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viernes, 28 de abril de 2017

CHILE: PORQUE EL 90 % DE SUS HABITANTES RECHAZA EL SISTEMA DE JUBILACIONES PRIVADAS

La nota sobre la situación de las jubilaciones en Chile que estamos publicando, es de unos meses atrás, pero mantiene su total vigencia y en momentos en que en Uruguay se escuchan muchas voces opinando sobre el tema, es un aporte interesante para conocer lo que sucede en otros países de la región, los motivos de que suceda y poder comparar parámetros 


Llegar a la vejez en Chile significa ser pobre. Es la conclusión de varios estudios que realizan serios cuestionamientos al sistema privado.Por Jaiden Martínez I Corresponsal en Chile Victoria y Andrés están apostados en la entrada de una estación de metro muy concurrida en Santiago. Son las 6 de la tarde. Es el fin de la jornada laboral. Entre ambos sostienen un cartel que define la razón por la cual aguardan en ese lugar bajo el inclemente frío: “Podemos perder nuestro hogar, si no pagamos el alquiler de nuestra casa”.

El letrero pretende apelar a la buena voluntad de todos los chilenos. Son su única esperanza para pagar los 300 dólares que le cuesta la renta. “Somos víctimas de un modelo que no nos dio garantías de tener una vejez tranquila y digna”, contó Victoria.

Ella dedicó su vida a atender a sus hijos y Andrés se desempeñó como trabajador de la construcción. Cuando llegó el momento de retirarse (2007), producto de su avanzada edad (68 años), comenzó a depender de su pensión.

“Por haber cotizado durante 30 años, mi ingreso mensual es de U$S143. ¿Quién vive con esa cantidad en un país que es considerado el más caro de América Latina?”, preguntó Andrés.

Una persona de tercera edad goza de una pensión menor a U$S 200.

Según un estudio divulgado por la Fundación del Sol, 50% de los trabajadores que cotizaron entre 24 y 32 años, y se jubilaron entre 2007 y 2014, obtienen una pensión que no sobrepasa los U$S 200. Cifra alarmante, por debajo del salario mínimo (U$S 392) y que ha puesto nuevamente en discusión el régimen de retiro en el país.

“El sistema de capitalización individual fue creado para transformar el ahorro forzoso de los trabajadores en capital al servicio de grandes grupos económicos mediante la inversión en bolsa”, sostuvo Luis Mesina, vocero de la organización No Más AFP.

“Chile no tiene un sistema basado en la seguridad social. Llevamos 40 años sin hablar sobre qué realmente significa. No hay un reparto solidario, porque eso iría en contra de la cultura neoliberal”, alegó Marcos Kremerman, investigador de la Fundación del Sol.

La estructura mixta de reparto que es muy común en otros países de la región no existe en Chile. Es solo el trabajador quien se ve obligado a destinar el 10% de su sueldo para garantizar en un futuro una pensión “digna”. La nación viola así el convenio 102 de la Organización Internacional del Trabajo que contempla el aporte tripartito (Estado-Trabajador-Patrono).

No más AFP es la consigna que recorre el país.
“Solo nueve países en el mundo tienen un sistema parecido al chileno: Israel, Republica Dominicana, Nigeria, Maldivas, Malawi, Kosovo y Australia, pero Australia asegura para gran parte de sus adultos mayores una pensión básica de mil dólares. Entonces tener un sistema privado con mil dólares asegurados no es lo mismo que el caso chileno”, manifestó Kremerman.

Según datos del Servicio Nacional del Adulto Mayor, actualmente viven en Chile 2.885.157 personas sobre los 60 años, y de ellas, un 24,5% se encuentra contabilizado en la fuerza laboral, principalmente en áreas relacionadas con la agricultura, la industria manufacturera y el comercio.

“Muchos de mis compañeros que han llegado a mi edad, y que decidieron jubilarse, han tenido que retomar el trabajo porque no pueden vivir con esos ingresos. Somos pobres y por esa razón no podemos plantearnos tan fácil el retiro”, enfatizó Andrés.

“ Casi 170 mil personas de la tercera edad, de los 350 mil que aportan a la AFP, están endeudadas y enfrentan una severa morosidad ”
La edad legal de jubilación para el hombre se ubica en 65 años, pero la hace efectiva a los 68. Por su parte, la mujer debería estar retirada a los 60, pero es a los 67 años que decide dar ese paso.

“Casi 170 mil personas de la tercera edad, de los 350 mil que aportan a la AFP, están endeudadas y enfrentan una severa morosidad. Sus deudas se ubican en más de U$S 1.700, cuando el 91% solo percibe U$S 150 al mes”, reveló Kremerman

“Quizás a los 90 años podamos vivir mejor, pero con este fondo de pensiones que lo administra los empresarios y que juegan con nuestro dinero, dudo que eso suceda”, lamentó Victoria.

“Lo que tenemos es un régimen privado, caro, ineficiente y que da malas prestaciones. Es el empobrecimiento generalizado de la tercera edad, en especial en las mujeres, quienes son las más castigadas”, denunció Mesina.

Si este esquema continua, se estima que en 10 años más la mitad de las pensiones pagadas a quienes han abonado entre 25 y 33 años tendrán tasas de reemplazo menores a un 22%.

Según los investigadores, la promesa inicial del sistema era lograr tasas equivalentes al 70% del salario de referencia.

Poniendo un ejemplo práctico, si un empleado cobra U$S 2.000 y su pensión es de U$S 1.000, la tasa de reemplazo es del 50%. Normalmente siempre se percibe menos cuantía de la que se obtenía trabajando. En el caso de Chile la diferencia sería abismal.

El negocio de las AFP

Las AFP son la gallina de los huevos de oro. Los fondos acumulados equivalen a un 69% del PIB. Una investigación presentada por la Fundación del Sol, en base a datos suministrados por la Superintendencia de Pensiones, reveló que la rentabilidad obtenida de la colocación de los aportes de los trabajadores en el mercado financiero, se ubica alrededor del 26% sobre su patrimonio. Un porcentaje que ningún sector económico puede lograr.

“Es un pilar central del modelo económico, y con el sistema tributario existente, constituyen el mecanismo principal de financiamiento del gran crecimiento experimentado por las grandes empresas y su expansión internacional”, aseguró Eugenio Rivera, Doctor en Ciencias Económicas y sociales.

“Por esa razón se oponen a terminar con el modelo a pesar de que las pensiones son cada vez peores. Ellos son poderosos y las grandes empresas han cooptado al poder político, mediante financiamiento de las campañas, e incluso directamente con sobornos”, denunció Luis Mesina, vocero de No Más AFP.

“ Las AFP invierten U$S 31 millones en los 10 bancos más importantes. Las ganancias diarias registradas hasta 2015, se ubicaban en más de U$S 2 millones. ”
Pese a que existe un organismo como la Superintendencia de Pensiones responsable de velar por el buen funcionamiento, es cuestionada su falta de autoridad para regular esta actividad.

Es tan libre el campo de acción de las AFP, que durante la crisis financiera de 2008, experimentaron pérdidas equivalentes a un tercio de los fondos acumulados y no hubo respuesta hacia los cotizantes. Fue este hecho el elemento detonante del conflicto entre las administradoras y la ciudadanía.

“La Superintendencia es un aliado de las administradoras, en lugar de ser un órgano de fiscalización y regulación, pero los gobiernos de la Concertación nunca pusieron en cuestionamiento el sistema”, aseguró Rivera.

En 2008, la Presidenta Michelle Bachelet, instaló la Comisión Bravo, que fue la responsable de realizar una auditoría al régimen de pensiones. Esta instancia no logró dar un espaldarazo generar cambios sustanciales.

“El rechazo ciudadano era tan fuerte, que la mitad de los comisionados entendió que era necesario cambiar el sistema. En tal sentido le dio un respaldo técnico a las demandas populares que venían desde hace tiempo, pero dejó intacto el sistema”, sostuvo Rivera.

Las AFP invierten U$S 31.084 millones en los 10 bancos más importantes del país. Las ganancias diarias registradas hasta el 31 de diciembre de 2015, se ubicaban en más de U$S 2 millones.

“La clase gobernante se lucra de las AFP. Hay colusión política para que el sistema no cambie”, denunció Marcos Kremerman, Investigador de la Fundación del Sol.

Los adultos mayores están endeudados o morosos
9 de cada 10 chilenos reprueba el sistema. El 87% está de acuerdo en que es necesario aplicar reformas importantes, según reveló la encuestadora CADEM. El 64% está completamente seguro que lo ahorrado para su jubilación no le alcanzará o no le alcanza para cubrir sus gastos básicos. Un 27% manifestó lo contrario.

Estos datos ponen de relieve el descontento popular, y que ha encontrado su cristalización a través de un movimiento ciudadano denominado “No Más AFP”. Luis Messina ha encabezado esta organización, que ya tiene en su registro de actividades una marcha celebrada el pasado 24 de julio, que contó con la participación de más de un millón de ciudadanos, y un cacerolazo efectuado la semana pasada.

“Nuestro balance es muy positivo. Hemos logrado instalar el tema en la agenda nacional y forzamos al Gobierno, que había anunciado que la reforma al sistema quedaría para la próxima administración, a cambiar su agenda. Chile despertó”, aseguró Mesina.

Esta iniciativa ciudadana que ha convocado a todos los estratos sociales del país, parece estar generando resultados. La semana pasada la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet, anunció en cadena nacional un conjunto de medidas que buscan matizar el sistema de pensiones. La medida podría ser interpretada como un recurso que está utilizando el Gobierno para mejorar en las encuestas, tomando en cuenta que su desaprobación está por el orden del 81%.

“Son cambios sustanciales, en particular el que el aporte patronal del 5% vaya a un fondo colectivo; eso cambia de raíz el modelo de capitalización individual. Es importante también la AFP estatal (propuesta bandera del Gobierno), puede constituir una primera configuración institucional del futuro sistema público”, señaló Eugenio Rivera, Doctor en Ciencias Económicas y Sociales.

No obstante, la organización No Más AFP no recibió con buen agrado la noticia. “La ciudadanía pide NO + AFP, pero la Presidenta anunció su voluntad de parchar el sistema actual para mantenerlo, incluso con la creación de una AFP del Estado, o sea más AFP”, lamentó Mesina.

La plataforma ciudadana insiste en que sí hay condiciones para pasar de un sistema de capitalización individual a uno de solidaridad intergeneracional, entre géneros y de reparto solidario. Creen que daría mejores pensiones y además sería mucho más barato de administrar.

“El modelo neoliberal está siendo profundamente cuestionado. De no avanzarse en su cambio no es posible descartar situaciones críticas”, advirtió Rivera.

“La búsqueda de soluciones colectivas sobre la base del principio de la solidaridad, y el debate sobre la Seguridad Social, y el modelo económico que queremos para nuestro país está de vuelta”, señaló Mesina.

“La seguridad social debe permitir que la persona tenga una vida digna. Es un principio de solidaridad. Las personas deben compartir riesgos. Es necesario un esquema de reparto donde los activos financien la pensión de quienes se han retirado”, señaló Marcos Kemerman, investigador de la Fundación del Sol.

Cómo definir una mejor seguridad social es un debate que debe comenzar a darse en Chile. Se hace necesario cuando enfrentas un panorama donde los ciudadanos vivirán más. Según el Instituto Nacional de Estadísticas, para 2020 el país tendrá la esperanza de vida más alta del mundo, de 77,4 años para los hombres y 82,2 para las mujeres. Una razón muy importante para que los próximos Gobiernos diseñen mayores políticas públicas que permitan asegurar una vejez digna.


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