sábado, 17 de noviembre de 2012
PAPAS FRITAS: PELIGROSAS PARA LAS EMBARAZADAS
Comer patatas fritas y 'snacks' durante el embarazo es tan nocivo como fumar. Según especialistas españoles, aumenta el riesgo de que el bebé nazca con un bajo peso y una menor circunferencia de cabeza en comparación con los niños sanos.
El estudio coordinado por Manolis Kogevinas atribuye este efecto a un químico llamado acrilamida, sustancia que se emplea en la fabricación de papel, la extracción de metales, la industria textil, la obtención de colorante y en la síntesis de las poliacrilamidas.
Se genera también al calentar comida friéndola o asándola a más de 120º C. Los alimentos como las patatas fritas y tostadas la contienen en grandes cantidades.
La acrilamida es capaz de atravesar la placenta. La investigación se efectuó entre los años 2006 y 2010 sobre 1.101 mujeres embarazadas en Dinamarca, Inglaterra, Grecia, Noruega y España y luego sobre sus hijos recién nacidos.
Los resultados de este trabajo fueron publicados bajo el título ‘El peso al nacer, circunferencia de la cabeza y exposición prenatal a la acrilamida de la dieta materna’ (‘Birth Weight, Head Circumference, and Prenatal Exposure to Acrylamide from Maternal Diet’).
Los médicos concluyeron que un alto consumo de acrilamida procedente de la dieta materna tuvo en los fetos un efecto similar al del tabaquismo. Calcularon que redujo el peso del bebé en 132 gramos y el tamaño de la cabeza en 0,33 centímetros, en promedio.
Un bajo peso al nacer afecta a la salud temprana de los niños y puede desembocar en enfermedades cardiovasculares y diabetes. La reducción del tamaño de la cabeza se asocia con un retraso en el desarrollo neurológico.
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