VILNA – A fines de marzo, las autoridades de Moscú obligaron a Novaya Gazeta, uno de los periódicos independientes más antiguos y grandes de Rusia, a cerrar. Un mes más tarde, unos hombres rociaron al jefe de redacción y Premio Nobel de la Paz 2021, Dmitry Muratov, con pintura impregnada de acetona. Los desconocidos se burlaron le dijeron: «Toma esto por nuestros muchachos».