Solo hasta ahora, científicos de la Universidad de Cambridge consiguieron la primera prueba irrefutable de la existencia de este extraño estado, el cual está en algunos materiales magnéticos y logra que los electrones se dividan y separen. Este estado, a diferencia de los ya conocidos, permanece desordenado en su tejido, incluso, a bajas temperaturas
.
En un material magnético ordinario, los electrones actúan como si fueran pequeños imanes ya que, en caso de que el material se enfríe, estos se ordenarán automáticamente de tal forma que todos los polos magnéticos estén en una misma dirección. En caso de que el material magnético contenga líquido de espín cuántico, sus electrones continuarán en ‘desorden’, aun si su temperatura llega al cero absoluto, precisa una publicación de la Universidad de Cambridge.
Este descubrimiento, conocido como fermiones de Majorana, representa “un nuevo estado de la materia que ya había sido anunciado, pero que no habíamos visto antes”, como comentó el profesor Johannes Knolle, miembro coautor del estudio. “Es un paso importante para nuestro entendimiento de la materia cuántica”, agregó Dmitry Kovrizhin, del grupo de Teoría de materia condensada del laboratorio de Cavendish.
Este descubrimiento resulta crucial para la computación cuántica, ya que los fermiones de Majorana podrían ser materia prima fundamental para crear computadores mucho más veloces, brindando así la posibilidad de hacer cálculos que resultan imposibles de hacer para los ordenadores que existen en la actualidad.
* El líquido de espín cuántico es un estado de la materia que se puede lograr en un sistema de interacción de espines cuánticos. El estado se conoce como un "líquido" ya que es un desorden del estado en comparación con un ferromagnético. Sin embargo, a diferencia de otros estados desordenados, un estado cuántico de espín líquido conserva su desorden a temperaturas muy bajas.
El estado fue propuesto por primera vez por el físico Phil Anderson en 1973 como el estado fundamental de un sistema de spins en una red triangular que interactúan con sus vecinos más cercanos a través de la llamada interacción antiferromagnética.
En un material magnético ordinario, los electrones actúan como si fueran pequeños imanes ya que, en caso de que el material se enfríe, estos se ordenarán automáticamente de tal forma que todos los polos magnéticos estén en una misma dirección. En caso de que el material magnético contenga líquido de espín cuántico, sus electrones continuarán en ‘desorden’, aun si su temperatura llega al cero absoluto, precisa una publicación de la Universidad de Cambridge.
Este descubrimiento, conocido como fermiones de Majorana, representa “un nuevo estado de la materia que ya había sido anunciado, pero que no habíamos visto antes”, como comentó el profesor Johannes Knolle, miembro coautor del estudio. “Es un paso importante para nuestro entendimiento de la materia cuántica”, agregó Dmitry Kovrizhin, del grupo de Teoría de materia condensada del laboratorio de Cavendish.
Este descubrimiento resulta crucial para la computación cuántica, ya que los fermiones de Majorana podrían ser materia prima fundamental para crear computadores mucho más veloces, brindando así la posibilidad de hacer cálculos que resultan imposibles de hacer para los ordenadores que existen en la actualidad.
* El líquido de espín cuántico es un estado de la materia que se puede lograr en un sistema de interacción de espines cuánticos. El estado se conoce como un "líquido" ya que es un desorden del estado en comparación con un ferromagnético. Sin embargo, a diferencia de otros estados desordenados, un estado cuántico de espín líquido conserva su desorden a temperaturas muy bajas.
El estado fue propuesto por primera vez por el físico Phil Anderson en 1973 como el estado fundamental de un sistema de spins en una red triangular que interactúan con sus vecinos más cercanos a través de la llamada interacción antiferromagnética.
No hay comentarios:
Publicar un comentario