Este fin de semana, una madre de 28 años y su bebé, que había nacido el 4 de enero de este año, se han sumado a esta macabra lista de los ucranianos muertos a manos de los invasores rusos. Todas las víctimas de una guerra estremecen, pero es inevitable que no todas lo hagan por igual. En el imaginario colectivo de la invasión de Rusia a Ucrania han quedado ya algunas para la posteridad, aunque apenas se recuerden sus nombres.