homicidio del cantante, ocurrido el 16 de septiembre de 1973, 5 días después del golpe de estado contra el entonces presidente Salvador Allende.
En las detenciones masivas realizadas tras el golpe, Jara -considerado como un emblema artístico del gobierno de Unidad Popular que encabezaba Allende- fue detenido junto a miles de personas y llevado al estadio Chile, en Santiago.
Allí fue torturado y asesinado a balazos, convirtiéndose en uno de los casos más emblemáticos de las violaciones a los derechos humanos cometidas en Chile por el gobierno militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
Como cómplices del crimen Vásquez señala a Roberto Souper Onfray, Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Hasse Mazzei, Luis Bethke Wulf y Jorge Smith Gumucio, todos oficiales que estaban presentes en el estadio y quienes cumplen prisión preventiva en un batallón de la policía militar.
El juez Vásquez apuntó que "para mí las presunciones de quién disparó es Barrientos", contra quien se emitió una orden de captura internacional, ya que está residenciado en Florida, sur de Estados Unidos.
En mayo de este año, un equipo del canal de televisión Chilevisión logró conversar con Barrientos a las afueras de su casa en Florida, pero este rechazó cualquier vinculación con el asesinato de Jara e incluso negó haber estado en el estadio Chile en aquella fecha.
Este viernes, el juez Vásquez explicó a la prensa chilena que la lentitud del sistema de justicia chileno en llegar a esta etapa de acusación se debe en parte a la "falta de colaboración" para identificar a los presuntos responsables del hecho.
"Desde un principio ha habido distintas líneas de investigación; ha sido (la causa del lento proceso) fundamentalmente la falta de colaboración. Luego de reunir muchos antecedentes hay un momento en que uno debe avanzar dictando esta resolución", dijo Vásquez.
Según datos recabados por soldados conscriptos los imputados eran los responsables de la operación de detención de simpatizantes de Allende.
En junio de 2009 se realizó el juicio a la única persona que ha sido procesada hasta ahora por el caso: José Paredes, de 54 años, entonces un soldado conscripto quien confesó ser uno de los que disparó contra Jara.
"Hay que buscar los altos mandos. Yo sólo era un "pelao" (conscripto) no más", dijo Paredes a la prensa cuando fue detenido, aunque luego se retractó y fue puesto en libertad provisional.
En diciembre de 2009 la Policía de Investigaciones entregó un informe en el que se precisa que las balas que causaron la muerte de Jara son de un calibre distinto al que utilizaba el fusil del ex recluta.
Satisfacción familiar
"Nosotros como querellantes en este juicio indudablemente que estamos bastante satisfechos con lo que se ha logrado", dijo a los medios chilenos el abogado Nélson Caucoto quien representa a la familia de Jara.
Caucoto dijo creer que hay suficientes evidencias como para garantizar la condena de los acusados, en un caso cuya documentación calificó como "compleja".
El abogado recordó que la viuda del cantante, la británica Joan Turner, y la Fundación Víctor Jara siempre han exigido que se de a conocer la lista de nombre de los oficiales responsables del manejo de los arrestos en el estadio Chile.
En una reciente entrevista con el canal Cablevisión Turner expresó su esperanza que los militares aportaran la información que les han solicitado sobre los mandos que estaban presentes en el estadio Chile en los días del golpe contra Allende.
"Nos hemos entrevistado con muchos ministros de Defensa, que se supone que es la vía para lograr llegar al comandante en jefe del día (en el estadio Chile), pero hemos llegado hasta ahí no más. No ha dado frutos ese camino", dijo Turner.
El día del golpe, el 11 de septiembre de 1973 Víctor Jara, fue a la Universidad Técnica del Estado -hoy Universidad de Santiago- donde daba clases y donde se esperaba que el presidente Allende acudiera a una reunión para tratar la crisis política que padecía.
En medio del golpe los militares rodearon la institución y se llevaron a los que allí estaban al estadio Chile.
Según la narración de algunos testigos, al llegar al estadio, los militares reconocieron a Jara, lo separaron del resto del grupo y empezaron a golpearlo. Luego lo torturarían por varios días, hasta que el 16 de septiembre lo acribillaron.
El reporte de la autopsia indica que el cuerpo estaba lleno de moretones, múltiples fracturas y tenía 44 orificios de bala.
En 2004 el mismo recinto deportivo en el oeste de Santiago en el que fue asesinado pasó a llamarse Estadio Víctor Jara.
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