Un estudio ordenado por el Banco Hipotecario del Uruguay, sobre las últimas 1.800 personas a las que otorgó un préstamo, determinó aspectos de su perfil y condiciones de vida y una de sus conclusiones fue que la principal dificultad que enfrentan las familias no es tanto el nivel de ingreso sino su capacidad para ahorrar en forma sostenida para comprar una vivienda.
Ese trabajo, guardado bajo llave porque mostró datos de riesgo crediticio que sirven para trazar políticas en un mercado donde el sector privado compite con el estatal, también determinó que la gran mayoría de los clientes del BHU son asalariados y muy pocos son profesionales.
Además comprobó que los ahorristas tienen en promedio 38 años y recibieron del banco créditos que rondan los US$ 40 mil.
El trabajo fue previo al lanzamiento de una campaña masiva que promueve el ahorro para la compra de una propiedad.
Para ello se facilitará el poder pagar las cuotas y depositar en el BHU a través de 65 locales del Correo, así como en Abitab y Redpagos de todo el país.
Jorge Polgar, presidente del BHU, comentó que con la convocatoria a ahorrar la institución "se posicionará contra la corriente".
"El banco aspira a convocar a las familias uruguayas a ahorrar desde temprano" comentó.
El objetivo, dijo el jerarca, es lograr 10 mil nuevos clientes antes de fin de año, pero también está el mensaje que busca incentivar la cultura del ahorro en la población.
El banco cambió su estrategia y la idea ahora no es premiar con un puntaje la antigüedad de una cuenta, como se hacía antes, sino la frecuencia de los pagos.
Por ello, para acceder a la categoría de elegible para un préstamo, los ahorristas deberán concretar 18 depósitos en dos años.
Cuanto más altos sean los depósitos, más elevados serán los préstamos que podrán llegar hasta 90% del valor de la vivienda, explicó ayer Polgar en conferencia de prensa.
De todos modos, ese porcentaje variará según las fuentes de ingreso de la persona dependiendo de su perfil, de si es profesional, cuentapropista o asalariado. También variará según los niveles de ingresos de las familias.
En resumidas cuentas, lo uruguayos seguirán teniendo serios problemas para concretar el sueño del techo propio, en particular porque los niveles salariales son muy bajos y no se ven perspectivas que mejoren.
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