La clementina, pariente cercana de la naranja, goza de una popularidad cada vez mayor. Según la versión tradicional, el origen de este híbrido entre frutas se remonta a finales del siglo XIX. En esa época, el padre Clément Rodier la creó de forma accidental en el jardín de su orfanato en Misserghin, Argelia. Otros autores no aceptan esta versión y apuntan a China como el lugar de origen, en concreto a las provincias de Guangxi y Cantón, en las que se cultiva desde hace mucho antes una variedad similar a la actual.