“Sin las historietas y la divulgación, no hubiera sido científico. Ellos son mis héroes”, explicó Ernesto Blanco, doctor en Física y ahora conductor y guionista del programa televisivo "Superhéroes de la Física", que se estrena este viernes 27 de mayo 2011 a las 20 horas, en Televisión Nacional del Uruguay (TNU).
De chico, admiraba a Batman y Superman. Ya de adolescente, sus modelos pasaron a ser divulgadores de la ciencia como Isaac Asimov y Carl Sagan.
Blanco utiliza los poderes de los superhéroes y sus hazañas sobrehumanas no para criticar los escasos fundamentos científicos de los seres de malla y capa. Por el contrario, aprovecha esta cultura pop para explicar conceptos de la física, así como también de la química y biología.
“En mis trabajos siempre trato de aplicar diferentes niveles de lectura. Hay quienes van a disfrutar de las escenas de películas y de las demostraciones actuadas, mientras que otros que tengan ciertos conocimientos teóricos podrán entender los razonamientos y hasta criticar las ideas que planteo”, dijo Blanco.
Para el investigador y docente de la Facultad de Ciencias, en Superhéroes de la Física “el proceso de pensar es más importante que el contenido en sí”.
Héroes y villanos
Si las asignaturas científicas son los villanos de los programas educativos, el proyecto de la productora Los Informantes –la misma del programa de filosofía Prohibido pensar– llega para convertirlos en secuaces.
Con referencias a superhéroes como Superman, Batman, Flash, Iron Man, Los 4 Fantásticos y X-Men, entre otros tantos, el programa no elude las ecuaciones ni palabras difíciles.
Por ejemplo, la llamada Primera ley de Newton indica que todo cuerpo permanece indefinidamente en su estado de reposo o de movimiento uniforme y rectilíneo, salvo que otro cuerpo ejerza una fuerza sobre él y lo obligue a cambiar.
La Segunda ley de Newton, a su vez, establece que la fuerza neta aplicada sobre un cuerpo es proporcional a la aceleración que ese cuerpo adquiere.
Blanco explica estos conceptos en Superhéroes de la Física a través de una escena de una de las películas de los X-Men, en la que Wolverine va en un vehículo y, al chochar, sale despedido por el vidrio.
Pero el programa no sólo hace referencia a los mundos de Marvel y DC Comics. “Tiene muchos ingredientes culturales, como citar la expresión de un poeta para reflexionar sobre lo imposible o la de un novelista para explicar las partículas”, afirmó el físico.
De hecho, gran parte de las investigaciones de Blanco como científico se centran en el área de la Biomecánica aplicada a los animales fósiles, tema que también usa en el programa para ejemplificar conceptos de la Física.
A diferencia de otros divulgadores, Blanco no se muestra serio y neutral, como lo hacía Sagan en su programa Cosmos. Por el contrario, el abordaje sobre el estereotipo de científico y del físico en particular se acerca más al de los personajes excéntricos y geeks de la serie televisiva The Big Bang Theory.
“Me ofrezco a ridiculizarme y me río de que los físicos no somos buenos para los deportes o las interacciones sociales y que nos copan ecuaciones que para otros no tienen sentido”, contó Blanco.
De hecho, la elección de los superhéroes como hilo conductor de un programa sobre Física es también un cliché. Blanco explicó:“La Física consiste en dominar el universo teorizando. Con las historietas, al leer, volás como Superman, peleás como Batman y corrés rápido como Flash para salvar al universo. Ambos son juegos intelectuales”, dice.
El primer programa, por ejemplo, abordará una posible explicación sobre la capacidad de volar y fuerza extraordinaria de Superman.
Sobre este último punto, Blanco ejemplifica con la primera película protagonizada por el actor Christopher Reeve, donde el superhéroe empuja una piedra gigante para detener un terremoto en la falla de San Andrés, California, provocado por su archienemigo Lex Luthor. Para ello, Superman debe sortear la Tercera ley de Newton.
Quienes disfrutan de la ciencia y los comentarios nerds, verán Superhéroes de la Física con una sonrisa en la cara. O, lo que es lo mismo, con dos puntos y una “D” mayúscula.
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