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miércoles, 13 de octubre de 2010

TABARE VAZQUEZ: QUE LE DIJO AL FMI EL EX PRESIDENTE DE URUGUAY

Al exponer ante el Grupo Consultivo Regional del FMI, el ex presidente de Uruguay Dr. Tabaré Vázquez sostuvo que Uruguay "no es el paraíso" y que la gestión no fue ni "perfecta" ni "modélica" pero señaló que las medidas que se adoptaron resultaron efectivas para enfrentar la crisis financiera internacional.


"Nuestro gobierno hizo lo mejor que pudo dentro de lo posible y desde su identidad y compromiso", afirmó.

El Dr. Tabaré Vázquez resaltó los logros de su gestión y elogió al Presupuesto del gobierno de su sucesor José Mujica actualmente en discusión en el Parlamento. Recordó la etapa de la renegociación de la deuda pública con el FMI desde una perspectiva de "socio" no de "víctima" ni de "cliente". "El mundo no se vino abajo", dijo.

Por otro lado, el ex presidente dijo que "el Uruguay viene marchando bien, pero aún tiene un largo camino por delante para ser el país que los uruguayos sueñan y merecen".

Agregó que a esa tarea "está dedicado el gobierno nacional que asumió en marzo pasado y que lo digo para que no haya dudas es el gobierno que yo voté".

En ese sentido, dijo que el proyecto de Ley de Presupuesto Quinquenal presentado por el Poder Ejecutivo y actualmente a consideración del Parlamento, "prioriza los recursos para vivienda, educación, infraestructura física, protección social y seguridad pública" y asimismo, "está respaldado por un programa financiero congruente con los niveles de financiamiento disponibles en los mercados internos y externo y con la disponibilidad de recursos de los organismos multilaterales".

Vázquez hizo uso de la palabra en el segundo encuentro del Grupo Consultivo Regional del FMI, que se realizó el domingo en Washington.

En este Grupo, Vázquez participa como asesor junto a los ex presidentes Oscar Arias (Costa Rica) y Ricardo Lagos (Chile); el ex primer ministro de Canadá, Paul Martin; el secretario general Iberoamericano y ex presidente del BID, Enrique Iglesias; los ex ministros de Francisco Gil-Díaz (México) y José Luis Machinea (Argentina); la ex representante para Asuntos Comerciales de Estados Unidos de América, Carla Hills; el director del Progressive Policy Institute de Estados Unidos de América, Robert Shapiro; y el director de Las Américas para el FMI, Nicolás Eyzaguirre, entre otros.

El grupo es coordinado por Eyzaguirre, quien estuvo recientemente en Uruguay para presentar el informe

"Aprovechando el viento a favor", un trabajo del FMI sobre la perspectiva económica de América Latina en los próximos años. Vázquez no pudo asistir al primer encuentro, que tuvo lugar en San José de Costa Rica, en julio pasado.

He aquí la intervención del doctor Tabaré Vázquez.

"Amigas y amigos:

Aunque este es el segundo encuentro del Grupo Consultivo Regional, se trata del primero en el que participo ya que otros compromisos asumidos anteriormente me impidieron participar en la reunión de julio pasado en San José de Costa Rica.

Pido excusas nuevamente por aquella inasistencia y reitero mi consideración a este Grupo, no sólo como lo que formalmente es, un ámbito consultivo regional, sino también como lo que el mismo representa: una convergencia plural hacia ese objetivo común que son la igualdad y la dignidad como claves de vida de la gente.

Enunciarlo es sencillo. Lograrlo, no tanto (aunque tampoco es imposible) . Y en esa ecuación (que como toda ecuación tiene incógnitas) ha de inscribirse nuestro modesto aporte desde este Grupo.


Amigas y amigos:

"La vida te da sorpresas/sorpresas te da la vida ...", canta el panameño Ruben Blades en una de sus más destacadas canciones.

Sí: la vida da sorpresas. Pero no siempre y no tanto como le sucedió a "Pedro Navaja", el personaje de la canción de Blades.

Digo esto pues cabe preguntarse qué hago aquí cuando por edad e identidad pertenezco a una generación que dedicó sus sueños y sus esfuerzos a la consecución a los valores de libertad e igualdad.

En esa entrega que en muchos casos fue la vida misma la democracia tenía cierto tufillo burgués y el Fondo Monetario Internacional digámoslo francamente apestaba a imperialismo.

Claro que esta "mirada de nosotros" no era antojadiza, sino que interactuaba con cierta "mirada de otros" según la cual la libertad y la democracia eran un adorno del desarrollo y éste un privilegio al cual nuestros pueblos no tenían derecho por ser "indolentes y estar manifiestamente destinados a la dependencia y a la pobreza".

Pero el tiempo es sabio. En su transcurso demostró una vez más que la libertad es acaso el más fuerte y hermoso impulso humano sin el cual la vida no tiene sentido, y que vale la pena pelear por ella.

También demostró que la democracia tampoco es un adorno sino que, como sistema político y estado de la sociedad, es un factor indispensable para el desarrollo.

Demostró además que éste (el desarrollo) es un derecho inalienable de los pueblos, pero que no basta con declararlo en documentos y congresos, sino que hay que asumirlo con la realidad de los hechos.

Asimismo, demostró que el mundo no es en blanco y negro, que en el complejo escenario internacional no hay modelos perfectos ni instituciones infalibles y que nadie, por poderoso que sea, es el único propietario de la verdad.

En el mundo actual, tener fuerza no implica tener razón, ser rico no implica ser próspero, y ser diferentes no implica tener que ser desiguales.

Tal, muy sucintamente dicho, lo que todos aprendimos. Tal vez unos más que otros, pero así son estos procesos.


Amigas y amigos:

En un momento de este proceso, en Uruguay sucedió algo que no fue casual ni sorpresivo, ...pero sucedió: por decisión soberana de la ciudadanía, el Frente Amplio, una coalición de las ahora llamadas "fuerzas progresistas" (adjetivo cuya ambigüedad da cuenta que ni los politólogos ni los periodistas están pasando por un buen momento de producción intelectual...), asumió el gobierno de la República. Y quien habla, la Presidencia de la misma.

No corresponde hacer aquí un informe sobre la situación del país en aquel entonces (marzo/2005) y las políticas que instrumentamos para revertir las agudas vulnerabilidades en los planos productivo, social, financiero y fiscal que limitaban los márgenes de acción para cumplir nuestra propuesta y compromiso de gobierno.

En todo caso, digamos que en aquel contexto caracterizado por: * elevadísimo endeudamiento público (US$ 19.486 millones, equivalentes al 147% del PBI registrado en 2004.

El 75% de esa deuda era externo y el 55% había que amortizarlo en el período 2005/2010!! (Datos del BCU)* grave incremento de la pobreza (31%), la indigencia (4,6%), la desigualdad y la exclusión social y, * fuerte afectación del mercado de trabajo en términos de desocupación, calidad y precariedad del empleo, nuestra estrategia se orientó a compatibilizar la imprescindible transformación productiva y social que requería nuestro país, con la necesidad de implementar una política fiscal ordenada y responsable, sin la cual dichas transformaciones no resultarían viables ni sustentables en el tiempo.

Digamos también que en ese contexto, ya en el período de transición entre el gobierno saliente y el entrante, el equipo económico que me acompañaría y yo como presidente electo, mantuvimos negociaciones con autoridades de distintos organismos financieros internacionales, entre ellos el Fondo Monetario Internacional.

De nuestra parte, lo hicimos como lo que somos: socios del FMI. Ni víctimas ni clientes: socios.

Y aunque la realidad indica que no todos los socios de esta institución pesan lo mismo en ella, nosotros asumimos esa realidad, nos desempeñamos en ella y, en lo posible, intentamos mejorarla. Porque con la realidad de nada sirve pelearse, y para mejorarla de poco sirven las quejas o los berrinches.

No hubo reproches ni recetas. Y en las negociaciones quedó claro que nuestra política económica estaría al servicio de un proyecto de país con crecimiento económico y distribución social; que a diferencia de experiencias anteriores, las políticas sociales del nuevo gobierno no serían consecuencia de la política económica sino que serían factor determinante de la misma; y que la renegociación de la entonces abultada deuda pública (no podía comprometer los US$ 200 millones necesarios para instrumentar un Plan de Emergencia Social destinado a atender las necesidades más urgentes de casi un millón de uruguayos (casi 30% del total de la población del país) que entonces vivía en condiciones de pobreza o indigencia.

Tampoco se vino el mundo abajo. Y si luego tambaleó (como sucedió en setiembre/2008), no fue por esta razón sino por la irresponsabilidad de quienes creen que la economía es un casino y la vida de los demás problema ajeno.


Amigas y amigos:

Aún a riesgo de caer en particularismos o parecer autocomplaciente, permítanme decirles que durante el período 2005/2008 la economía uruguaya creció sostenidamente, luego de la marcada contracción de la actividad registrada en los cinco años previos.
Esa trayectoria sólo se vio afectada en 2009, como consecuencia de la profunda crisis que enfrentó la economía mundial a partir del segundo semestre de 2008.

Pero aún a pesar de las adversidades provenientes del contexto exterior, cabe destacar que ya en el segundo trimestre de 2009, la economía uruguaya retomó la senda de crecimiento, mostrando desde entonces un marcado dinamismo.

Entre 2004 y 2008 Uruguay alcanzó un crecimiento acumulado del PBI del 31%, lo que equivale a una tasa promedio anual del 6,9%, habiendo crecido sistemáticamente por encima del promedio de América Latina, con tasas largamente superiores a los promedios históricos del país.

En 2009, la economía uruguaya creció 2,9%, situación que contrasta con el desempeño que tuvo la economía mundial, que cayó 0,6%, y las economías latinoamericanas, que en promedio se contrajeron 1,8%, a partir del marcado deterioro que se verificó en las economías más avanzadas. 1

En resumen, el PIB de Uruguay en 2009 fue 24% superior al máximo registrado previo, correspondiente a 1998.

Este buen desempeño, junto con las políticas sociales implementadas, permitió alcanzar avances sustanciales en materia social.
En particular, cabe destacar la reducción de la indigencia, pasando del 4,6% en 2004 al 1,6% en 2009, en tanto que la pobreza disminuyó de manera sistemática, pasando del 40% al 21% en igual período. 2

En el plano social, cabe destacar la importante contribución de las políticas públicas, a través del establecimiento de prioridades en el gasto, concentrando los recursos adicionales en el fortalecimiento de las redes de protección social.

Durante el período 2005/2009 se verificó una mejora del conjunto de los indicadores del mercado de trabajo, con un extraordinario aumento del empleo y de la calidad del mismo y una sostenida caída de la tasa de desocupación y de los niveles de informalidad.

De esta forma, en la actualidad el país presenta tasas de empleo que se ubican en máximos históricos y tasas de desempleo en niveles mínimos.

Esta favorable evolución fue acompañada por un incremento significativo de los salarios reales, cumpliendo así con el compromiso asumido de recuperar la fuerte caída del salario verificada durante el período 2000-2004, así como también de las pasividades reales y, más en general, del conjunto de los ingresos de los hogares.

Cabe resaltar, asimismo, las significativas mejoras en el plano fiscal y financiero, aspecto que estuvo en la base del desempeño económico y social registrado, al potenciar y favorecer el elevado dinamismo que mostró la inversión productiva, elemento esencial para el crecimiento y el desarrollo económico y social de nuestro país.

Si se tiene en cuenta la situación en que se encontraba nuestro país al comienzo de la pasada administración, las mejoras que se registraron en estas áreas resultaron más relevantes aún.

En particular, cabe destacar el abrumador nivel de endeudamiento que tenía Uruguay hacia fines de 2004, uno de los más altos en la comparación internacional, y la gran concentración de vencimientos a corto plazo, situación que se agravaba por la muy reducida liquidez de que se disponía para hacer frente a dichas obligaciones. 3

Los resultados alcanzados en estas áreas en los primeros cuatro años de la administración anterior, junto al avance registrado en materia productiva y social, permitieron que el país enfrentara de mejor manera la crisis internacional, minimizando los impactos negativos de la misma.

La gestión económica llevada adelante permitió restablecer a la política fiscal como instrumento eficaz de manejo macroeconómico, sentando las bases para poder llevar adelante una política contracíclica, rompiendo con el manejo fiscal tradicional aplicado por gobiernos anteriores.

Aprovechamos el contexto internacional favorable para reducir las vulnerabilidades que enfrentaba el país y para avanzar en la consolidación fiscal. Ello fue de fundamental importancia, ya que sentó las bases y los fundamentos en materia social, productiva, financiera y fiscal que permitieron una adecuada respuesta frente a las adversidades provenientes del contexto internacional durante 2008 y 2009.

En el plano social, la política implementada, apoyada en un fuerte incremento del gasto social, permitió extender y fortalecer las redes de protección social, junto con la mencionada reducción de la pobreza y la indigencia y el aumento del empleo y los ingresos de los hogares.

En lo productivo, las reformas estructurales y la modernización institucional implementadas, junto a la fuerte recuperación de la inversión pública en materia de puertos, energía, infraestructura vial, telecomunicaciones, educación e innovación y al dinamismo de la inversión privada, alentada por la política de incentivos implementada y por la mejoría general en el clima de negocios, permitieron consolidar un incremento significativo de la tasa de crecimiento de largo plazo de la economía.

En materia financiera, la economía uruguaya presentó una gran fortaleza, producto de la activa y ordenada administración de la deuda pública, que permitió recuperar la liquidez, reducir el peso de la deuda en términos del PIB y mejorar el perfil y composición de la misma.

En este sentido, la disminución de la deuda condicionada contraída con organismos multilaterales, le permitió al país disponer de mayores alternativas de crédito para enfrentar situaciones de acceso restringido al financiamiento en los mercados, como sucedió durante el período posterior a la crisis.

Asimismo, el importante aumento de los activos de reserva acumulado en los años previos, constituyó un reaseguro de singular importancia para enfrentar el contexto financiero adverso en condiciones adecuadas.

La consolidación fiscal alcanzada previo a la crisis, junto al buen manejo en materia de endeudamiento, hicieron que las necesidades de financiamiento del gobierno central que se debieron afrontar en 2009 y 2010 incluyendo el resultado fiscal y los vencimientos de deuda fueran reducidas, lo que redujo las tensiones financieras que se debieron administrar en el marco de la crisis, aumentando notoriamente el margen de acción con que contaba el gobierno.

Merece una mención especial la solidez del sistema bancario nacional, caracterizado por presentar elevados niveles de capitalización y solvencia, junto a una alta liquidez y una baja morosidad, en el marco de un menor grado de dolarización del crédito, en particular del crédito a las familias, lo que determinó una reducción del riesgo de descalce de moneda de los deudores.

Asimismo, el mantenimiento de la política de flotación del tipo de cambio resultó fundamental a efectos de poder amortiguar los shocks externos negativos que enfrentó la economía uruguaya, evitando desalineamientos cambiarios que afectaran la competitividad de la producción local.

La política implementada permitió, a su vez, evitar las fluctuaciones y la volatilidad excesiva del tipo de cambio, interviniendo en el mercado para evitar situaciones de esta naturaleza.

La flotación cambiaria constituyó una diferencia fundamental respecto a las políticas aplicadas en el pasado, que no otorgaban la flexibilidad necesaria para dar una respuesta adecuada a los shocks provenientes del exterior.

En efecto, una vez que se hicieron evidentes los efectos de la crisis internacional, el valor de la divisa norteamericana en el mercado uruguayo tendió a acompañar las fluctuaciones de las principales monedas de referencia, lo que evitó que se generaran problemas adicionales en los sectores productivos.

En síntesis: las políticas implementadas durante los primeros años de nuestra gestión de gobierno permitieron que Uruguay enfrentara la crisis internacional más profunda, luego de la de 1929, con un panorama financiero despejado, caracterizado por un menor nivel de endeudamiento y escasos vencimientos a corto plazo.

Esto ocurría en el marco de una situación sólida de las cuentas públicas y de avances significativos en materia productiva y social, con una economía caracterizada por una tasa de crecimiento de largo plazo más elevada y una red de protección social fortalecida.

Amigas y amigos:

Si alguien cree que Uruguay es el paraíso y la gestión de gobierno nacional 2005/2010 fue perfecta y modélica, permítanme agradecerle la generosidad y decirle que está equivocado.

Nuestro gobierno hizo lo mejor que pudo dentro de lo posible y desde su identidad y compromiso.

El Uruguay viene marchando bien, pero aún tiene un largo camino por delante para ser el país que los uruguayos sueñan y merecen.

A esa tarea está dedicado el gobierno nacional que asumió en marzo pasado y que lo digo para que no haya dudas es el gobierno que yo voté.

De ello da cuenta el proyecto de Ley de Presupuesto Quinquenal presentado por el Poder Ejecutivo y actualmente a consideración del Parlamento.

Dicho proyecto, en tanto expresión financiera del programa de gobierno, prioriza los recursos para vivienda, educación, infraestructura física, protección social y seguridad pública. Asimismo, está respaldado por un programa financiero congruente con los niveles de financiamiento disponibles en los mercados internos y externo y con la disponibilidad de recursos de los organismos multilaterales.

Pero la dedicación del gobierno, siendo fundamental, no es suficiente. El desarrollo en tanto estrategia y sustancia en la construcción de la nación al fin y al cabo de eso se trata, lejos de ser una epopeya utópica, es un laborioso proceso de transformaciones estructurales y graduales al mismo tiempo que requiere objetivos precisos, rumbo cierto y mayorías políticas y sociales que lo hagan sustentable.

A eso también estamos dedicados los uruguayos. Sin ruidos ni arrebatos, ni fundamentalismos, pero con convicción, perseverancia y confianza. Porque el Uruguay somos todos.


Amigas y amigos:

La humanidad también somos todos. Y es muy saludable que instituciones como este Fondo Monetario Internacional así lo asuma y lo traduzca en hechos concretos que desde la libertad, la democracia, el crecimiento económico, la justicia social coadyuven a mejorar sustancialmente la vida de esa mayoría aún pobre de la población mundial. Miles de millones de personas que no piden caridad ni reclaman privilegios, sino que tienen derecho a las mismas oportunidades que tuvieron las demás.

Sabemos que no es tarea fácil, pero aquí estamos, para aportar modestamente a la misma en la medida de nuestras posibilidades y desde el proyecto político de la izquierda uruguaya, que es el proyecto político de nuestro Frente Amplio.

Muchas gracias".

1 Durante 2009 la actividad económica se contrajo 2,4% en USA y 4,1% en la UE.

2 La cifra 2004 refiere al total del país urbano (localidades de 5.000 y más habitantes), mientras que la de 2009 contempla la totalidad de país (incluyendo zonas rurales).

3 Reiteramos datos mencionados anteriormente: US$ 19.486 millones de deuda pública, equivalente al 147% del PBI/2004; 75% de la misma externa; 55% con vencimientos en el período 2005/2010.

Fuente:La República

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un grande Taba !! presidente para2014 !! Vamos con la gente !