Hay dos clases de derechistas: la de los oligarcas y la de los súbditos, o sea, los derechistas de a pie. Entre los de arriba, están grandes empresarios agroindustriales y líderes políticos blancos y colorados asociados a ellos. Todos hablan del fin de las ideologías, pero abrazan el credo neoliberal; todos dicen que los términos “izquierda” y “derecha” están perimidos, pero destilan veneno contra la izquierda. Para ellos, toda persona de izquierda es comunista; incluso este gobierno, lo que solo puede causar risa al Partido Comunista del Uruguay.