El tejido del prepucio humano, si se le añaden los compuestos químicos
adecuados, puede actuar como músculo cardíaco y contribuir a la
recuperación tras un ataque de corazón, según publicó el pasado jueves
la revista especializada Science.
Un equipo de investigadores de
la Universidad de Cornell, en Ithaca (Nueva York), ha conseguido que
tejidos no cardíacos hagan bombear la sangre desde el corazón, mediante
el desarrollo de unos determinados compuestos.
Al parecer, el
prepucio humano constituye el material idóneo, por ser un tejido liso y
flexible, para convertirse en cardiomiocitos, las células del músculo
cardíaco que ayudan a latir al corazón.
Mediante la
administración de los compuestos adecuados en dicho tejido, los
investigadores han logrado no introducir ningún tipo de material
genético que pueda crear mutaciones no deseadas o provocar un
crecimiento celular descontrolado.
El Departamento de Biología
Molecular y Genética de la Universidad de Cornell, liderado por la
doctora Julia K. Goodrich, ha encontrado unos compuestos químicos que no
causan respuesta inmune, es decir, que el cuerpo no rechaza, sino que
acepta e integra en sus funciones vitales.
Con este cóctel químico se consiguió que el 27 % de células de prepucio adoptara características propias de los cardiomiocitos.
Por
el contrario, los intentos anteriores en los que se utilizó
manipulación genética para obtener cardiomiocitos solo tuvieron éxito en
el 0,1 % de los casos.
El coste económico de un tratamiento por
regeneración celular es mucho menor al de la manipulación genética, que
además cuenta con muchos detractores por sus implicaciones éticas.
Este
hallazgo podría abrir nuevos caminos para las terapias de regeneración
cardíaca, de forma similar a lo que ocurre con las células madre, que
han revolucionado la medicina regenerativa.
El experimento ya ha
funcionado en ratones, que muestran signos de recuperación tras sufrir
un ataque de corazón y recibir el trasplante de células de prepucio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario