La esposa de Taimur Abdulwahab, el kamikaze sueco de origen iraquí que perpetró el atentado del 11 de diciembre 2010 en Estocolmo, dijo que no percibió ninguna señal previa al drama, en una entrevista tras ese ataque, publicada por el tabloide británico News of the World.
Mona Thwany, casada con Abdulwahab durante seis años, vivía con él y con sus tres hijos en Luton, en las afueras de Londres.
"No hubo ninguna señal de alarma", explicó la mujer, precisando que no cobró por la entrevista.
"Teymur era una persona normal, un musulmán normal", según la joven, de la que el diario publica una fotografía con el rostro tapado por un velo, porque desde el atentado debe "esconder la cara" cuando sale del lugar secreto en el que vive custodiada por la Policía debido a las amenazas de muerte recibidas.
Mona explicó que su marido era "un buen padre, paciente", que "adoraba jugar con los niños" (de 4 años, 2 años y seis meses) y criar canarios.
Posteriormente, la mujer, de madre rumana y padre iraquí, reconoce que Taimur "se convirtió en más religioso", al punto de "alejarse de su entorno".
"Cada vez menos gente venía a casa. El comenzó a pasar mucho tiempo en Internet", continuó la mujer.
Taimur Abdulwahab fue expulsado de la mezquita local por sus opiniones extremistas, aunque ella aseguró que lo desconocía.
"Quizás es cultural, porque como esposa musulmana no debía meterme en sus asuntos", justificó.
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