Montevideo se está tornando cada vez más en una ciudad altamente peligrosa, en la cual salir de noche es correr riesgo de vida. El gobierno no toma medidas para frenar a los jóvenes delincuentes habitantes de barrios marginales y cada vez más se repiten los asaltos, copamientos, rapiñas y ahora secuestros de personas en que se repite la presencia de estos menores de edad. Se los lleva a los locales para menores delincuentes y se escapan de allí como si fuera su casa. La incapacidad del estado es total.