Supongamos que eres un murciélago. Tus antepasados surgieron hace poco más de 50 millones de años y se convirtieron en los primeros mamíferos –y únicos, hasta ahora– en lograr el vuelo batido. Luego desarrollaron otra herramienta fantástica: la ecolocación, un sonar biológico que les permite percibir el entorno incluso en la oscuridad, gracias a la emisión de chillidos de alta frecuencia.