En la última visita que hizo una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) a Uruguay entre el 23 de septiembre y el 4 de octubre del pasado año 2013, se dio una importante discusión con el equipo económico sobre opciones para bajar el déficit fiscal. El FMI como de costumbre planteó acogotar algo más a los trabajadores, lo cual fue rechazado de plano por el gobierno.
Los técnicos del FMI encabezados por la jefe de misión -la turca Oya Celasun- hicieron un pormenorizado análisis de la economía uruguaya. Eso se enmarcó en el llamado artículo 4° del organismo, por el que corresponde una visita anual a cada país miembro, aún si no tiene endeudamiento con el Fondo (como Uruguay).
Durante la visita, los técnicos se reúnen con economistas, empresarios, sindicatos, legisladores y con jerarcas del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y del Banco Central.
En uno de esos encuentros, los funcionarios del Fondo "discutieron las opciones para reducir el déficit fiscal" con jerarcas del MEF -en momentos en que Fernando Lorenzo comandaba el edificio de Colonia y Paraguay-, señala el reporte que elaboraron los técnicos y que el organismo divulgó en las últimas horas.
Allí, el staff del FMI "llamó a limitar el crecimiento de los gastos, salvaguardando las inversiones en infraestructura y la red de seguridad (que conforman los programas sociales para los pobres)".
Las autoridades respondieron "que la baja proporción del gasto discrecional sin contar las inversiones de infraestructura implica poco margen para reducir el déficit mediante la desaceleración del crecimiento del gasto", según el reporte del FMI.
Empero, los funcionarios del organismo manejaron otra "receta" para reducir el déficit fiscal (que a noviembre era de 2% del Producto Interno Bruto).
Así, el FMI "vio margen para elevar las contribuciones a los planes de seguros de pensiones (aportes patronales y personales) y de salud pública (aporte al Fonasa) ya que la reciente legislación para ampliar la cobertura ha demostrado ser más costosa de lo previsto inicialmente".
Los jerarcas del MEF rechazaron esa opción. Afirmaron que "las contribuciones de los trabajadores y las empresas a los planes de pensiones y de salud ya eran altos para los estándares internacionales y vieron poco espacio para subirlos", según indica el informe del FMI.
Actualmente, los aportes de los trabajadores a la seguridad social son de 15 % de su salario nominal (excepto construcción, que tiene un régimen propio).
Los patronales están unificados en 7,5 % del sueldo pagado, salvo en casos como construcción y finanzas que son mayores.
Por su parte, el aporte al Fonasa va de 3 % del salario (para trabajadores de ingresos bajos sin hijos) a 4,5 % y 6 % dependiendo si se tienen hijos y/o cónyuges a cargo. En algún caso pueden implicar hasta 8 %.
Subir impuestos.
De acuerdo al reporte que hicieron los técnicos del Fondo, los jerarcas de Economía "vieron margen para incrementar la recaudación de impuestos en el largo plazo, principalmente de los asalariados de ingresos más altos".
En ese sentido, las autoridades "señalaron que las tasas impositivas marginales de Uruguay para los asalariados de mayores ingresos se mantuvieron por debajo en el comparativo internacional".
Por otro lado, según el reporte del FMI, los jerarcas del MEF "vieron que es importante preservar una estructura impositiva sobre las empresas" que sea "amigable con la inversión, con tasas marginales de impuesto a la renta competitivas y ventajas fiscales para las inversiones seleccionadas".
Esta fue una polémica que enfrentó al equipo del MEF liderado por Lorenzo con los asesores más cercanos del presidente José Mujica en materia económica, como el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Gabriel Frugoni, el subdirector Jerónimo Roca y el asesor Pedro Buonomo. El equipo cercano a Mujica proponía elevar el Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas de 25 % a 30 % para las empresas que obtengan mayores ganancias, elevar el Impuesto a la Rentas de las Personas Físicas (IRPF) para las rentas del capital y revisar las exoneraciones impositivas.
Eso fue rechazado por Lorenzo, que amenazó con renunciar (lo que finalmente concretó a fin de año por el caso Pluna). La OPP prefirió dar el debate en el próximo gobierno.
Sector inmobiliario se "enfrió" dicen
El informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) en su visita a Uruguay entre fines de septiembre y comienzos de octubre bajo el artículo 4° analizó la situación del mercado inmobiliario local en los últimos años. Las "restricciones cambiarias en Argentina y un nuevo tratado bilateral sobre intercambio de información fiscal entre Argentina y Uruguay, parecen haber enfriado el mercado, con el crecimiento de los precios de la vivienda suavizándose en 2012. Los participantes del mercado señalaron que esta tendencia continuó en 2013", señalaron los técnicos del Fondo. Cuando estuvo en Uruguay, la jefa de misión del FMI, Oya Celasun respondió lacónicamente respecto al impacto en la economía del diferendo comercial con Argentina. "Pienso que no", dijo.
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