El campo magnético de la Tierra, que nos protege de la peligrosa radiación solar, está perdiendo gradualmente su estabilidad, advierten nuevos estudios. Es posible suponer que las brújulas siempre apuntarán hacia el norte, pero en realidad los polos magnéticos han intercambiado sus posiciones muchas veces a lo largo de la existencia de nuestro planeta, informa la BBC.