Sus compañeros de curso –unos 5 o 6 años más grandes– reniegan con los apuntes de cara a un recuperatorio. Pero en el diccionario del joven argentino Kouichi Julián Andrés Cruz esa palabra parece no existir. Es que, con sólo 12 años, el niño ya egresó del colegio secundario IPEM 48, Presidente Roca; habla 4 idiomas y se está preparando para cursar dos carreras universitarias: Matemática y Computación. Impresionante el cordobés !
Me llamo Kouichi. Mi nombre es japonés y significa brillante único”, le cuenta al periodista del diario bonaerense Clarín.
La historia de Kouichi es tan singular como llamativa. Según cuentan sus papás, Rolando y Ana, “apenas empezó a gatear iba derecho a la computadora. Tenía unos pocos meses y la prendía y apagaba. Al año y en upa, ya sabía manejar el mouse”, recuerdan.
Kouichi camina por la sala donde se realiza la entrevista y no suelta el celular ni un segundo. Sus pausas son para revisar la casilla de mails o para aconsejar a algunos de sus compañeros de sexto año.
El “niño-genio” –como lo apodaron sus amigos– ingresó en el colegio técnico provincial en 2008, donde en apenas doce meses aprobó libre primero y tercer año y cursó segundo.
“El primer día de clases no me lo voy a olvidar más. Me sentía observado por los chicos, no podían creer que tuviera tanta facilidad para el estudio”, acota el chico que nació en Neuquén y llegó a Córdoba en el 2007.
Agrega: “ Me aburría muchísimo en el colegio . Lo que decía el profesor me quedaba en la cabeza y no me hacía falta repasar nada. Por eso decidí rendir libre varios años”.
En 2009 y con 11 años, cursó cuarto y rindió libre quinto. Paralelamente, estudió con una profesora particular alemán, y tomó clases de francés en una academia.
“Inglés lo hablo desde chico, cuando tenía 4 iba a un jardín bilingüe y lo aprendí al toque”, aclara Kouichi, quien además dice “defenderse bastante” con el italiano.
Fanático del tenis y del unquillense David Nalbandian, Kouichi pasa sus ratos libres practicando deporte y yendo al cine con sus amigos. Cuenta que no ve casi nada de televisión, que lee poco y que su serie favorita es “The Big Ban Theory”. Además, lo apasionan Gaturro y Condorito.
Kouichi vive con sus abuelos y su tía, ya que sus padres trabajan y residen en España. Durante este año, aprobó holgado el sexto año y unos días atrás, obtuvo 91 puntos sobre 100 en el primer parcial de ingreso a la Facultad de Matemática, Astronomía y Física de la Universidad Nacional de Córdoba.
“Me encantaría dirigir una empresa de software cuando sea grande”, proyecta a la vez que se define como “un apasionado por las matemáticas y la solución de los problemas”. Aunque, aclara, “no me paso todo el día frente a los libros como la mayoría piensa”.
Afuera del colegio, un sol pintado calienta la siesta cordobesa. El cansancio de un día agitado se le nota en los ojos. “Estoy agotado de los periodistas”, dice con total naturalidad y una risa que contagia.
Kouichi recibirá su diploma de egresado con apenas 12 años, pero él parece estar pensando en otra cosa:
“Vamos mamá, tengo que estudiar para el segundo parcial de la facu”.
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