El impacto potencial de la nueva generación de sanciones que ultima la UE contra Moscú por su actuación en la crisis de Ucrania es demoledor. Si se llega hasta el final, Bruselas estima que la economía rusa sufrirá un batacazo enorme, de 1,5 puntos de PIB este año y 4,8 puntos en 2015, según una estimación de la Comisión Europea a la que ha tenido acceso este periódico.