Sectores del
oficialismo replantean en el Parlamento discusión sobre la usura; más de 2
millones de personas tienen deudas Algunos especialistas ven que el cobro de
tasas de interés por encima del tope legal es un delito “inaplicable” y
advierten sobre las prácticas empleadas por ciertos estudios, call centers u
otras recuperadoras para lograr el pago de créditos.
Más de 2 millones de individuos y más de 93.000 personas jurídicas son, a la fecha, “deudores activos” del sistema financiero regulado por el Banco Central (BCU), según datos de ese organismo.
A su vez, de acuerdo con el monitor del
mercado de crédito que elabora la financiera Pronto!, prácticamente siete de
cada 10 de sus encuestados estaba La demanda de crédito se reactivó. Foto:
Nicolás Garrido / Búsqueda 10 minutos Comentar Nº 2169 - 7 al 20 de Abril de
2022 Suscribite 16/4/22, 4:05 Sectores del oficialismo replantean en el
Parlamento discusión sobre la usura; más de 2 millones de personas tienen
deudas y el 40% de esas deudas tenían que ver con la solicitud de préstamos. Y
de los 19.000 casos atendidos por el Área de Defensa al Consumidor en 2021,
casi el 20% fueron reclamos referidos a servicios financieros.
Con esta
situación, problemática para muchas personas, el sistema político tiene a
consideración un par de propuestas legislativas. Ante Defensa del Consumidor,
los tomadores de préstamos se quejan por lo que entienden son intereses
excesivos cobrados por sus deudas y las posibles consecuencias ante la falta de
pago. El año pasado, alrededor de 80 fueron reclamos referidos a bancos, casi
300 a cooperativas de crédito y más de 600 vinculados a financieras. En el 75%
de los casos se llegó a un acuerdo que reestructuró la deuda, reduciendo cuotas
o quitando intereses moratorios, informó el área ante la consulta de Búsqueda.
La mayoría
de esos reclamos los hacen personas de ingresos bajos y medios. Según Dora
Szafir, ex magistrada y experta en derecho del consumidor, entre el 80% y 85%
de estos préstamos son pedidos por razones de necesidad, que van desde pagar la
factura de UTE hasta retirar remedios o costear algún tratamiento médico. Las
instituciones se “aprovechan” de la situación y ofrecen, por ejemplo, préstamos
“limpia deudas” para pagar otro anterior, señaló.
Frente a esa
“calesita de préstamos” Cabildo Abierto presentó en 2020 un proyecto de ley
para la reestructuración de deudas de personas físicas. Martha Valfre, abogada
y asesora de ese partido, cuestionó “una suerte de culpa ligera” en las
promociones que toman a la población “más vulnerable” de “rehén” al ofrecer
préstamos que muchas veces solo requieren la cédula de identidad. Explicó a
Búsqueda que la iniciativa apunta a “poner el ojo” en “a quién y en qué
condiciones” se presta. El proyecto era una de las prioridades del 2021 para
Cabildo, pero hasta ahora solo se discutió a nivel de comisión.
Por otro
lado, el diputado Iván Posadas, del Partido Independiente, dijo a Búsqueda que
existe entre los socios de la coalición de gobierno un acuerdo en torno a un
proyecto conjunto —diferente al de Cabildo— que apunta a acotar los márgenes de
cálculo de las tasas de interés de préstamos al consumo. Se presentará en los
próximos días y “tiene chance” de ser aprobado, aunque Valfre lo consideró
mucho más “light” que el propuesto por su partido. Presume que al igual que
este tendrá muchos “detractores” en el sector financiero.
Cuando se discutió en la Comisión de Hacienda
de Diputados el proyecto cabildante, el director ejecutivo de la Asociación de
Bancos Privados, Roberto De Luca, consideró que tasas de interés más bajas
implicarían que “un segmento importante de la población” quede por fuera del
mercado formal y acuda “a los prestamistas”. Valfre señaló cómo los bancos y
las financieras “no se pisan el palito”. Si bien estas últimas ofrecen
préstamos más caros, a la misma vez fijan menos requisitos que los bancos para
captar mayores segmentos del mercado. Suscribite 16/4/22, 4:05 Sectores del
oficialismo replantean en el Parlamento discusión sobre la usura; más de 2
millones de personas tienen deudas.
Por su parte, la Asociación Nacional de
Empresas Administradoras de Crédito (Aneac) se defendió alegando que cobran
tasas que “están muy lejos” de la usura. Asimismo, señaló que ya existe la Ley
de Consolidación de Adeudos para resolver la misma problemática que aborda el
proyecto cabildante, que además tiene “severos problemas de redacción” y no es
preciso en los conceptos. Un ilícito “inaplicable” En función de la “ley de
usura”, el BCU informa un cálculo de las tasas del mercado y se fija un
porcentaje por encima como tope.
Para créditos inferiores a 2 millones de UI, el interés compensatorio no puede superar eso en un 55% y el de mora no puede pasar el 80%; por encima, hay usura. Según Szafir, esa “fórmula es inaplicable” como tope porque, al ser tan altos, eluden la posibilidad de configurar un ilícito. Opinó que la ley es “muy permisiva”: “Si un interés del 130 y pico por ciento no es excesivo, yo no sé qué es excesivo”, ironizó la exmagistrada.
Para créditos inferiores a 2 millones de UI, el interés compensatorio no puede superar eso en un 55% y el de mora no puede pasar el 80%; por encima, hay usura. Según Szafir, esa “fórmula es inaplicable” como tope porque, al ser tan altos, eluden la posibilidad de configurar un ilícito. Opinó que la ley es “muy permisiva”: “Si un interés del 130 y pico por ciento no es excesivo, yo no sé qué es excesivo”, ironizó la exmagistrada.
Otro
problema es la capitalización mensual de los intereses; el interés de un mes de
atraso se suma al capital, formando una nueva suma sobre la que se volverán a
calcular y agregar los intereses del mes siguiente si no se paga en fecha, y
así sucesivamente. El artículo 5 de la “ley de usura” establece que los
intereses solo pueden liquidarse sobre los saldos de los capitales
efectivamente prestados.
Szafir contó
el caso de una clienta que por siete años no estuvo en condiciones de pagar una
deuda que originalmente era de $ 27.000 y terminó en $ 1.300.000. “Ese es el
resultado de una cuenta hecha por el banco que no llega a configurar usura”,
indicó.
Según ella, el Estado “defiende” a los bancos.
Para la
Aneac, sin la capitalización de intereses “va a ser menos gravoso incumplir” y
“puede que se aumente el nivel de ese incumplimiento”.
Algunas financieras y bancos transfieren la tarea de recuperación de los
créditos morosos.
Lo que más preocupa a Valfre son las prácticas de cobro que
“aterrorizan a la gente”; las recuperadoras de crédito “son delincuentes” y
enseñan a sus gestores una estrategia de cobranza basada en “amenazas”. Aseguró
que esas empresas compran las carteras morosas y, si cobran la deuda,
“recuperan lo que les salió y mucho más”.
Francisco Majó, abogado de Majó y Asociados, centralizó en su estudio alrededor de 20 denuncias vinculadas al comportamiento de estas empresas que llevará a Fiscalía en los próximos meses. La idea es despertar una “alarma pública” para que la gente sepa cómo actuar ante las recuperadoras de activos, que, aunque se presentan como estudios jurídicos, para Majó no lo son. Por la forma en la que proceden, “en realidad son un call center”, aseguró a Búsqueda. “Habrá algún abogado encargado de hacer algún recupero, pero me gustaría saber cuántos realmente se judicializan”, añadió.
Francisco Majó, abogado de Majó y Asociados, centralizó en su estudio alrededor de 20 denuncias vinculadas al comportamiento de estas empresas que llevará a Fiscalía en los próximos meses. La idea es despertar una “alarma pública” para que la gente sepa cómo actuar ante las recuperadoras de activos, que, aunque se presentan como estudios jurídicos, para Majó no lo son. Por la forma en la que proceden, “en realidad son un call center”, aseguró a Búsqueda. “Habrá algún abogado encargado de hacer algún recupero, pero me gustaría saber cuántos realmente se judicializan”, añadió.
Valfre
mencionó que estas empresas trabajan con un “chip”, en referencia a su speech
de cobranza. Por ejemplo, Requiro, la recuperadora más “fulminante”, según
Majó, y contra la que dirige su demanda, capacita a los nuevos gestores con un
cuaderno de reglas para estructurar las llamadas. Deben provocar una sensación
de urgencia a quien atienda el teléfono, poner el objetivo de cobro por encima
de cualquier explicación sobre la situación financiera personal o laboral del
deudor y no brindar todas las opciones de pago al mismo tiempo para esperar una
propuesta de dinero concreta, incluso tomando un crédito con otra financiera.
Según Majó,
además de incitar a la quiebra de la persona, este es un ejemplo de competencia
desleal. Si no logran un compromiso de pago con el cliente apuntan a generar
“compromisos de otra índole”, como volver a comunicarse en busca de una
solución en plazos cortos de entre 24 y 72 horas. Esto último va contra el
artículo 22 de la Ley de Relaciones de Consumo, que entre otras cosas considera
abusivo fijar un plazo desproporcionado para el cumplimiento de las
obligaciones en perjuicio del consumidor.
El manual de
Requiro concluye que todos los acuerdos deberán ser siempre de palabra.
Búsqueda quiso consultar sobre las prácticas que se le atribuyen, pero esa
empresa rechazó hacer comentarios. Llamar por teléfono y enviar mensajes de
texto varias veces al día y hasta los fines de semana, no solo al número
personal del moroso, sino a sus familiares, vecinos y hasta a su trabajo,
también es una práctica abusiva, afirmó Majó. Además, estas empresas amenazan
con retener el sueldo y la jubilación de parientes, cuando según el abogado
solo las cooperativas pueden retener sueldos y del titular de la deuda. “Juegan
con la gente pobre que no tiene forma de conseguir asesoramiento legal”,
lamentó.
Algunas
empresas advierten acerca de un eventual embargo genérico. En MAGA y Asociados
consideran que el deudor da su consentimiento a este proceder al firmar un
documento donde se anticipa que, en caso de incumplimiento, el trámite pasará a
la vía legal correspondiente. Quienes llevan adelante ese tipo de prácticas
“son el verdugo personificado”, comparó Szafir. El hijo de una morosa
intimidado por este estudio contó que su madre tiene deudas con la financiera
Cash y el Banco República (BROU). Aseguró que denunció la situación al banco y
agregó que allí le aseguraron no tener constancia de ningún vínculo con un
estudio jurídico.
El BROU
desaconsejó atender el teléfono en estos casos. Por otro lado, MAGA y Asociados
dijeron —según su relato— ser los representantes legales de Cash, pero la
financiera, por su parte, aseguró no trabajar con este estudio. Valfre insistió
en que el Estado “puede y debe” actuar con las recuperadoras, pero hay una
“clara” intención “de no hacer nada”, y al que hace “le pegan el esquinazo”. La
Unidad de Control de Datos Personales no respondió a la consulta de Búsqueda.
Manotazo de
ahogado La situación de “muerte civil” que menciona el proyecto de Cabildo
Abierto lleva a la persona afectada a obtener dinero por cualquier medio y a
recurrir a los préstamos “gota a gota”: pequeños créditos que ofrecen
prestamistas clandestinos que “coaccionan a las personas para obtener su pago
todos los días”, explicó Szafir. Valfre aseguró que además de bandas
extranjeras estos prestamistas son también uruguayos y sus fondos provienen del
narcotráfico, la prostitución o la trata de blancas, entre otros delitos.
La abogada
señaló que este “submundo regulado por nadie” es “la última opción” para
muchos. “Son gánsteres” que prestan dinero por adelantado. No se los ubica en
ninguna dirección. Antes sus oficinas eran móviles y trabajaban de “enganchar”
a la gente en la calle, pero ahora se los contacta por teléfono o WhatsApp a
partir de alguna recomendación, contó. “La persona viene a donde vos estás, lo
cual ya es un riesgo”, con una valija en donde transporta la suma de dinero
acordada, relató la abogada.
Valfre llevó adelante el caso de una familia que
para revitalizar su empresa pidió $ 20.000 a ese tipo de prestamistas, a los
que deberían reintegrarles $ 35.000. No alcanzaron a cubrir la deuda y no tuvieron
otra opción que volver a pedirles dinero. De los $20.000 iniciales pasaron a
deber $ 150.000. Todo estaba acordado de palabra o mediante vales en blanco.
Tras amenazas de violencia física, la familia vendió su auto para “sacárselos
de encima”, aseguró. Si “ejecutan sus promesas” más extremas, dijo, estos
episodios suelen anotarse como un “ajuste de cuentas”.
El informe
del Área de Defensa al Consumidor del 2021 muestra que solo se atendieron 10
casos relacionados a prestamistas particulares. La regulación vigente no exige
que las empresas que otorgan créditos con recursos propios se registren en el
BCU, aunque ese organismo indicó a Búsqueda que sí deben estar sujetas al
cumplimiento de las leyes de Relaciones de Consumo, de Tasas de Interés y de Usura
y a todas las demás obligaciones en materia tributaria y laboral. Pero las
personas que “caen” en estos préstamos no están en condiciones de hacer ninguna
denuncia. “Es preferible un acuerdo de pago con el Estado que caer con estos
tipos. Lamento si se te va la empresa al tacho, pero vas a dormir tranquilo”,
afirmó Valfre.
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