El documental titulado "Fed Up" que se estrenó el viernes en USA, denuncia que el 80 % de los 600.000 productos comestibles que se venden en ese país contienen azúcar agregada. Es un problema que afecta de forma especial a la comunidad hispana, con altos índices de obesidad y adicción al azúcar.
Después de 30 años dando noticias sobre el incremento de la obesidad en Estados Unidos, la presentadora de televisión Katie Couric decidió dar un paso más en su lucha por la buena alimentación y produjo el revelador documental "Fed Up", sobre las mentiras que se esconden bajo la etiqueta "light".
Apoyada por la productora Laurie David, responsable del documental ganador del Óscar y producido por Al Gore "An Inconvenient Truth", y con la sagaz dirección e investigación de Stephanie Soechtig, Couric quiso derribar varios mitos alimentarios y dejar de culpar a la gula o la vagancia del ciudadano.
"Eso era lo más importante. No estamos señalando a la gente, diciendo, 'qué vergüenza', o, 'es tu culpa porque no eres disciplinado'. Estamos señalando el engaño de que, aun cuando creemos estar haciendo lo correcto por alimentarnos bien, no lo estamos haciendo", explica en una entrevista con Efe la presentadora de ABC, quien también ha estado en CBS y NBC.
Según Laurie David, "hay muchos mitos sobre el comer sano y las dietas. Uno va al supermercado y ve productos que rezan, 'natural', 'bueno para la salud', 'con fibra'. Y todo eso está lleno de azúcares. La gente sabe que un 'donut' o un helado tienen azúcar, pero no son conscientes de que también hay mucho azúcar en algunos aliños de ensalada, por ejemplo", asegura.
Tras la obsesión por la reducción de la grasa (entre 1980 y el año 2000, los gimnasios se multiplicaron por dos en Estados Unidos de América), las empresas de alimentos potenciaron la presencia de azúcares añadidos en sus productos, de manera que hoy en día un 80 % los contienen, sin que haya una ley que obligue a explicar en qué cantidad.
"Fed Up", que fue presentada en el Festival de Sundance y que mañana llega a las carteleras estadounidenses, comienza a estudiar la evolución de la obesidad y la diabetes.
Y lo hace desde que en 1981 el presidente Ronald Reagan redujo en 1.460 millones de dólares el presupuesto para la alimentación en las escuelas, abriendo la puerta a convenios con cadenas de comida rápida como McDonald's o Pizza Hut en los comedores escolares.
Así, los casos de diabetes juvenil pasaron de cero a 57.938 entre 1980 y 2010, algo que afecta especialmente a la comunidad latina, en la que estas empresas se han centrado, produciendo casi el doble de anuncios sobre sodas en castellano que en inglés.
Es por ello que "Fed Up" será estrenado en castellano con la voz de Kuno Becker.
Couric, a pesar de haber dado información de actualidad para millones de espectadores durante tres décadas, se dio cuenta realizando este documental de que ella tampoco estaba bien informada.
"Muchas cosas fueron muy sorprendentes para mí. No era consciente de lo poderosos que eran los 'lobbies' de la industria alimentaria, capaz no solo de esquivar leyes, sino de influir en la redacción de las mismas. O de la presencia de las grandes marcas en nuestros comedores escolares", explica.
"Tampoco sabía que la industria del azúcar detuvo las campañas de concienciación o que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos tiene tantos conflictos de intereses", añade, con el dato en la mano de que desde 1995 el gobierno ha dado más de 8.000 dólares en subvenciones a la industria de los edulcorantes.
"Fed Up" es el escalofriante retrato de una sociedad que se está envenenando poco a poco, que en dos décadas tendrá al 95 % de sus habitantes con sobrepeso y que ha elevado el número de muertes por obesidad por encima de los índices de las muertes por inanición.
Pero, sobre todo, incide en una industria que domina incluso los mensajes de la Casa Blanca, al señalar cómo Michelle Obama cambió su campaña de nutrición por la de hacer ejercicio ("Let's Move") por no entrar en conflicto con las marcas.
Así, mientras la Organización Mundial de la Salud afirma que no más del 10 % de las calorías que se consumen a diario deben proceder de los azúcares, las autoridades sanitarias yanquis elevan ese porcentaje hasta el 25 % y se prevé que en 2050 uno de cada 3 yanquis sea diabético.
A pesar de la alarma empresarial e institucional que enciende "Fed Up", también llama al ciudadano a buscar la alternativa y preocuparse por su propia salud de una manera más informada.
"Es un error pensar que comer sano es más caro. A veces lleva más tiempo, pero es un tiempo bien invertido. Es salud para ti y para tu familia", asegura Couric, quien reconoce haberse convertido en una "consumidora escéptica".
"Todas las enfermedades que vienen por este tipo de dietas se pueden prevenir, y la solución está en la cocina de cada uno", añade por su parte David, quien concluye diciendo: "Yo he escrito un libro de cocina, voy por el segundo y me di cuenta de que no sabía nada. Si piensas que sabes mucho sobre comida, te recomiendo ver este documental", concluye.
Mateo Sancho Cardiel.
La película hace seguimiento a la vida de varias familias, entre ellas una familia hispana, mostrando cómo el azúcar puede ser tan adictiva como la cocaína. "Es muy importante ver que, en el estudio que se muestra en la película, se señala cómo nuestro cerebro genera una adicción al azúcar que es tan o más fuerte que la adicción a la cocaína", explicó Kuno Becker, actor y director mexicano que narra la versión en español de Fed Up, que será estrenada el 16 de mayo.
Según afirma en el documental el doctor Robert Lustig, profesor de pediatría de la Universidad de California San Francisco, el problema no es solo el de ser más activos y hacer más ejercicio como algunas campañas lo promueven. "Olvídese de eso. Hay 600.000 productos alimenticios en Estados Unidos y 80 % de ellos contienen azúcar agregada", afirma el médico y profesor universitario.
"Usted puede llegar a ser un adicto", advirtió Lusting, quien destacó que el azúcar es tan o más adictiva que la heroína.
"Yo me considero uno de los tantos adictos al azúcar", aseveró a su vez Becker. "Uno se ríe y le parece simpático por ser `muy dulcero` como dicen en mi país, pero es un problema grave porque comemos de acuerdo con el sabor de la comida y no de acuerdo con la conveniencia", agregó el cineasta mexicano.
"Más del 95 % de los estadounidenses serán obesos o estarán en sobrepeso en dos décadas", advierte el documental que ha sido anunciado como "la película que la industria alimenticia no quiere que usted vea".
Producido por Laurie David, ganador de un Oscar por su producción de Una verdad inconveniente y la periodista Katie Couric, el filme dirigido por Stephanie Soechtig, busca "cambiar para siempre la forma en que usted come".
Becker criticó la falta de información adecuada en muchos de los productos alimenticios en los que la presencia del azúcar no se específica claramente. "Es un problema de las grandes corporaciones tratando de hacer dinero a costa de lo que sea, en este caso es a costa de la salud de las personas y pase lo que pase, teniendo como prioridad las ganancias", afirmó.
"Estamos bombardeados todos los días mediáticamente por el comercio de toda esta comida que no es alimenticia y luego por el afán de adelgazar y luego por el consumo de las medicinas para las enfermedades que se generan", dijo el que presta su voz en español a Fed Up.
Becker desea que la película, del sello RADiUS-TWC, inicie un proceso de pensamiento crítico y autoevaluación en cada persona que la vea. "Me gustaría que nos hiciéramos la pregunta, si tienen razón y hay pruebas científicas de que la adicción al azúcar puede ser más fuerte que la cocaína, ¿soy yo uno de esos adictos al azúcar?".
"Ya eso sería algo bueno. Es un proceso largo, pero si no comenzamos, el cambio no va a suceder nunca", aseveró.
De acuerdo con un estudio publicado en el 2010 por la Oficina de Salud de Grupos Minoritarios, los latinos en Estados Unidos tienen un 20 % más de probabilidades de ser obesos que los blancos no hispanos
"La conclusión a que llego es que tenemos que llenar ese vacío espiritual con lo que nuestra mente va a ser menos manipulable", anotó Becker al señalar el riesgo del materialismo o el ansia de poder. "Necesitamos centrarnos más en lo espiritual para darle más fuerza a nuestra mente y así evitar (entre otras cosas) comer solo por el sabor de las cosas. Es un trabajo interno de convicción", concluyó.
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