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jueves, 16 de septiembre de 2010

FRANCE TELECOM: LOS EMPLEADOS QUIEREN HUIR Y SE SUICIDAN

La empresa de telefonía francesa sigue en la espiral ascendente del suicidio de sus empleados. 5 funcionarios de France Telecom se suicidaron en un plazo de 15 días. Según fuentes sindicales, en lo que va del año 2010 un total de 23 empleados se suicidaron y otros 16 intentaron hacerlo.


La cifra de 2010 supera los casos contabilizados en 2008 y 2009. En ese lapso, 17 y 18 miembros del grupo se quitaron la vida.

Patrick Ackerman, delegado general del sindicato SUD-PTT y uno de los creadores del observatorio del estrés y las movilidades forzadas, dijo a la prensa que era preciso esperar "los resultados de las investigaciones para saber si esos suicidios están ligados con el trabajo".

Los sindicatos apuntan, sin embargo, a la responsabilidad de la empresa.

El año pasado, la cifra de suicidios o intentos había alcanzado tales proporciones en el seno del grupo francés de telefonía que el Ejecutivo intervino para que France Telecom cambie su estrategia de gestión del personal.

Según cálculos de los medios, el porcentaje de suicidios en France Telecom es cinco veces superior al promedio nacional.

La directiva de esta empresa privatizada en 1997 y de la cual el Estado posee el 26% de las acciones recordó que los cinco trabajadores "no se conocían entre ellos, no tenían ninguna relación y pertenecen a diferentes regiones de Francia".

FT agregó que investigará "las situaciones laborales concretas de los cinco trabajadores" a fin de esclarecer si los suicidios están relacionados con dramas personales o no.

El grupo francés se comprometió en 2009 a transformar su esquema de gestión con el fin de "parar la espiral infernal" de suicidios.

En ese sentido, France Telecom suprimió de manera temporal una de las estrategias del grupo más criticada, a saber: el traslado intempestivo del personal y los cambios sin preaviso de puestos de trabajo.

Pese a esas promesas, fuentes sindicales siguen denunciando el hecho de que nada ha cambiado realmente: presión sobre el personal, estrés, reestructuraciones, exigencia constante de resultados, traslados y mutaciones azarosas son moneda corriente.

Ninguno de los cinco empleados que se quitó la vida en estos últimos quince días lo hizo en su lugar de trabajo.

Sólo uno de ellos, un encargado de clientela, se arrojó de un puente luego de dejar la sede de la empresa.

El marido de otra de las víctimas envió una carta en la que responsabiliza al grupo de la muerte de su esposa.

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