"El fútbol es conceptualmente absurdo, porque cuando mejor nos va es cuando no se está jugando. Es como tener una empresa de turismo en Uruguay a la que le va mal en enero y febrero", dice el tesorero de Wanderers, Gabriel Blanco. "Hace dos años que estoy queriendo parar el fútbol. Es imposible seguir así. Esto es como que una persona que tenga tres laburos pierda dos y siga saliendo a comer afuera todos los días", dice el presidente de Fénix, Álvaro Chijane. "Siempre hay déficit. Ni los grandes empatan ya. Los presupuestos se duplicaron en el último año y medio por las medidas de seguridad. Los que tienen el poder dicen lo que hay que hacer y los que ponen la plata son los clubes. Hay cada vez más gastos de jueces, policía, seguridad privada, boleteros. Es muy difícil", dice el presidente de Racing, Raúl Rodríguez.