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sábado, 23 de octubre de 2010

MEXICO: O LOGRO LA FAMA O LOGRO UNA TUMBA

Se llama Marisol Valles García. A sus 20 años, ella acaba de dar el paso en este mes de octubre 2010, que ningún hombre se atrevió a dar, el de asumir la jefatura de la policía de un municipio de 3.400 habitantes situado junto a Ciudad Juárez, en la frontera de México con Estados Unidos de América, en pleno Valle de Juárez, el territorio que desde hace tres años se disputan dos de los cárteles más peligrosos de México. Da una salto hacia la fama o hacia el sepulcro. El tiempo lo dirá.


El municipio se llama Práxedis G. Guerrero, está en la mismísima línea fronteriza, pertenece al Estado de Chihuahua y dista unos 100 quilómetros de Ciudad Juárez, la población más violenta de México,

Donde cada año son asesinadas 2.600 personas sin que la Policía Federal ni el Ejército alcancen a averiguar de dónde vienen las balas.

Por si son necesarios más datos, sólo apuntar que esta misma semana fueron asesinados el comisario municipal de El Porvenir -un pueblo que pertenece a Práxedis y su hijo.

El padre, Rito Grado Serrano, tenía 59 años y su hijo Rigoberto, 37.

Del asesinato sólo se conoce lo que los peritos de la fiscalía del Estado de Chihuahua encontraron junto a los cadáveres: 22 casquillos percutidos por fusiles AK-47, también conocidos aquí como cuernos de chivo.

¿ Quién los mato ? Casi nunca se sabe. Pudieron ser los sicarios de Vicente Carrillo -jefe del cártel de Juárez o tal vez los del Chapo Guzmán -jefe del cártel de Sinaloa-. ¿ Por qué ?

Eso sí que es demasiado preguntar. Tal vez porque no había forma de corromperlos. O tal vez porque lo corrompió el cártel rival. Además de su dosis de plomo, los muertos del narcotráfico se llevan a la tumba su correspondiente dosis de sospecha.

Pues bien, para ese lugar no del todo recomendable buscaba el alcalde de Práxedis, José Luis Guerrero, un jefe de policía.

Como en las películas del Oeste, el alcalde se fijó primero en los más machos del lugar, pero todos miraron para otro lado.

El problema no era hacerse cargo de los 19 agentes de la plantilla policial, nueve de ellos mujeres, sino, sencillamente, continuar con vida en un lugar donde no vale nada.

Fue entonces cuando Marisol Valles, de 20 años, casada, estudiante de último curso de Criminología en Ciudad Juárez, dijo sí.

¿ Una mujer sin miedo ? Tal vez no. A tenor de sus declaraciones, simplemente una mujer valiente: "Aquí toda la gente tiene miedo, todos tenemos miedo, pero vamos a cambiar ese miedo por seguridad".

Para contagiar de ese valor a sus vecinos, la nueva secretaria de Seguridad Pública de Práxedis se dejó fotografiar junto a su mesa de trabajo, a cara descubierta. Ahora los narcos sabe a quien asesinar

Si el narcotráfico ya tiene a sus heroínas reales o ficticias -la reina del Pacífico que entrevistó Julio Sherer o la Teresa Mendoza que inventó Arturo Pérez Reverte-, desde el martes, en un pueblo perdido del Valle de Juárez, el lado bueno de la Ley tiene a una muchacha de 20 años llamada Marisol Valles.

Sólo escribir su nombre provoca respeto. Y miedo también.

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