En los departamentos de Artigas, Florida, Salto, Paysandú y Treinta y Tres (en los cuales cambió el partido gobernante) los nuevos jefes comunales dicen tener que lidiar con arcas deficitarias, desorden administrativo y maquinarias en estado casi ruinoso. Algunos intendentes salientes dicen que ellos encontraron una situación peor aún.