Al igual que sucede en muchos sitios, en Montevideo estamos hartos de ver paredes de edificios históricos dañadas con mamarrachescos grafiteos, sin que las autoridades hagan casi nada, el daño causado por Greenpeace al valiosísimo sitio arqueológico de las Líneas de Nasca se ha convertido en el más sonado ataque contra el patrimonio de Perú y el primero provocado por una ONG, según las autoridades.