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viernes, 19 de abril de 2019

JUAN PEDRO MIR: DATOS SOBRE LA EDUCACION EN URUGUAY SON ESTREMECEDORES

El 70 % de los estudiantes de sexto año de Primaria no pueden calcular promedios de un conjunto de números. Tampoco el perímetro o las áreas de distintas figuras geométricas. Apenas el 6,5 % es capaz de reconocer números primos.  La situación, ya de por sí grave, se complica si se toman en cuenta factores territoriales. Apenas la mitad de los alumnos de los contextos más desfavorables está en condiciones, por ejemplo, de modelizar situaciones simples con sumas y restas, extraer conclusiones sobre información estadística sencilla, o clasificar polígonos por el número de sus lados.

Así lo indicó el último reporte temático del Mirador Educativo que, hace pocos días, difundió el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEED).

El desafío fue analizado por el exdirector nacional de Educación, actual directivo de la iniciativa ciudadana Eduy21, Juan Pedro Mir, en una charla organizada por la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB), vinculada a Educación, Empleo y Seguridad.

“Hoy las políticas por separado, o son integrales o no son políticas,” aseguró, resaltando la necesidad de articulación.

Repasando los datos del informe, Mir sostuvo que Uruguay "es mucho más injusto en la distribución de la cultura que en la distribución del ingreso".

“A cualquiera que tenga un problema cardíaco el Fondo Nacional de Recursos le asegura atención de calidad”, dijo. “Podemos compartir un quirófano maestros, obreros de una fábrica y el gerente de la fábrica”, relató.

Sería mucho más difícil, agregó, que los hijos de esas personas se encuentren en el banco de una escuela. “Está absolutamente fracturado el circuito educativo de nuestros hijos”, señaló.

En diálogo con ECOS, Mir sostuvo que lo que demuestran estos datos es que modelo actual de institución educativa se vio superado.

Si bien diversos estudios internacionales vienen mostrando diferencias cada vez más grandes en el aprendizaje, el exdirector de Educación sostuvo que el informe de INEED puso de manifiesto “grietas increíbles” entre los sectores más y menos desfavorecidos.

Para Mir, si la sociedad no es capaz de pensar espacios públicos de encuentro no habrá ningún proyecto educativo que se pueda generar.

Eso implica, apuntó, repensar organizaciones que fueron pensadas en en siglo XIX y luego reformuladas. Se necesita, dijo, una reingeniería y un cambio institucional profundo.

“Hoy los niños pobres terminan la escuela y en un altísimo porcentaje no continúan en Secundaria”, mencionó. Y si lo hacen, no logran los niveles básicos de aprendizaje.

Mir pasó a mencionar algunos datos “estremecedores” del informe del INEED. Mientras en los sectores más desfavorables apenas el 1,5% llega a los niveles básicos en matemática para poder continuar en el liceo, en los contextos más favorables es de 16%. Diez veces más. A su vez, al nivel de aprendizaje más alto llegan más del 50% de los sectores más favorecidos, contra solo el 10% de los sectores más pobres.

Mir aludió allí a los diversos cursos de programación que la FOEB ofrece a los niños que acuden sus centros. “No voy a poder programar si no sé calcular el ángulo o si no sé identificar una diagonal”, alertó.

El problema, dijo, es que el sistema educativo sigue reproduciendo las fragmentaciones sociales más grandes. Como ejemplo, mencionó que todos los estudiantes grado 1 de las facultades de Ciencias provienen de liceos privados.

“Si no podemos ver que en educación hay una fragmentación en el acceso de nuestros hijos a la cultura, no partimos de ver el problema”, sostuvo. “Tenemos niños que manejan un abanico de 200 palabras”.

Eso implica,dijo, un problema social, cultural, de seguridad, de constitución familiar, pero también educativo. “Los maestros tenemos que hacer deberes importantes a la hora de pensar ese nuevo modelo educativo”, expresó.

La clave, dijo, es la oferta pública. Recogiendo una idea del director de Convivencia del Ministerio del Interior, Gustavo Leal, que lo acompañaba en la mesa, Mir planteó la necesidad de que el Estado invierta en campus educativos donde se articulen todos los niveles de enseñanza, de salud y sociales.

Mir se planteó qué pasaría si hoy a un niño que vive en Instrucciones y Mendoza le diagnostican dislexia y su madre tiene la suerte de tener empleo y posibilidad de hacer que lo traten, debe viajar una hora al Centro o a Pocitos para que lo atiendan, y después volver a su barrio.

Se preguntó qué familia en situación de vulnerabilidad puede sostener ese tipo de acciones.

Mir imaginó entonces intervenciones ciudadanas, que reúnan a la escuela con la policlínica en un espacio de alta calidad urbana. En ese marco, se preguntó por qué los niños de Casavalle o en el Cerrito no pueden ir a espacios educativos en el Parque Rodó.

“Son veinte minutos de viaje”, advirtió. “No estamos hablando de Pekín o Los Ángeles, es Montevideo”.

Esos espacios, dijo, deberían tener actividades recreativas todo el año, pero también “límites” en la construcción de ciudadanía. Por ejemplo, que allí no se pueda fumar marihuana. “Porque son espacios educativos”, dijo. “Es mucho más económico cuidar un espacio medianamente cerrado y cuidado, donde puedan circular los niños y las madres, que aquel sueño de la escuelita en la esquina de casa, que solo reproduce la fragmentación social”.

Los campus es, en realidad, una vieja idea nunca concretada, que incluso había sido incluida en el Programa de Gobierno del Frente Amplio en 2014.

Un simple juego de ajedrez

Durante su exposición, Mir demostró con ejemplos de qué manera la cultura otorga libertad. Contó que un día, colaborando con los centros educativos que lleva adelante la FOEB, le preguntó a una madre sobre los efectos que ese centro tenía en su hijo.

Agradecida, la mujer destacó que su hijo aprendió a jugar ajedrez.

“Lo que estaba diciendo esta señora es que, aunque viva en un rancho de costanero, aunque tenga que caminar seis kilómetros para poder llegar a la escuela, ella sabía que su hijo tenía acceso a una cultura que le permitía ver el mundo de otra forma”, concluyó.



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