Un delincuente de 17 años apodado “El Pelón” mató a una persona el 6 de junio y dos meses después el juez de la Costa, Juvenal Javier, lo liberó porque un artículo del Código de la Niñez dice que un menor no puede estar más de 60 días detenido sin que haya sentencia.
El juez se demoró o tenía mucho trabajo o no le dio el tiempo y “El Pelón” quedó así libre.
(La Corte informó hoy que la primera vez quedó en libertad sencillamente porque el juez lo resolvió y no por vencimiento de plazos).
Pero el 26 de octubre “El Pelón” volvió a matar a otra persona y dos meses después de detenido el juez Javier lo volvió a dejar en libertad, en este caso sí porque se habían vencido los plazos. A esa altura Javier sabía quién era y de qué era capaz “El Pelón”.
También lo sabía el fiscal Gilberto Rodríguez, quien declaró a Montevideo.com que el joven asesino “toma la infracción como algo normal” a pesar de que diferencia perfectamente “lo que está bien de lo que está mal”. Pero Javier lo dejó libre.
Y entonces el 3 de enero “El Pelón” mató a una tercera persona. El diario El País publica declaraciones de Juvenal donde el magistrado finge demencia y, de manera descarada, acusa al otro juez de la Costa, Allen Denby, de haber sido quien liberó a “El Pelón”.
Denby lo negó, pero también lo negó el fiscal Rodríguez, quien afirmó que fue Juvenal que lo dejó dos veces en libertad. El juez le mintió al diario, y a sabiendas. No se había olvidado de que fue él quien dejó en libertad al múltiple asesino.
Fuentes que investigaron el caso contaron que cuando se enteraron que “El Pelón” había sido detenido por su tercera muerte, el juez trató de desvincularlo del caso, y manejó que la Policía la tenía con el menor infractor.
Sin embargo, cuando en la sede judicial “El Pelón” admitió el crimen, a Javier le entró el chucho y amenazó a diestra y siniestra con que no trascendiera lo de los dos asesinatos anteriores de “El Pelón”.
Quería que los demás mintieran, así como luego mintió él para quitarse responsabilidad. Ahora vendrán los reclamos de más mano dura, la polémica leguleya, los reclamos políticos; lo único cierto es que hay tres muertes que no tienen vuelta atrás y un juez mentiroso que es un peligro, casi tanto como “El Pelón”.
Fuente:El Observador
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