Brasil superó el pasado miércoles los 300.000 muertos por la covid-19, según los datos del ministerio de Salud. La marca llega el mismo día en que el nuevo ministro de Salud, Marcelo Queiroga, habló por primera vez como titular de la cartera, el cuarto del gobierno de Jair Bolsonaro tras la salida de Eduardo Pazuello el pasado día 15. Sus declaraciones frustraron a quienes esperaban una medida radical para revertir la curva ascendente de muertes en el país. “¿Quién quiere el encierro? Nadie quiere el encierro. Necesitamos imponer medidas sanitarias eficientes “, dijo Queiroga, “incluso porque la población no se adhiere al cierre. Necesitamos máscaras y distancia”. Este miércoles se registraron 2.009 muertos, con un total de 300.685 víctimas. A pesar del número, el ministro Queiroga ha descartado un confinamiento nacional.